De asesinato a muerte natural: ¿un crimen encubierto por la Fiscalía?
30 Julio 2023

De asesinato a muerte natural: ¿un crimen encubierto por la Fiscalía?

La historia de la muerte del señor Jairo Jesús Silva pasó de ser un homicidio a una muerte natural.

Crédito: Jorge Restrepo H.

Hace dos años y medio, la Fiscalía concluyó, con base en evidencia forense, que un detenido había sido torturado y asesinado mientras estaba en custodia del CTI. Ahora niega sus propias pruebas, dice que el hombre murió por causas naturales y pide investigar a la médica legista. Un exdirector de Medicina Legal ,no involucrado en esta investigación, le dijo a CAMBIO que lo que quiere hacer la Fiscalía es una “grosería”.

Por: Sylvia Charry

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Carlos Valdés fue ocho años director de Medicina Legal y es uno de los mayores expertos en medicina forense que tiene el país. Por petición de CAMBIO, el doctor Valdés revisó un comunicado de la Fiscalía en el que informa que no hubo crimen en el caso de Jairo Jesús Silva Rivera, lo contrastó con la necropsia y con las imágenes del levantamiento del cadáver y concluyó que lo que dice el ente investigador es contraevidente: “Yo leí la necropsia. La miré muy bien y es aterrador. Es indudable que allí se cometió tortura (...) Hay hematomas a nivel del cuello que muestran que lo tenían sujeto por el cuello. La persona muere en un estado de dolor y sufrimiento (...) “No, no, no, no, no. Eso es una grosería (…) es imposible”, dijo Valdés. 

La médica forense Natalia Paulina Osorio Granados, que revisó los protocolos de levantamiento del cadáver y realizó la autopsia, entregó sus conclusiones en diciembre de 2020, señalando que Jairo Jesús Silva Rivera fue víctima de “muerte violenta-homicidio”, y que antes fue sometido a torturas. Lo curioso es que este jueves 27 de julio, dos años y siete meses después, y justo cuando CAMBIO empezaba una investigación por las circunstancia del deceso, la Fiscalía publicó un comunicado diciendo que el detenido murió por causa natural y que la médica que dictaminó lo contrario debe ser investigada por el Tribunal Ético de su profesión. Aún más llamativo resulta que, para llegar a esa conclusión, la Fiscalía se basó únicamente en unas muestras de tejido que se habían conservado desde la autopsia.


“Es imposible que puedan desvirtuar hechos macroscópicamente descritos como una fractura. La fractura no la desvirtúa un estudio histopatológico, las hemorragias múltiples descritas en el protocolo de necropsia no las desvirtúa un estudio histopatológico. Allí había sangre en el canal medular. Eso es grave”, concluyó el médico forense Carlos Valdés, quien subraya que, para llegar a las nuevas conclusiones de la Fiscalía, habría hecho falta revisar el esqueleto del occiso. “¿Por qué no exhuman el cadáver y revisan directamente la vértebra?, y veamos si la columna vertebral estaba o no fracturada, si la primera y la segunda vértebra estaban luxadas”, dijo.

En respuesta escrita a unas preguntas de CAMBIO, la Fiscalía reconoció: “No, el cadáver no fue exhumado”; pero, explicó, tres expertos de Medicinal Legal y la forense encargada de la necropsia revisaron las fotos de la necropsia.

El extraño caso de Jairo Jesús Silva Rivera

El caso de Jairo Jesús Silva Rivera ocupó desde el primer momento la atención del fiscal general, Francisco Barbosa, porque se trata del padrastro de una antigua asesora suya, quien pidió ayuda por las extrañas circunstancias de la muerte. Silva Rivera había sido capturado dentro de un proceso por contrabando y fraude aduanero junto con otras tres personas en Barranquilla y ocho más en el resto del país. Los detenidos en Barranquilla no fueron a una cárcel común sino al batallón Paraíso, en donde estaban custodiados por los agentes del CTI Juan Carlos Huertas, John Bejarano, Johan Riaño y Gabriel Quemba. 

De acuerdo con la declaración de los hombres del CTI, el detenido súbitamente empezó a vomitar y cayó sobre su colchón, por lo cual decidieron llevarlo al dispensario del cuartel, pero a ese lugar llegó muerto. La narración de los técnicos judiciales no concuerda con el informe forense, que encontró que la causa de la muerte fue compresión del cuello con trauma cervical severo.


La propia Fiscalía consignó en la indagación que Jairo Jesús Silva “fue sujetado de cara, de sus brazos, golpeado en pecho y asfixiado mediante estrangulamiento, por compresión de cuello contundente severo en región cervical, con luxación de la articulación entre la primera y la segunda vértebra cervical y a nivel de la séptima vértebra cervical, con compromiso medular espinal”.

Inicialmente, el 11 de febrero de 2021, el comunicado de la Fiscalía señaló que “se logró establecer que la causa de su muerte fue violenta”, pero este jueves otro comunicado señala “sin lugar a ninguna duda, que no se trató de una muerte violenta, y que, por el contrario, corresponde a causas naturales”, porque Jairo Jesús Silva padecía “diabetes mellitus tipo 2, cirrosis hepática, trombosis mesentérica y un infarto agudo de miocardio”. 

Ni la diabetes, ni la cirrosis, ni la trombosis, ni el infarto causan fracturas en el cuello. CAMBIO empezó a preguntar por el caso el 6 de julio y el 12 se realizó el estudio microscópico o histopatológico. Es decir, la prueba reina solo fue efectuada dos años y siete meses después, cuando los periodistas preguntaron por el tema.

El proceso, que lo había manejado inicialmente el fiscal Mario Burgos, ahora está en manos del fiscal Willington Ortiz Páez, quien afirmó que hasta el momento no ha tomado una decisión de fondo, que primero debe analizar las nuevas evidencias forenses y si es el caso, declarar el archivo del expediente.

Sin embargo, cabe preguntarse por qué la celeridad en producir un comunicado asegurando que no hubo homicidio si el fiscal a cargo de la investigación aún no ha llegado a esa conclusión.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí