¿Cómo podrá Kamala Harris ganar el voto masculino este 5 de noviembre?

¿Podrá Kamala Harris romper el techo de cristal y convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos, la principal potencia financiera y militar del planeta? Esa es una de las preguntas que gravitan en el ambiente de cara a lo que puede suceder este 5 de noviembre.

“Romper barreras implica romper cosas. Y cuando rompes cosas, es posible que te cortes. Podrías sangrar. Puede que sea doloroso. Y valdrá la pena, todas y cada una de las veces”, ha dicho Harris.

El 20 de enero de 2021, Harris se convirtió en la primera mujer y la primera persona afroamericana o de ascendencia asiática en ocupar el cargo de vicepresidenta de Estados Unidos.

Sin embargo, no ha sido la única vez que ha superado barreras a lo largo de su carrera.

Su trayectoria está marcada por varios hitos: fue la primera fiscal de distrito de la ciudad de San Francisco y la primera mujer afroamericana en ser elegida fiscal general en California, lo que más tarde la llevó a ser senadora de Estados Unidos.

Ahora, Harris tiene la oportunidad de alcanzar un nuevo logro: convertirse en la primera mujer en llegar a la Casa Blanca.

Un desafío adicional: ganar el voto masculino

En este propósito, surge una cuestión aún más específica: ¿cómo convencer a los hombres de que le otorguen su voto? A pesar de los avances, amplios sectores de la sociedad siguen teniendo reservas para hacerlo.

Manuel Camilo González, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, señala que Kamala Harris enfrenta una gran desventaja frente al electorado masculino, particularmente el votante blanco.

Según González, este grupo ha apoyado históricamente al Partido Republicano. Además, la polarización en torno a los derechos reproductivos y las demandas de igualdad de género ha intensificado aún más las divisiones, incluso entre los hombres jóvenes.

Una de las estrategias clave de Harris ha sido colocar a Tim Walz, candidato a la vicepresidencia, al frente de la captación de este electorado.

Walz, gobernador del oeste medio, conoce bien la precarización económica de esta región del país.

En lugar de profundizar las diferencias en torno a los derechos reproductivos, la campaña busca conectar con los votantes masculinos a través de propuestas de empleo y prosperidad económica, temas que preocupan especialmente a la población masculina desempleada.

Campaña en los medios y eventos enfocados en ellos

Dorian Kantor, profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana y experto en la política de Estados Unidos, anota que Harris también ha redoblado esfuerzos en los medios de comunicación, apareciendo en formatos no tradicionales, como podcasts.

Fue entrevistada por figuras como Charlamagne tha God y Howard Stern. En una reciente entrevista con Bret Baier en Fox News, Harris mostró firmeza al no dejarse dominar por el presentador.

Incluso se mencionó de manera natural de la posibilidad de participar en un podcast de Joe Rogan, una figura mediática vinculada a la alt-right.

Además, la campaña ha organizado eventos específicos para hombres, como reuniones virtuales bajo los lemas "Men for Harris", "Dads for Kamala" y "Win With Black Men".

La selección de Walz como compañero de fórmula también responde a este objetivo: su experiencia como entrenador de fútbol y su estilo cercano le permiten conectar con el electorado masculino, suavizando los prejuicios de género aún presentes en la sociedad estadounidense.

La campaña de Harris se apoya también en el respaldo de artistas como John Legend, Marc Anthony y Usher, deportistas como Jerome Bettis y Joe Greene, así como empresarios influyentes como Mark Cuban.

Estos apoyos buscan crear condiciones para que los hombres que se sienten desencantados con Donald Trump, especialmente por su papel en la insurrección del 6 de enero, consideren votar por Harris.

Harris ha trabajado además con figuras del ámbito republicano, como la excongresista Liz Cheney y el exvicepresidente Dick Cheney, quienes han mostrado su apoyo.

No obstante, las encuestas indican que Harris enfrenta dificultades para atraer a los votantes afroamericanos masculinos, por lo que en las últimas jornadas intensificó sus esfuerzos para conectar con este segmento.

El desafío de género en las elecciones presidenciales

Como se observó en 2016, el electorado estadounidense tiene un problema de género en las elecciones presidenciales.

Los republicanos han intensificado su narrativa en torno a la "masculinidad frágil", especialmente en debates sobre personas transgénero, y presentan a Trump como un ejemplo de "masculinidad fuerte".

En 2016, el científico cognitivo George Lakoff predijo que la cultura política de Estados Unidos aún no estaba preparada para una candidata femenina, debido a una visión jerárquica basada en la supremacía masculina.

Esta misoginia, como describió la columnista del Washington Post Petula Dvorak, sigue profundamente arraigada en la cultura estadounidense.

Es la misma razón por la que Hillary Clinton fue rechazada por muchos hace ocho años, y por la que Kamala Harris aún enfrenta dificultades para ganarse el voto masculino.

Ildikó Szegedy-Maszák, directora de la Maestría en Derecho Económico en la Universidad Javeriana, concluye que, para lograr este objetivo, Harris debe insistir –como lo ha hecho– en las horas que quedan para la jornada decisiva en dos puntos:

1.    Demostrar su capacidad para liderar políticas económicas que impulsen el desarrollo del país.

2.    Fortalecer su imagen como líder en la lucha contra el crimen, tanto organizado como común.