Álvaro Leyva envió segunda carta al presidente Gustavo Petro: "Llegó la hora de revisar su permanencia en la Presidencia"

El excanciller Álvaro Leyva Durán volvió a dirigirle una carta al presidente Gustavo Petro. La comunicación, fechada en Bogotá el 5 de mayo de 2025, da continuidad a su misiva del 22 de abril y sostiene un tono crítico, con señalamientos personales y políticos que el propio Leyva califica como "necesarios". El texto fue entregado por los canales establecidos por la Presidencia de la República.

"Se trata esta de una franca comunicación cuyo propósito es que a usted le queden claro los alcances de lo que en ella le manifiesto. Algo extensa pero necesaria", abre Leyva, quien advierte que sus motivaciones vienen de "preocupaciones que me habían surgido a raíz del conocimiento directo que de tiempo atrás tenía y que aún tengo de situaciones y hechos que en mi sentir lo venían afectando y lo siguen afectando en lo personal, como jefe de Estado y consecuencialmente al país todo, presidente".

Leyva respondió a las críticas en su contra

Leyva responde a las críticas por el momento y el tono de sus revelaciones: "Se me han hecho reparos por haber dejado para reciente fecha lo que supuestamente he debido advertirle a la nación en más temprana ocasión. Igual, algunos me han reprendido por haberme inmiscuido en terrenos íntimos suyos, presidente. Sí, terrenos íntimos".

A estos cuestionamientos responde citando al filósofo católico Antonio Millán-Puelles y su concepto de la “prudente ocultación de la verdad”, concluyendo que "es pertinente dejar de lado esa ‘prudente ocultación de la verdad’. Esta máxima, muy particularmente en el caso que nos ocupa, es para gritarla una y otra vez. Es para que el mundo escuche y comprenda, más cuando la patria está en peligro".

El excanciller también volvió a criticar el comportamiento de Petro

El excanciller no ahorra en palabras para cuestionar el comportamiento del presidente: "Señor presidente Petro, usted está enfermo. Su desaparición en París fue la reiteración de una conducta que puso de manifiesto una vez más la gravedad de su condición. De su adicción".

Y añade: "Soy consciente, presidente, de que lo que hay de por medio, dado lo que le ocurre, es una tragedia humana en cabeza suya; por ende, en cabeza del jefe del Estado. Sin duda, trátese de una situación infausta, desgraciada, desventurada, que nos está conduciendo a una tragedia nacional. ¿Comprende usted, entonces, señor presidente, el motivo por el cual se ha dejado de lado la 'prudente ocultación de la verdad'?".

La serie de episodios internacionales que Leyva le reclamó al presidente Petro por bochornosos

La carta incluye una serie de episodios internacionales que, según Leyva, evidencian una cadena de ausencias y conductas desconcertantes del mandatario. Menciona sucesos en Florencia (Italia), Davos (Suiza), Santiago (Chile), Berlín (Alemania), Ankara (Turquía) y Pekín (China), en los que afirma que tuvo que suplir la ausencia de Petro o mitigar consecuencias diplomáticas.

"Desde antes de su posesión, usted, presidente, venía produciendo escándalos que fueron enfocados, si se quiere, o escondidos o mantenidos en secreto por quienes estaban presentes, pensando en la catástrofe moral que sus ignominiosos comportamientos y origen de los mismos podrían significarle a la nación; haceres absolutamente insoportables. Vergonzantes ante el mundo entero. Me refiero a situaciones escandalosas provocadas por usted en Florencia, Italia, ya elegido presidente y próximo a posesionarse. En los patéticos e incontrolables escenarios hizo presencia la policía local, algunos agentes uniformados, otros vestidos de civil", dice Leyva.

Sobre la visita a Chile, por ejemplo, también escribe: "Para el martes estaba programada su presencia en el Palacio de los Tribunales de Justicia para saludar al presidente de la Corte Suprema. Para mi sorpresa –una nueva– y sorpresa para quienes lo esperaban, sin excusa alguna desistió usted de asistir. Sentí pesar por usted". En cuanto al viaje a Alemania, afirma que el discurso de Petro "causó sin disimulo molestia que entre bambalinas le correspondió a quien esta carta escribe morigerar la ofensa por usted causada".

Sobre su visita a China, también detalla: "El martes 24 de octubre de 2023 inició usted su visita a la República Popular China. Había sido usted advertido que el tema del metro de Bogotá no era un asunto para ser tratado con el jefe de Estado, Xi Jinping. La misma embajada china en Colombia en documento preparatorio de su visita así lo indicaba con total claridad. Sin embargo, usted obsesionado con su postura, terco, inflexible, al no lograr su cometido quedó en el ridículo".

Y añade: "En el banquete de Estado presidido por Xi Jinping, en la larguísima mesa bellamente adornada dispuesta para la solemne ocasión, asistida por un número importante de distinguidos invitados, sentado el presidente chino en el centro de uno de los costados, usted a su derecha y yo a su izquierda, resolvió usted presidente Petro no hablarle a su anfitrión. Mantuvo absoluto silencio todo el tiempo. Lo ignoró. Como si él no estuviese presente. Me correspondió hacer sus veces. Dos horas largas conversé con el presidente Xi Jinping".

La conclusión a la que llegó Leyva en su segunda carta

En la parte final de la carta, Leyva vuelve al tono más personal de su mensaje: "Reconozca presidente que esas desapariciones, extravíos y conductas insólitas son propias de una enfermiza condición. Ella, alimentada por un vicio suyo ya de notorio y público conocimiento. Es una tragedia personal suya pero también una tragedia para Colombia toda. Señor, es que usted sigue en la adicción".

"En sus últimas muy burdas entrevistas de recientes días dejó entrever con la suficiente claridad que tiene usted las características de una persona zafia. (...) Ya desde el exterior lo miran a usted señor con ojo auscultor. Y comienzan a tenerlo claro. El presidente de Colombia, país de la coca, cayó en la trampa: en el vicio. La enfermedad lo invadió presidente. Debe aceptarlo para bien del país", añade.

Y concluye: "Presidente Gustavo Petro Urrego: Llegó la hora de revisar su permanencia en la Presidencia de la República. Aspiré a decírselo personalmente. Imposible. Estoy convencido, sin embargo, que emocionalmente está usted preparado para ello porque en sus horas de plena conciencia, pero desesperado y en sus angustiosas soledades, y más, en depresiones ya sufridas por usted, seguro ha llegado a reexaminar su interior. (...) Hay que proceder prontamente. No hay tiempo que perder".