El desafío de las mujeres STEM

Crédito: Freepik

22 Agosto 2024 10:08 am

El desafío de las mujeres STEM

Cada vez más integran el mercado laboral las profesionales en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, aunque todavía falta trabajar por puestos directivos femeninos, acortar brechas salariales e incentivar el liderazgo desde niñas.

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Cuando Lina Arango empezó a estudiar su carrera de medicina, en Bogotá, observó los mosaicos de graduados de la universidad colgados en las paredes de la facultad y notó un dato interesante: la mayoría tenía fotografías de hombres y muy, pero muy pocos, lucían algún rostro femenino.

Ella recuerda que, cuando se graduó, varios años después, volvió a fijarse en aquellos marcos fotográficos y se sorprendió al ver que ya casi sobresalían más las caras de las mujeres en esos álbumes enmarcados.

Ese recuerdo lo revivió hace poco durante el foro ‘Mujeres STEM, un desafío que crece’, en el que la hoy directora del Área Terapéutica, Cardiovascular y Metabólica de Novartis Colombia fue invitada especialmente por la revista Forbes, que la eligió como una de las 100 mujeres poderosas del país. “El mercado laboral ha cambiado –dijo–. En los 10 años que llevo en la compañía, he tenido dos líderes femeninas ejerciendo como presidentas de la empresa y eso muestra la importancia que tiene para Novartis tener mujeres STEM, como lo es hoy Sandra Cabezas”.

El término STEM es el acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, y hace referencia al derecho que las mujeres tienen de estudiar profesiones relacionadas con esas áreas tradicionalmente lideradas por hombres. Sin embargo, para la ejecutiva, todavía existen barreras que impiden la llegada de estas profesionales a puestos directivos. “Ellas empiezan incluso desde que las niñas están en la educación temprana o media, cuando no se visibiliza de forma suficiente cómo es este tipo de carreras y hay cierto sesgo en el sentido de que estas áreas son difíciles o demasiado técnicas para ellas”, aseguró.

Y las cifras respaldan esa teoría. Hoy, de mil médicos que se gradúan, 48 mujeres acceden a una especialización, mientras que 190 hombres lo hacen. “Ahí, en los estudios superiores, es donde las brechas empiezan a crecer”, afirmó la doctora.

Esta problemática no sólo se vive en el área de la salud. En un reportaje publicado en marzo pasado por la revista Urbana, de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Luis Alberto González Araújo, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería (Acofi), señala una realidad preocupante. “En una carrera altamente demandada en el sector constructor en Colombia como la ingeniería civil, la proporción de graduados en los últimos siete años fue de 69% hombres, frente a 31% de mujeres cada promoción. Aunque ha habido una ligera variación positiva, aún hay mucho por hacer”. 

De acuerdo con la publicación de Camacol, ese fenómeno contrasta con la alta demanda de talentos STEM que hay en el mundo. Según el Foro Económico Mundial, para 2025, sólo en el sector tecnológico y sus avances aplicables a todas las industrias y entornos, se crearán 97 millones de nuevos puestos de trabajo a nivel global, que requerirán desde analítica de datos hasta Inteligencia Artificial (IA). “Esto sin contar que, para el caso de la construcción, el déficit habitacional y de infraestructura, así como el desarrollo propio del país, demandarán cientos de profesionales en carreras afines como ingeniería, ciencias y matemáticas”, señala la revista.

“Por eso, alentar a las mujeres a ingresar a estas carreras ayuda a aprovechar a un grupo de profesionales que, de lo contrario, no sería considerado. Esto es especialmente importante en el sector constructor, donde la demanda de habilidades técnicas es alta”, explica en el mismo medio Carolina Valbuena Bermúdez, directora del departamento de Arquitectura de la Pontificia Universidad Javeriana.

En la misma línea está Adriana Duque Pardo, ingeniera civil, coordinadora de Proyectos de Colombia Build Change. “Apoyar el desarrollo de las mujeres en carreras STEM es una oportunidad de visibilizar nuestro rol y aporte a la sociedad con una visión de mundo diferente y más diversa –explica–. Por eso, es necesario innovar con nuevos conceptos y entender que la equidad de género y la participación activa de la mujer STEM son urgentes y necesarias para crear un cambio”.

Y es que, según datos del Laboratorio de Economía de la Pontificia Universidad Javeriana, de los estudiantes en áreas STEM sólo el 37,9% son mujeres. Eso tiene un impacto negativo en el desarrollo económico del país, ya que, según la Alianza Mundial de Información sobre Tecnología y Servicios (WITSA, por sus siglas en inglés), incrementar la participación femenina en este sector representaría un aumento de 9 billones de euros anuales en el PIB mundial.

Por esta razón, algunas compañías tecnológicas han puesto su mirada en el problema para contribuir a su solución. Samsung Colombia, por ejemplo, implementó varios programas de Ciudadanía Corporativa para promover la inclusión y participación de niñas y jóvenes en tecnología y así cerrar la brecha digital de género y garantizar que ellas no queden distanciadas de un futuro cada vez más digital.

Entre estas iniciativas se destaca ‘Solve for Tomorrow’, un programa educativo que invita a estudiantes de colegios e instituciones educativas públicas a formar grupos mixtos para desarrollar proyectos que mejoren sus comunidades, utilizando sus conocimientos en las áreas STEM. 

Otro de los programas, dirigidos a adultos jóvenes, es Samsung Innovation Campus. En él, la compañía promueve cursos en el área de TI y comunicaciones, en alianza con las principales universidades de cada país, para mejorar la búsqueda y consecución de oportunidades laborales. En Colombia, la participación femenina en la versión 2022, dedicada a capacitar a jóvenes en Codificación y Programación, fue más del 45%, y en el curso de Inteligencia Artificial, otorgado a los mejores estudiantes, fue cerca del 38%.

“Yo iba en mitad de carrera cuando empecé el programa y decidí hacerlo para enriquecer mi hoja de vida, lo cual fue una excelente elección. Se puede decir que mi carrera va muy alineada al conocimiento tecnológico, y haber cursado el programa con Samsung fue una herramienta muy útil, ya que me dio el conocimiento para entender la lógica que hay detrás de la programación de microcontroladores”, comenta Jeimy Arias, una de las estudiantes participantes en Samsung Innovation Campus y quien actualmente se encuentra finalizando su carrera en Ingeniería Biomédica.

Así, lentamente, avanza la integración de mujeres STEM en el mercado laboral. Un desafío que es posible enfrentar, tal y como lo aseguró a la revista Urbana la coordinadora de Proyectos de Colombia Build Change. “Si se abren los ojos a cualquier posibilidad y sueño, las niñas y jóvenes no van a ver como imposible ser ingeniera, astronauta o matemática. Sabrán que son merecedoras de ello, lo van a ver como algo real y alcanzable, y que sí se puede soñar y lograr”. 
 

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