‘Nunca más vuelvo a ese hospital': el drama de los rurales y el salvavidas en el Congreso

Entre 2015 y 2023 renunciaron 2.218 rurales en todo el país, según cifras del Ministerio de Salud.

Crédito: Colprensa.

29 Noviembre 2024 07:11 pm

‘Nunca más vuelvo a ese hospital': el drama de los rurales y el salvavidas en el Congreso

Muchos profesionales que deben hacer el servicio social obligatorio (SSO) tienen condiciones indeseables: jornada interminable, pagos a más de 90 días y el miedo a renunciar. Para hacerle frente, en el Congreso hay un proyecto de ley que busca corregir la norma actual y dignificar esa labor.

Por: Claudia M. Quintero

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“Los rurales no tenemos derechos. Si te das cuenta, no hay forma de sanción, no hay forma de asegurar nuestros pagos oportunos, las causas de exoneración son mínimas, son varias cosas que no obligan al ente que te contrata a que te tratan como un médico general”, aseguró un joven que lleva cuatro meses de su rural en la alta Guajira, a más de tres horas de distancia del hospital de mayor complejidad. 

El joven, que prefirió no revelar su nombre porque aún le quedan ocho meses en ese lugar, es médico y le fue asignada esa plaza en el sorteo Servicio Social Obligatorio (SSO).  En su centro de salud no tiene relevos, debe atender consultas, urgencias y hacer control de sus pacientes. No tiene luz las 24 horas del día, no hay un desfibrilador, ambulancia, muchas veces se ha quedado sin oxígeno y dijo, por ejemplo, que no tiene cómo mantener viva a una persona por más de media hora.

La situación de él no es la única. Tres médicos más con los que conversó CAMBIO detallaron situaciones similares. Además, como contamos en febrero de este año, también pasa en lugares como Buenaventura, algunos municipios de Antioquia, Quindío y en otras regiones del país. 

Además de las condiciones mínimas con las que cuentan algunos hospitales, también hay problemas con los horarios interminables de estos médicos e incluso denuncian que no les pagan la seguridad social. 

Otra joven que hizo su rural el año pasado en el departamento del Cesar aseguró que luego de llevar seis meses en el hospital, un día se enfermó, fue a urgencias y descubrió que no estaba afiliada a ninguna EPS. Es decir, sí le descontaban, pero nunca supo a dónde se fue el dinero, porque no tenía acceso a ninguna promotora. Dijo que fue de las peores experiencias de su vida: “Yo quedé tan traumatizada, que terminé el rural y les dije a mis papás que, aunque ese fuese mi pueblo, nunca iba a volver a ese hospital”, aseguró. 

Los focos del problema: vacíos en la reglamentación

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Foto: Colprensa. 

Muchas de esas situaciones se permiten por vacíos en la norma, según denuncian médicos e integrantes de asociaciones médicas. El SSO en Colombia actualmente está reglamentado en la resolución 0774 de 2022 y lo que hace es poner las reglas de juego del rural: quiénes pueden solicitar rurales, qué deben cumplir, qué profesionales pueden pedir la exoneración del SSO, etcétera. 

De acuerdo con Andrés Salcedo, médico, estudiante de maestría en Salud Pública e integrante de la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) de la representante Jennifer Pedraza, han detectado problemas en esa regulación. 

Primero, habló de la dificultad en la solicitud de plazas. La resolución establece que las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) que soliciten una plaza, es decir, que digan que necesitan tener a un rural, deben cumplir con ciertos requisitos.

La dificultad es que la aprobación es indefinida, no hay una revisión de que se sigan cumpliendo esos requisitos. Entonces, muchas veces eso permite que se dejen de pagar los salarios en largos periodos y que no se pague la seguridad social, entre otros. 

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Para que un hospital pierda esa plaza, tienen que presentarse casos documentados de que no se asignaron rurales o que se presentaron irregularidades como salarios que pagan luego de más de 90 días. Y, entre los rurales se sabe que algunos hospitales suelen demorarse todo ese tiempo en pagar los salarios. Según el médico, en 2022 el ministerio no sancionó a ninguna entidad y en 2023 solo se sancionó a una entidad en Buga, Valle del Cauca. 

El problema es que muchas veces los rurales no denuncian ante las secretarías de Salud. Como le dijo una persona a CAMBIO: “preferí comer mi**** todo el año que tener problemas con ellos, porque te amenazan con poner quejas y atrasar todo tu proceso”. 

Por otro lado, Salcedo detalló que muchas veces esos jóvenes se enfrentan a la dificultad y al parón que implica renunciar al SSO. Primero, porque la resolución establece que aquellas personas que renuncien sin justificación quedan inhabilitadas por nueve meses para volver a presentarse a una nueva convocatoria.

¿Por qué es grave esto? Primero, porque todas las personas a las que se les asigna el rural, solo pueden tener su tarjeta profesional cuando lo terminan. Entonces, si renuncia, no puede trabajar y, en los casos de medicina, tampoco puede inscribirse en una especialidad hasta tener resuelto el SSO. Eso queda completamente explícito en el artículo 39 de la resolución. Pese a eso, Salcedo mencionó que “entre 2015 y 2023 renunciaron 2.218 rurales en el país”. 

‘El salvavidas en el Congreso’

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Foto: Colprensa. 

Para hacerle frente a esa situación, en el Congreso se presentó un proyecto de ley que busca establecer lineamientos más claros frente al SSO. Básicamente, el articulado pretende mejorar las condiciones de quienes deben hacer el rural. 

La iniciativa, de la representante Jennifer Pedraza y el senador Fabián Díaz, agrega nuevas causales para la exoneración del rural, entre ellas cuando se tenga un diagnóstico de alguna enfermedad de salud mental, cuando tenga personas bajo su cuidado, cuando se es víctima de violencia física, psicológica o de género. 

El articulado también establece que la aprobación de plazas será por un periodo de seis meses. Es decir, ya no será indefinidamente. También establece que una entidad podrá perder una plaza si paga los salarios a más de 30 días. 

“El proyecto de ley apunta a que el profesional de la salud no se vea obligado a situaciones inhumanas laboralmente y tenerlo amarrado. También le apuntamos a apretar a las plazas de rural. Al menos cada seis meses deben presentar un certificado de que tienen los recursos para pagar esas plazas”, detallaron del equipo de la representante Jennifer Pedraza. 

Los efectos de mejorar las condiciones de los rurales 

Para Andrés Vecino, profesor e investigador sobre el sistema de salud, es claro que los rurales trabajan en condiciones crónicas y “es fundamental mejorar esas condiciones, porque estamos muy mal en las cifras del personal de la salud”. En ese sentido, apostarle a mejorar sus condiciones implica tener más profesionales y un mejor servicio. 

Eso sí, Vecino cree que uno de los grandes retos que se tiene está en las finanzas del sistema de salud. Porque es claro que lo que hacen las IPS está mal, pero con un contexto de recursos escasos, “bajo esta regulación es posible que muchas plazas se dejen de abrir”. Sin embargo, eso no es una razón para no mejorar las condiciones. 

En ese mismo sentido opinó Paúl Rodríguez, experto en salud pública. Para él, aunque esos cambios podrían asustar e implica un mayor gasto laboral, es claro que otorga un piso mínimo a las condiciones que se deben tener. 

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