El código que comunica

En un día de trabajo de 1992, el ingeniero japonés Masahiro Hara se divertía en la cafetería de la oficina con go, ese juego de tablero de estrategia para dos personas que se originó en China hace más de 2.500 años. Era la hora del almuerzo y no alcanzó a terminar la sopa cuando se dio cuenta de un detalle revelador: el patrón en blanco y negro del juego podía usarse para codificar información, tarea que la empresa Denso, subsidiaria de la marca Toyota, en Tokio, le había solicitado para desarrollar un nuevo sistema capaz de realizar un seguimiento productivo de los componentes utilizados en la industria del automóvil.

Ese resultó ser un juego ganador. Dos años después, y luego de investigar la teoría del patrón de posición, Hara desarrolló el hoy famoso código de barras bidimensional QR (Quick Response), que se utiliza para almacenar información como textos, números, direcciones web y correos electrónicos, entre otros.

Su éxito fue de tal magnitud, que en el año 2021 se utilizaron códigos QR para reservar y hacer el seguimiento de pruebas de la covid-19 y el rastreo de contactos. “Por eso me gustaría desarrollar códigos QR para fines médicos adicionales, incluidas imágenes como rayos X o datos de electrocardiogramas”, declaró a la prensa el inventor de esta tecnología.

El código QR consiste en una matriz de cuadrados negros y blancos que se organizan de manera específica para representar la información que se desea almacenar. Ella se almacena mediante un proceso de codificación que utiliza una combinación de patrones y algoritmos.

El código QR se ha convertido en una tecnología ampliamente utilizada en todo el mundo, y se utiliza en una variedad de aplicaciones, como:

• Pagos móviles
• Comercio electrónico
• Publicidad y marketing
• Identificación y autenticación
• Gestión de inventario y logística

Algunas de las ventajas del código QR son, por ejemplo, que tiene una alta capacidad de almacenamiento de información, lo mismo que una rápida lectura y decodificación, resistencia a daños y deterioro y es fácil de generar e imprimir.

Al país llegó hace relativamente poco. Y uno de sus usos más extendidos es el de pagos bancarios, dada la facilidad de su utilización. 
Bancolombia, por ejemplo, lo lanzó en 2019 y este año lo evolucionó para que pueda recibir pagos desde cualquier banco. Según Luz María Velásquez, vicepresidenta de  Negocios Personas, Pymes y Empresas de Bancolombia, “nuestros códigos QR han sido un referente de inclusión financiera para los comercios y de facilidad y nuevas opciones para las personas que pagan con ellos”. 

Ya son 1,2 millones de comercios los que gozan de este servicio en 1.100 municipios colombianos, y teniendo en cuenta que algunos de esos comercios tienen más de un local, la cifra asciende a 1,7 millones de establecimientos que usan el QR de Bancolombia.

“La invitación final para los dueños de los negocios, como parte clave de la economía del país, es que se sumen a este cambio, que den un paso adelante para ofrecer más facilidades a sus compradores, avanzar hacia la banca del futuro con nuevas tecnologías e impulsar todas sus metas”, concluyó Velásquez.