15 de febrero: la oposición al Gobierno de Gustavo Petro se mira al espejo

Cuando se conoció que Gustavo Petro sería el nuevo presidente de Colombia, de inmediato se pensó que la oposición sería liderada principalmente por dos figuras políticas: Álvaro Uribe Vélez, desde el Centro Democrático, y las fuerzas de derecha y Rodolfo Hernández, desde el Senado; tanto es así que fue con ellos con quien Petro sostuvo sus primeros encuentros días después de su elección.

Sin embargo, seis meses después de la posesión del nuevo Gobierno, Hernández ya no está en el Congreso y Uribe ha mantenido una relación cordial y diplomática con Gustavo Petro, completando tres reuniones privadas en los últimos meses concertadas por el abogado Héctor Carvajal, amigo en común entre los dos políticos y quien suena para ser el próximo fiscal general.

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Por ello, este 15 de febrero es una oportunidad para la oposición de capitalizar la incertidumbre por el Gobierno de Petro y atraer apoyos de fuerzas políticas que siguen moviéndose como un péndulo. ¿Qué está en juego para los opositores?

Consolidar nuevos liderazgos

Las consecuencias de la orfandad y fragmentación de la oposición se hicieron evidentes en el segundo semestre del año pasado, cuando el Gobierno no enfrentó mayores dificultades para tramitar sus reformas en el Congreso y las negociaciones políticas fueron con los propios partidos de la coalición y no con las fuerzas declaradas en independencia u oposición.

Por ello, siendo este año el más crítico para las reformas sociales del Gobierno, figuras de la oposición que no estaban en los cálculos de hace seis meses se han hecho con la vocería de los sectores antiPetro para agruparlos e intentar hacerle un contrapeso político a un presidente que quiso demostrar ayer su respaldo popular y presionar al Congreso para aprobar sus reformas.

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Por ejemplo, el primero en convocar a las marchas del 15 de febrero fue el representante a la Cámara Miguel Polo Polo, quien logró arañar una curul en el Congreso a través de la circunscripción afro. Según Polo Polo, "Petro ha asumido poderes dictatoriales y es el deber de la oposición salir a las calles para enfrentar las petroreformas”.

El discurso del congresista se ha alineado con la facción más radical del Centro Democrático, que está liderada por la senadora María Fernanda Cabal, otra de las cabezas de las marchas del 15 de febrero, y quien ha apelado a la defensa de los integrantes de la fuerza pública.

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“Hay que salir a marchar para honrar a cada militar y policía, maltratado por el gobierno que beneficia solamente a los bandidos” dijo Cabal.

Ambos legisladores han buscado hacerse fuertes en el mismo terreno predilecto del presidente Petro, las redes sociales, a través de las cuales emiten críticas vehementes hacia el presidente, llegando a utilizar términos como “guerrillero”, “comunista” y “castrochavista”. Además, fueron los ideólogos de pedirle a la gente salir “emberracada” a marchar hoy.

Los dos congresistas uribistas han logrado sumar apoyos dentro del Centro Democrático, como el de la senadora Paloma Valencia y el representante José Jaime Uscátegui, quien ayer hizo un plantón en el Patio Núñez mientras el presidente Petro hablaba en el balcón. Según fuentes cercanas al Centro Democrático consultadas por CAMBIO, esta facción también ha tenido como objetivo distanciarse del expresidente Iván Duque por su baja popularidad.

También mantienen diferencias con el sector moderado que ha seguido la estrategia conciliadora de Uribe, como es el caso de José Félix Lafaurie, esposo de Cabal. Ni el expresidente, ni el ganadero han hecho llamados a marchar a través de sus redes sociales. Igualmente, el senador Miguel Uribe Turbay, el más votado en las elecciones de 2022, tampoco ha sido una de las caras visibles de la convocatoria.

La oposición también quiere convencer a la oposición

Las convocatorias para movilizarse este 15 de febrero han acercado a parte del Centro Democrático con Cambio Radical, que desde hace tres meses viene ejecutando una agresiva campaña de oposición en redes sociales. Aunque el partido de Germán Vargas Lleras se declaró independiente el año pasado, su postura ha sido abiertamente opositora, liderada por el senador David Luna y la representante Carolina Arbeláez.

Salvación Nacional, liderada por Enrique Gómez, la Liga de Gobernantes Anticorrupción y los partidos cristianos como el Mira y Colombia Justa Libres también han cerrado filas en torno al bloque opositor. Sin embargo, aún es insuficiente la unión de estas fuerzas para entorpecer las reformas de Petro en el Congreso.

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Además de la orfandad de liderazgos, el otro obstáculo por superar para la oposición es el hecho de que los partidos tradicionales (liberal y conservador) aún hagan parte de la coalición de Gobierno de Gustavo Petro. Por ello, del poder de convocatoria hoy dependerá de si azules y rojos empiezan a ver con otros ojos las fuerzas de oposición.

En el caso del Partido Conservador, la pugna interna por la presidencia de la colectividad es esencial para que se abran nuevas posibilidades de inclinarse hacia la oposición. De consolidarse Efraín Cepeda como el nuevo director conservador, su cercanía con sectores de Cambio Radical y el uribismo podrían inclinar la balanza.

Igualmente, desde la oposición marchante de hoy esperan que el excandidato presidencial Federico Gutiérrez confirme su aspiración de llegar a la Alcaldía de Medellín y asuma con más fuerza su papel como voz opositora al Gobierno.