Austeridad en plata y ambiciones: lo que dejaron los primeros días del cónclave del alto Gobierno en Bogotá

Crédito: Presidencia de la República

15 Enero 2025 02:01 pm

Austeridad en plata y ambiciones: lo que dejaron los primeros días del cónclave del alto Gobierno en Bogotá

La difícil situación fiscal y el desafiante panorama en el Congreso para el trámite de las reformas marcaron el encuentro del gabinete del presidente Petro. La misión es mostrar hechos más que discurso en un año agitado por la campaña electoral.

Por: Andrés Mateo Muñoz

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Para el presidente Gustavo Petro es claro que ya no le alcanzará el tiempo de su mandato para cumplir todo su programa de gobierno. Dificultades políticas y fiscales hacen muy complicado que lo prometido se haga realidad antes del 7 de agosto de 2026. Por ello, el primer mensaje que el jefe de Estado le entregó a su gabinete en la reunión estratégica de comienzo de año fue la de incrementar la ejecución, audacia y compromiso por el proyecto progresista que representa.

“Para el presidente, su primer gabinete retrasó los planes por los perfiles liberales y tecnócratas que había ahí. Para este año necesita compromiso y ejecución”, dijo un funcionario que fue parte de la cumbre.

Aunque el ‘elefante en la habitación’ fue la posible salida de varios ministros para competir en las próximas elecciones, el tema no se tocó oficialmente. Más bien, hizo parte de charlas informales entre los funcionarios, como ha venido ocurriendo en las últimas semanas. De hecho, fue Laura Sarabia la encargada de despejar los fantasmas de un remezón en el cónclave.

"Cualquier decisión de cambio de gabinete o cualquiera de cambios en los ministerios o en las direcciones, es netamente del presidente y no es una que se discutirá en el gabinete", dijo Sarabia al finalizar el primer día de reunión.

Juan David Correa, Luis Gilberto Murillo y Omar Andrés Camacho.
Mientras esperaban la llegada del presidente Petro al primer día de reunión, los ministros aprovecharon para tener charlas informales. Crédito: Presidencia.

Y es cierto: el presidente no discute los ajustes de personal y mucho menos con el gabinete en pleno. Las cinco o seis salidas se producirán a cuentagotas en las próximas semanas, en tanto cada ministro saliente cumpla con las tareas pendientes. Sin embargo, algunos ya están ambientando su renuncia, como el canciller Luis Gilberto Murillo y el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano.

“Lo estoy pensando. Tengo una reunión con el presidente la próxima semana”, aseguró Lizcano este 15 de enero a Blu Radio.

La instrucción es 'hacer' dentro de las posibilidades fiscales

Con los ruidos de un nuevo recambio en el gabinete apaciguado por Sarabia –quien también podría dar el salto de la Casa de Nariño al sector privado–  el foco del cónclave estuvo en qué hacer y en cómo hacerlo con la peor situación presupuestal de los dos años y medio que lleva la administración Petro.

“No será nuestro pueblo el que pague las decisiones injustas y arbitrarias que se tomaron en su momento en el Congreso”, señaló el director de Planeación Nacional, Alexánder López.

En las próximas horas, López y el ministro de Hacienda, Diego Guevara, le presentarán a todas las carteras el decreto de aplazamiento de una partida del presupuesto por 12 billones de pesos, una figura contemplada en la ley en la que se mantiene este rubro total en 523 billones, pero se dejan en el congelador los 12 mientras se consiguen los recursos. En otras palabras, se suspende la ejecución de apropiaciones presupuestales hasta que no aparezca más plata.

Las esperanzas del Gobierno están en un nuevo trámite de la reforma tributaria que esta vez sí tenga éxito. Sin embargo, esto dependerá de los buenos oficios del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien también está en el sonajero de posibles salidas. Además, las comisiones económicas del Senado y la Cámara se convirtieron en las protagonistas de las pesadillas del Ejecutivo.

Por ello, el plan b del Gobierno pero con cara de plan principal es apostarle a la austeridad. Las primeras instrucciones se dieron para reducir el número de contratistas y los gastos en viajes y fiestas.

Pero el panorama desafiante en el Congreso no sólo es para la reforma tributaria, sino también para otros proyectos priorizados. Por un lado, la discusión de la reforma a la salud se retomará en la plenaria de la Cámara en sesiones extraordinarias luego del fracaso de la prórroga que se hizo en diciembre pasado. El debate tendrá el ingrediente de la crítica situación del sistema.

Por otro lado, la reforma laboral debe superar la prueba de la Comisión Séptima del Senado, que ya le hundió al Gobierno la primera versión de la reforma a la salud. Este proyecto debe discutirse en su totalidad antes de junio o se hundirá por falta de trámite.

La reunión del alto Gobierno terminará en la noche de este 15 de enero en la Casa de Nariño, pues todavía faltan por pasar al tablero las direcciones dedicadas a temas de paz, el Ministerio de Minas y el Ministerio de Salud. Se espera que una vez finalizada la jornada se publiquen las conclusiones y el cronograma a seguir en este 2025.

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