Cese de hostilidades dentro del Partido Liberal

El debate de la reforma a la salud profundizó las divisiones internas dentro del Partido Liberal, a tal punto que en abril pasado 18 representantes de esa colectividad se declararon en rebeldía contra César Gaviria y decidieron apoyar el proyecto del Gobierno.

La división dentro de ese partido tiene antecedentes en la campaña presidencial del año pasado, cuando un grupo de liberales ‘progresistas’ decidieron apoyar a Gustavo Petro, mientras que la dirigencia nacional, encabezada por el propio Gaviria, aterrizó en la campaña de Federico Gutiérrez. La fisura se logró contener en los albores del Gobierno de Petro. La participación en la nómina de ministerios y entidades y la declaratoria del partido como parte de la coalición de Gobierno conjuró la división, pero el debate de la reforma a la salud desnudó la crisis del partido.

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Sin embargo, las aguas en las toldas rojas parecen estar apaciguándose nuevamente. El pasado 17 de mayo, 44 congresistas liberales almorzaron en el apartamento de César Gaviria con el objetivo de limar asperezas y analizar la postura de la colectividad frente a las reformas y las elecciones de octubre.

Producto de ese encuentro, los liberales rebeldes, que suman cerca de 25 congresistas, llegaron a un acuerdo con Gaviria para cesar las hostilidades dentro del partido. La negociación consistió en que los legisladores no seguirán cuestionando públicamente a Gaviria a cambio de que la bancada quede en libertad para votar los proyectos del Gobierno.

Prueba de ese acuerdo está que el Partido Liberal decidió mantenerse por el momento dentro de la coalición de Gobierno y no irse a la independencia como el Partido de la U y el Partido Conservador. La reunión de bancada para tomar esta decisión quedó aplazada indefinidamente. Eso permitió que la reforma a la salud superara su primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara que contó con los cuatro votos liberales.

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Eso sí, la libertad que tienen ahora los congresistas liberales no implica que van a apoyar todas las iniciativas del Gobierno de Petro. Por ejemplo, CAMBIO conoció que frente a la reforma laboral, la cual está próxima a comenzar su trámite en la Comisión Séptima de la Cámara, no hay apoyo de los congresistas liberales que tienen asiento en esa célula legislativa. Por esa razón, en el orden del día de la sesión del próximo 25 de mayo no está la reforma laboral, pues el Ejecutivo sigue adelantando reuniones con los gremios y las bancadas para buscar apoyos y garantizar mayorías antes de que el proyecto sea debatido.

Otro de los factores que deben tener en cuenta los liberales es la sanción inmimente del Consejo Nacional Electoral hacia ese partido por no haber realizado todavía la convención nacional a la que está obligado constitucionalmente. Ese encuentro tendrá que realizarse en un mes o el Partido Liberal podría perder su personería jurídica. La convención nacional abre la posibilidad para que César Gaviria salga de la dirección del partido y pueda llegar un nombre más cercano a las facciones progresistas. Frente a esa amenaza, el expresidente tendrá que hacer lobby en su propio partido para mantener su posición de poder.