¿Desempleo real o trabajo potencial?

Carl Frey, un trabajador de 45 años con 20 de experiencia en la industria automotriz, no puede olvidar el día en que perdió su empleo como inspector de calidad en una fábrica de Ford, en Detroit, Estados Unidos. La razón: la marca implementó un sistema de visión artificial basado en IA para inspeccionar los vehículos.

Fue una decisión empresarial basada en que el sistema de IA podía examinar los automotores con mayor precisión y velocidad que los inspectores humanos, además de reducir los costos laborales para la compañía. Al igual que Frey, otros 200 empleados también fueron despedidos debido a la automatización.

Otra cosa le sucedió a Sofia Rodríguez, una joven de 28 años con título en Estadística, que estaba buscando empleo en el sector de análisis de datos. Gracias a la IA consiguió un empleo en una empresa de marketing digital. Ella había estudiado cursos en línea sobre aprendizaje automático y la empresa utilizó un sistema de IA para analizar los datos de clientes e identificar patrones y tendencias. Por esa razón, Sofia fue contratada para interpretar y analizar los resultados del sistema de IA, al identificar oportunidades de mejora para las campañas publicitarias. Así, la IA le permitió enfocarse en tareas de alto valor, como la estrategia y la toma de decisiones, lo que benefició a la empresa.

Ambos casos ilustran cómo la IA puede afectar a los trabajadores en industrias tradicionales y la necesidad de que ellos desarrollen nuevas habilidades para adaptarse a los cambios tecnológicos.

Muchos son, en realidad, los impactos negativos de la Inteligencia Artificial. En primer lugar, esta tecnología puede reemplazar a trabajadores en tareas rutinarias y repetitivas, por lo que puede ocasionar pérdida de empleos en sectores vulnerables como la manufactura, la logística y la atención al cliente.

Sin embargo, la IA también tiene impactos positivos en las industrias. Puede, por ejemplo, generar nuevos empleos en áreas como el desarrollo de software, la inteligencia artificial y la ciencia de datos, así como aumentar la eficiencia y la productividad. Igualmente, puede mejorar de la calidad de vida de las personas mediante la automatización de tareas domésticas y la asistencia en la toma de decisiones, así como fomentar la innovación y el emprendimiento.

Sea como sea, en Colombia el Ministerio de Trabajo está atento en el tema. La ministra Gloria Inés Ramírez anunció hace unas semanas que el Gobierno viene generando una estrategia para frenar el impacto que traería la inteligencia artificial en el mercado laboral. “Si bien trae oportunidades, también tiene riesgos. Colombia ha propuesto un sistema de protección para frenar esa pérdida. Hablamos de la reconversión laboral, de la estrategia de proteger los procesos de automatización y de descarbonización”, señaló Ramírez.

Su propuesta se hizo en el marco de la XXII Conferencia Interamericana de Ministras y Ministros de Trabajo que se celebró en Bogotá. Según la ministra, los estudios muestran que, en el futuro, en unos diez años, el 40% de los empleos que hoy existen serían asumidos por las máquinas y por ello en la reforma laboral que se adelanta en el Congreso hay un apartado que toca ese tema.

Afectados y beneficiados

En todo caso, es importante destacar que la IA no reemplazará completamente a los humanos, sino que cambiará la naturaleza del trabajo y requerirá que los trabajadores desarrollen nuevas habilidades y competencias. La educación y la formación continua serán clave para prepararse para el futuro del trabajo.

Pero la tendencia actual, de todas formas, enciende las alarmas en cuanto a dilucidar si la IA será detonante de un desempleo real o de un trabajo potencial. El diario Occidente, de Cali, publicó un informe –elaborado con ayuda de la Inteligencia Artificial, a propósito– según el cual los siguientes trabajos desaparecerán en la próxima década a causa de la IA:

Cajeros y dependientes de tiendas

El aumento de cajas automáticas y sistemas de pago sin contacto hacen que el trabajo de cajero se vuelva obsoleto. Grandes supermercados ya han implementado soluciones donde los clientes pueden escanear y pagar sus productos sin interactuar con una persona.

Teleoperadores

Los chatbots y asistentes virtuales están reemplazando a los operadores de atención al cliente, pues son capaces de resolver consultas y gestionar problemas complejos.

Conductores de transporte público y privado

Gracias al desarrollo de vehículos autónomos, el futuro de conductores de taxis, camiones y buses es incierto. 

Analistas de datos tradicionales

La IA es capaz de procesar y analizar grandes cantidades de datos en fracciones de segundo, mucho más rápido y eficiente que cualquier ser humano.

Trabajadores de fábricas

Los robots ya realizan tareas repetitivas y peligrosas en plantas, desde las de ensamblaje hasta el empaquetado.

El mismo medio de comunicación también publica nuevos empleos que se pueden generar gracias a la IA: 

Terapeuta de IA

Con el auge de la inteligencia artificial, surge una necesidad de expertos que ayuden a las personas a gestionar sus interacciones con las máquinas, además de brindar apoyo a quienes sufran ansiedad o frustración derivada de la creciente automatización de tareas.

Diseñador de experiencias de realidades virtuales (RV)

A medida que gana terreno la realidad virtual, los diseñadores que puedan crear entornos inmersivos y experiencias interactivas serán esenciales sobre todo en entretenimiento, educación y salud.

Ingeniero de ética en IA

Son personas responsables de garantizar que las decisiones automatizadas sean justas, equitativas y responsables, previniendo sesgos y discriminación en los algoritmos que afectan desde el acceso al crédito hasta la contratación laboral.

Planificador de ciudades inteligentes
Con el aumento de la conectividad y el uso de sensores, las capitales del futuro necesitarán profesionales que puedan diseñar, gestionar y optimizar infraestructuras urbanas inteligentes.

Curador de datos personales

Se enfocarán en ayudar a las personas a gestionar y proteger su huella digital, desde asegurar la privacidad de su información hasta monetizarla de manera ética y controlada.

La tecnología está diseñada para potenciar las habilidades humanas, no para reemplazarnos. Si bien estos avances están marcando un punto de inflexión en el mundo laboral, en lugar de centrarnos en la amenaza del desempleo, debemos ver las oportunidades de evolución y aprovechar la tecnología como aliada en el camino hacia el progreso.