
Con el himno nacional de fondo, ese jueves de 1991 se proclamó la décima constitución en la historia de Colombia.
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La Constitución de 1991 tres décadas después: ¿cuáles han sido sus hitos, avances y transformaciones clave?
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El 4 de julio de 1991, Colombia dio un paso histórico con una nueva Constitución que prometía la consolidación del Estado Social de Derecho. En un nuevo aniversario de la carta política, CAMBIO consultó a expertos para analizar sus principales logros.

Con el himno nacional de fondo, los 70 delegados elegidos por voto popular que integraron la Asamblea Nacional Constituyente proclamaron en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional la nueva Constitución Política de Colombia: la décima carta magna en la historia del país, promulgada en un contexto de violencia,pero también de esperanza por la renovación democrática.
La interpretación del himno nacional por parte de la Orquesta Sinfónica dotó al acto de ese jueves mayor solemnidad y simbolismo. Sin embargo, más de tres décadas después del día en el que comenzó a regir la más reciente Constitución, diversos sectores exigen que el país supere el simbolismo y logre traducir los principios consagrados en la carta en transformaciones reales.
“La tarea aún no culmina. Ahora tenemos que demostrar que aquello que soñamos y por lo cual tanto soñamos no solo es posible en un texto constitucional, sino también en la realidad. Lo que ha quedado claro es que, bajo la nueva carta, no ha quedado espacio para la violencia política”, indicó el entonces presidente Cesar Gaviria en la promulgación formal de la nueva Constitución Política.

En contraste con el reconocimiento del ahora presidente del partido Liberal sobre las garantías de la carta magna para eliminar la violencia política, el precandidato y senador Miguel Uribe Turbay aún permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Santa Fe, en medio de su proceso de recuperación tras recibir múltiples disparos durante un acto político. Por eso, aún persiste la preocupación sobre la distancia entre los principios constitucionales y la realidad del ejercicio democrático en el país.
Tras siete gobiernos presidenciales, la Constitución de 1991 aún enfrenta desafíos importantes, como la implementación efectiva de los derechos sociales, el acceso equitativo a la justicia y la lucha contra la corrupción. No obstante, pese a estos incumplimientos, expertos consultados por CAMBIO reconocieron los destacados avances alcanzados con la carta.
Cinco hitos de la Constitución de 1991, que se mantienen como pilares de transformación
Reconocimiento del Estado social de derecho
El constitucionalista y decano del Colegio Jurídico y de Ciencias Sociales, Hernán Olano, destacó como un paso fundamental alcanzado con la Constitución de 1991 el tránsito del Estado de derecho al Estado social de derecho, tras consagrar un modelo que no solo reconoce libertades individuales sino que también impone la obligación de garantizar condiciones mínimas de dignidad, equidad y justicia social.
El reconocido jurista, quien se desempeñó como secretario general de la Corte Constitucional tras la promulgación de la carta política, destacó que el reconocimiento del Estado social de derecho permitió que los ciudadanos fueran considerados como eje central del ordenamiento jurídico mediante la defensa de sus derechos fundamentales bajo los principios de solidaridad y dignidad humana.

El abogado con doctorado en Derecho de la Universidad de Salamanca (España) y exregistrador nacional, Juan Carlos Galindo, por su parte, destacó que la Constitución sentó las bases para modernizar el Estado colombiano, impulsando procesos de descentralización y de fortalecimiento institucional que han sido clave en los últimos 30 años.
Por otra parte, Galindo reconoció el fortalecimiento del sistema electoral colombiano alcanzado tras la Asamblea Nacional Constituyente. Con su décima Constitución, el país logró -según el registrador- implementar mecanismos más transparentes y confiables para contribuir a consolidar la democracia y la legitimidad de las instituciones.
Ampliación y protección integral de los derechos fundamentales
El magíster en Derecho y exregistrador delegado en lo electoral Alfonso Portela explicó que la Constitución de 1991 representó un avance decisivo al ampliar el catálogo de derechos fundamentales y establecer mecanismos efectivos para su protección, como la acción de tutela: una herramienta rápida y efectiva que les permite a los ciudadanos defender sus derechos ante posibles vulneraciones.

En diálogo con CAMBIO, Portela enfatizó en que esta ampliación de derechos no solo consolidó los civiles y políticos, sino que también incorporó derechos sociales, económicos y culturales. En ese sentido, reiteró que la carta política ha servido como para responder a nuevas demandas sociales, fortaleciendo la justicia social y garantizando un acceso más equitativo.
Por su parte, el decano Hernán Olano afirmó que la protección de los derechos fundamentales bajo la Constitución de 1991 no se limita al ámbito jurisdiccional, sino también al político, lo que significa que el Estado está obligado a garantizar su cumplimiento desde todos los frentes bajo el principio de aplicación inmediata de derechos fundamentales.
Tránsito hacia la democracia participativa y mecanismos para fortalecer la inclusión ciudadana
La Constitución que rige en el país desde julio de 1991 marcó un cambio significativo hacia una democracia más participativa, estableciendo instancias que permiten a los ciudadanos incidir directamente en las decisiones públicas. Mecanismos como el referendo y la consulta popular abrieron la puerta para que la participación fuera algo más que una simple rutina electoral cada cuatro años, invitando a la gente a involucrarse de manera activa en asuntos de interés nacional.

El profesor de Derecho y consultor internacional David Varela dice que estos mecanismos han fortalecido la democracia al ampliar el espacio para la deliberación y la toma de decisiones colectivas con el fin de permitir que voces históricamente silenciadas sean escuchadas y consideradas en la construcción de políticas públicas más representativas.
El constitucionalista Hernán Olano, a su vez, destaca la consolidación de mecanismos como el cabildo abierto y la revocatoria del mandato en la configuración de un sistema que reconoce al pueblo como poder constituyente primario. En ese sentido, subraya que esas modificaciones en la carta política permiten superar el modelo exclusivamente representativo en el que los ciudadanos se limitaban a elegir a sus gobernantes y esperar a que concluyeran sus respectivos periodos.
Reconocimiento, protección y garantías para la diversidad étnica y cultural
El centro de estudios jurídicos y sociales Dejusticia reconoce la defensa de la diversidad como uno de los mayores hitos de la Constitución de 1991. De hecho, la organización dedicada a la defensa del Estado social de derecho considera que la carta política permitió comenzar el tránsito de una sociedad homogeneizante y excluyente hacia una plural, diversa y respetuosa de las identidades culturales.

“Se logró superar la idea de que la construcción del orden nacional solo podía hacerse por la imposición de valores homogéneos como la religión católica, desde un centro de poder, a la tentativa de elaborar colectivamente una identidad nacional a partir del reconocimiento de nuestra enorme diversidad cultural, étnica y regional”, explica el centro de estudios.
Para el exregistrador Portela, los avances en materia de diversidad étnica y cultural en la Constitución de 1991 van incluso más allá. Según él, la carta permitió definir mecanismos jurídicos para potenciar las diversidades y adoptar acciones estructurales en favor de grupos históricamente marginados, reconociendo su papel en la construcción del Estado.
Hernán Olano se suma a la idea y agrega que la Constitución planteó derechos específicos para los pueblos indígenas, afros y raizales, así como en el reconocimiento de su jurisdicción especial. En ese sentido, destacó la importancia de reconocer sus sistemas normativos propios como muestra de expresión de autonomía y pluralismo jurídico.
Creación de la Corte Constitucional
El jurista Juan Carlos Giraldo explica que uno de los hitos más importantes de la Constitución de 1991 corresponde a la creación de la Corte Constitucional, concebida como guardiana de la carta política y garante de los derechos fundamentales en un país en el que históricamente los abusos de poder, la desigualdad y la exclusión han debilitado la confianza en las instituciones.

El actual presidente de la Corte Constitucional, Jorge Ibáñez, ha reiterado que la creación del alto tribunal representó un avance crucial para garantizar la protección efectiva de los derechos fundamentales, el control del poder público y la defensa de la supremacía de la constitución en el territorio nacional.
Para el profesor de Derecho David Varela, la creación de la Corte Constitucional y la reorganización de las ramas del poder público también permitió salvaguardar la integridad de la constitución, al establecer un sistema de pesos y contrapesos más equilibrado, que permite garantizar que ninguna autoridad esté por encima del orden constitucional.
Finalmente, todos los expertos consultados por CAMBIO coinciden en que, pese a los compromisos pendientes por cumplir y a los desafíos que aún enfrenta el país, la Constitución de 1991 marcó un antes y un después en la historia del país. En sus intervenciones, reiteran que, si bien aún hay caminos por recorrer en materia de equidad, justicia social y participación efectiva, treinta años después, la carta conserva su espíritu y sigue presente en las luchas cotidianas por hacer realidad lo que se consagró sobre el papel.
