Cárcel para los policías capturados por chuzar a la niñera de Laura Sarabia
Tres policías de la SIJIN y un capitán de la DIJIN, fueron enviados a la cárcel.
Crédito: Foto: Yamith Mariño
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La juez de garantías dijo que, en libertad, los uniformados representan un peligro para el desarrollo del proceso.
Por: Sylvia Charry
Una juez de Bogotá envió a la cárcel a los cuatro policías capturados por estar involucrados en las chuzadas a la niñera Marelbys Meza y a la empleada doméstica Fabiola Perea, empleadas de Laura Sarabia, exjefa de Gabinete y ahora directora del Departamento de Prosperidad Social.
Para profundizar
Se trata del intendente Alfonso Quinchanegua, los patrulleros Jhon Fredi Morales Cárdenas y la patrullera Dana Alejandra Canizales, adscritos a la Sijín de Bogotá, y del capitán de la DIJIN Carlos Andrés Loaiza Correa. Los cuatro se declararon inocentes de los delitos de falsedad ideológica en documento público, fraude procesal y violación ilícita de comunicaciones.
Según la Fiscalía, el 1 de febrero, el intendente Alfonso Quinchanegua y el patrullero Jhon Fredi Morales Cárdenas, adscritos a la Sijin de Bogotá y ambos capturados por el caso de las chuzadas a las empleadas de Laura Sarabia, le pidieron a la fiscal Maribel Alcira Morales, que investigaba el hurto de dinero de la casa de Sarabia, que interceptara a la niñera Marelbys Meza. En ese momento, la funcionaria dijo que no existían “motivos fundados” para hacerlo y rechazó la solicitud.
Dos días después, aparecieron con el testimonio de una fuente no formal –ya capturada– según la cual un tal alias Pini, quien salía con una mujer mayor, hablaba de cambiar unos dólares producto de "una vuelta" que había hecho "en el norte de Bogotá".
La información, según los patrulleros, era suficiente para ordenar la interceptación, tal como lo hizo la fiscal.
La patrullera Dana Alejandra Canizales Bonilla, también capturada, fue la que suscribió el formato de fuentes no formales, en el que registraba que “una persona de sexo masculino se había acercado el día 2 de febrero de 2023 a las instalaciones de la Sijin Mebog y le había indicado que se encontraba inscrito como fuente con el código (equis) y que le había entregado información relacionada con un hurto en un edificio del barrio La Colina”.
Los hechos encajaban de manera perfecta con el caso recientemente asignado a Quinchanegua y Morales y, por eso, le solicitaron a la fiscal del caso, en un primer informe, que interceptara a Marelbys Meza.
Casi de manera simultánea, el 30 de enero, según la investigación, integrantes de la DIJIN de la Policía Nacional elaboraron un informe con base en información entregada por una fuente no formal que indicaba la necesidad de intervenir los teléfonos de la exniñera Meza y la empleada Perea, con el falso argumento de que hacían parte del Clan del Golfo.
Con este documento, los uniformados indujeron en error a un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales, con sede en Chocó, que obtuvo ante un juez de control de garantías autorización para interceptar las comunicaciones de las dos mujeres que no tenían nada que ver con lo que estaba plasmado en el informe de policía judicial.
Por esa interceptación de Chocó es que no pudieron interceptar a Marelbys Meza en el proceso en el que la tenían como sospechosa del hurto del dinero. La línea rebotó y ahí explotó el escándalo de las chuzadas que reveló CAMBIO.
Los policías capturados aseguran que son inocentes y que fueron las fuentes no formales las que les dieron la información falsa por una supuesta intención de “entramparlos”. La Fiscalía ganó la primera batalla de lograr que comparezcan al proceso desde la cárcel.