Alcaldía de Bogotá: los funcionarios entran y salen, mientras los problemas en la ciudad continúan

Después de las denuncias reveladas por CAMBIO sobre supuestas profanaciones de tumbas y uso de crematorios públicos para la desaparición de cuerpos en los cementerios distritales de Bogotá, el gabinente de la alcaldesa Claudia López tuvo una nueva baja: Luz Amanda Camacho, la funcionaria que venía dirigiendo la UAESP.

Su renuncia se sumó a una larga lista de altos funcionarios del Distrito que han salido de sus puestos en medio de críticas y controversias por los problemas que persisten en la capital y afectan a los ciudadanos.

1. Los relevos en seguridad

La seguridad ciudadana es el problema que más preocupa a los bogotanos y a las autoridades de la capital. Según la encuesta de percepción y victimización de la Cámara de Comercio de Bogotá publicada en noviembre del año pasado, el porcentaje de personas encuestadas que manifestaron sentir un aumento en la inseguridad en la ciudad pasó de 61 por ciento en 2018 a 77 por ciento en 2022.

Aunque la Alcaldía Mayor ha destacado algunos resultados positivos, siguen estando pendientes otros aspectos críticos. Entre enero y noviembre de 2022, el número de homicidios disminuyó 13 por ciento, comparado con el mismo periodo de 2021. Sin embargo, otros delitos de alto impacto en la ciudadanía aumentaron considerablemente, como los hurtos, que subieron un 16 por ciento entre 2021 y 2022, según datos del programa Bogotá Cómo Vamos.

A pesar de ser una prioridad para la alcaldía de la capital, la Secretaría de Seguridad y Convivencia Ciudadana es la que más ha tenido relevos en la dirección. 

Hugo Acero fue el primer secretario de Seguridad de Claudia López, desde que esta llegó al Palacio de Liévano en 2019. El funcionario renunció el 25 de junio de 2021 argumentando "razones personales", pero en ese entonces la capital estaba enfrentando meses críticos en términos de orden público, desde las protestas del 9 y 10 de septiembre del 2020 originadas por el asesinato de Javier Ordóñez a manos de la Policía en un CAI, y las posteriores manifestaciones en el primer semestre de 2021 en el contexto del paro nacional de ese año.

El reemplazo de Acero fue Aníbal Fernández de Soto, quien había sido viceministro de Defensa durante la época de Juan Manuel Santos. El 2022 fue el año más álgido para Fernández de Soto al frente de la Seguridad de Bogotá, pues enfrentó la cruenta guerra entre bandas delincuenciales que dejó más de 25 cuerpos abandonados por las calles de la capital. 

El año pasado cerró con una oleada de robos a apartamentos y casas en la ciudad en sectores como El Salitre y Usaquén, durante las festividades de fin de año. Aníbal Fernández de Soto presentó su renuncia el pasado 10 de enero, con el argumento de que iba a afrontar "nuevos retos profesionales". En su reemplazo llegó el general retirado Óscar Gómez Heredia, quien era el comandante de la Policía de Bogotá durante las protestas de 2020 y 2021. Desde entonces, las críticas de varios sectores no se han hecho esperar, pues hacen referencia a los casos de brutalidad policial documentados durante esos dos episodios.

2. Los cambios en movilidad

Junto a la inseguridad, los líos de movilidad les quitan el sueño a los capitalinos, pues les reducen su calidad de vida. La construcción del metro, las obras para ampliar el sistema TransMilenio –sin hablar de la eterna reconstrucción de andenes– tienen a la ciudad en obra y sumida en trancones. En la más reciente entrega del Global Traffic Scoredcard se estableció que, en promedio, un habitante de Bogotá perdió 122 horas en el tráfico durante 2022.

El primer secretario de Movilidad del gabinete de Claudia López fue el ingeniero civil Nicolás Estupiñán, quien renunció el 14 de enero de 2022 aduciendo motivos familiares que lo obligaban a mudarse a Argentina. De hecho, su ausencia durante los primeros meses de la cuarentena de 2020 fue duramente criticada, precisamente, porque estaba trabajando desde Buenos Aires. Estupiñán lideró controversiales medidas que se implementaron en la capital, como el parqueo en vía y la posibilidad de pagar para evadir el Pico y Placa.

Justamente, la Alcaldía Mayor estuvo las últimas semanas de 2022 evaluando nuevas medidas para enfrentar la congestión, y se llegó a la determinación de cambiar la rotación del Pico y Placa, eliminar la opción de compartir el carro para evitar la restricción y mantener el pago por congestión, decisiones ampliamente criticadas por sectores políticos de Bogotá.

El reemplazo de Estupiñán en la Secretaría de Movilidad fue Felipe Andrés Ramírez, quien se estaba desempeñando como gerente de TransMilenio. Ramírez no duró un año en el cargo, pues renunció en agosto de 2022 y el 23 de ese mismo mes fue relevado por Deyanira Ávila Moreno, actual titular de esa secretaría.

Ávila Moreno, además de aguantar las críticas por los cambios en el Pico y Placa para este 2023, ha tenido que capotear el descontento por el sustancial e impopular aumento en el costo del pasaje de TransMilenio, el principal sistema de transporte de la capital, que, además de seguir percibiéndose como inseguro e ineficiente, tiene pérdidas de 10.000 millones semanales por los colados que ingresan a diario al sistema, un problema que al que las autoridades no le han podido encontrar solución.

TransMilenio también han sufrido de renuncias en los tres años de la administración López. Felipe Ramírez llegó a ese cargo en 2019, pero en enero de 2022 tuvo que pasar a la Secretaría de Movilidad a reemplazar a Estupiñán. Para cubrir su cargo se nombró a Álvaro Rengifo, quien tampoco completó el año de gestión, al renunciar en noviembre del año pasado. Fue reemplazado por Orlando Santiago Cely.

Otras salidas en puestos clave

Además de la seguridad y la movilidad, otros asuntos estratégicos para Bogotá han sufrido cambios en los nombres que deben liderar la gestión. Uno de ellos fue el de Adriana Córdoba, quien se desempeñó como secretaria de Planeación y no completó un año en el cargo, pues renunció el 20 de diciembre del 2020, en medio de las álgidas discusiones en el Concejo sobre el Plan de Ordenamiento Terrritorial para la capital.

Córdoba, esposa de Antanas Mockus, también argumentó "razones personales" para dejar su puesto. En su lugar, la alcaldesa Claudia López designó a la arquitecta María Mercedes Jaramillo, quien se mantiene en el cargo a pesar de las denuncias de concejales opositores porque su pareja sentimental, el también arquitecto Felipe Morales, recibió entre enero de 2020 y enero de 2022 un total de 707 millones de pesos en contratos.

La Secretaría de Gobierno también ha sufrido cambios abruptos en estos tres años. El primero fue el de Luis Ernesto Gómez, muy cercano a la alcaldesa, quien renunció sorpresivamente en junio del año pasado para unirse a la campaña presidencial de Gustavo Petro. Gómez había sido secretario de Gobierno hasta enero de 2022, cuando fue nombrado como jefe de gabinete, un cargo creado durante la actual administración. En su reemplazo llegó el experimentado político Antonio Sanguino, quien podría renunciar si decide aspirar a la Alcaldía de Bogotá en las elecciones de octubre.