
¿El testimonio del prestamista de Sneyder Pinilla no convenció?: será investigado por lavado de activos
El exsenador liberal Pedro José Castro Espinosa, prestamista de Sneyder Pinilla.
Crédito: Foto: Alejandra Bonilla
Pedro José Castro Espinosa trató de explicarle a la justicia que le prestó 4.000 millones de pesos a Pinilla sin contraprestaciones. Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia compulsó copias de su declaración a la Fiscalía porque considera que hay mérito para investigarlos a él y a una familiar que transportó los dineros.
Por: Redacción Cambio

Cuando llegó, el pasado 22 de enero, pocos advirtieron de quién se trataba. Ni siquiera los periodistas que rodeaban la sede de la Corte Suprema de Justicia identificaron al hombre a quien Sneyder Pinilla había mencionado tantas veces como su "prestamista": el empresario y exsenador liberal Pedro José Castro, que acudió para rendir su declaración ante el despacho del magistrado Francisco Farfán. Allí narró cómo fue la ruta del préstamo que hizo a Pinilla: el mismo que fue usado para pagar los sobornos de la UNGRD.
Castro, de 72 años, nació en Boston, Estados Unidos. Estudió arquitectura en la Javeriana y es dueño del edificio donde funciona el hotel Augusta, en el centro de Bogotá. Además, fue senador suplente de Fernando Londoño en tiempo de la Constituyente de 1991 y trabajó en la Alcaldía de Cali durante la administración de Apolinar Salcedo. Hoy, Castro figura como representante legal de la empresa AAJJ Castro & Compañía S. en C., dedicada a actividades inmobiliarias y construcción.
Pedro José Castro, a la salida de la declaración en la Corte Suprema.
Castro, luego de exponer su perfil, le contó al magistrado que se conoció con Sneyder Pinilla en 2022 y que, un año después, le prestó los 4.000 millones de pesos con la única garantía de que pagaría el 2,3 por ciento de intereses y de que “era un funcionario y era soñador”.
¿Cómo consiguió los dineros?
Como José Castro solo tenía 1.200 millones de pesos debajo del colchón, tuvo que pedir prestados 2.800 millones a Hernando Ramírez Londoño, un amigo suyo que es agricultor y ganadero en el Valle del Cauca. Ramírez se los prestó con un interés del uno por ciento y le dio la plata en efectivo, en Cali, a una familiar de Castro.
Fue entonces cuando apareció su primer enredo. Según contó en la Corte, su cuñada, hermana de su esposa, llevó los 2.800 millones de pesos desde Cali a Bogotá en un equipaje que le entregó a Castro en la capital y cuyo contenido supuestamente desconocía.
Castro explicó que los dineros los entregó a Pinilla en dos días distintos y esas entregas llamaron la atención de los investigadores. Aunque supuestamente Castro ya tenía los 4.000 millones de pesos en su casa, decidió hacer la repartija a cuentagotas.
El 11 de octubre le pasó los primeros 1.500 millones de pesos. Ese día, supuestamente, le hizo firmar una letra como garantía por el total del préstamo: 4.000 millones de pesos.
Luego, dos días después, se vieron en Plaza España, en el centro de Bogotá. Allí le llevó 1.500 millones de pesos en efectivo. Cuando Pinilla los contó, advirtió que faltaban 50 millones. Por esta razón, quedaron en encontrarse ese mismo día en la noche en el edificio Epicentro, en el norte de Bogotá, para entregar el restante. Allí, sobre las 7 de la noche, Castro le entregó a Pinilla 1.080 millones de pesos: los 50 que faltaron en la tarde más 1.030 millones de pesos, para un total de 4.030 millones de pesos.
Una de las revelaciones del prestamista fue que no fueron 4.000 sino 4.030 millones de pesos los que le entregó a Pinilla. Los 30 restantes fueron una suerte de regalo para Pinilla: “una comisión” a la que jamás ha Pinilla no se ha referido ante la justicia.
Castro afirmó que nunca supo para qué eran los dineros que le pidió Pinilla. Además, dijo que supuso que serían usados para comprar una hacienda en Montería. También aseguró que nunca tuvo ningún interés en sacar provecho del préstamo que le hizo a quien ocupaba la subdirección de una de las carteras más codiciadas del Gobierno nacional, por tratarse de recursos que pueden asignar a dedo. Sin embargo, varias respuestas de Castro llamaron la atención de los investigadores.
Por ejemplo, que contara con 4.000 millones de pesos para prestar y, de paso, regalar 30 millones, pero que no tuviera recursos para pagar los 14.000 millones de pesos que le debe a la Secretaría de Hacienda de Bogotá. Esta entidad lo tiene bloqueado en el sector financiero. ¿Cómo una persona con una deuda tan alta está en capacidad de prestar un monto tan alto?
Las llamadas que cruzó con Pinilla después de que estallara el escándalo de la UNGRD también despiertan interrogantes. La primera se dio cuando, supuestamente, lo llamó a pedirle explicaciones porque sentía que su préstamo podía coincidir con el soborno que aparecía en los medios; la segunda, cuando Pinilla lo llamó, al parecer para pedirle disculpas.
Finalmente, también generó dudas su supuesto desinterés en sacar provecho del préstamo, porque no coincide con lo que dijo Pinilla ante la Corte Suprema de Justicia, en el sentido de que ese favor era una manera de dejarle la puerta abierta de la UNGRD.
“Él me presta la plata con un interés. Un interés que se pactó del 2,3 por ciento. Era un préstamo donde se pactó (sic) unos intereses altos, claro que estaban altos, pero vuelvo y repito, la urgencia para poder tener la plata antes de que saliera el anticipo del contrato de carrotanques, pues yo lo tenía que solucionar de alguna forma, y él con eso, el contratista y el prestamista que hizo el favor, con eso automáticamente iba a tener la puerta abierta para más adelante, pues nadie hace un favor de eso sin después esperar nada a cambio”, aseguró Pinilla el año pasado ante el alto tribunal.
¿Pedro Castro pudo incurrir en lavado de activos?
Según ha dicho la Fiscalía, los sobrecostos de los carrotanques fueron de 14.163 millones de pesos. De ahí salieron las coimas y la ganancia para el contratista. La coima total que en enero del 2024 pagó el contratista Luis Eduardo López Rosero, conocido como El Pastuso, fue de 6.300 millones de pesos y se distribuyó así: 1.000 millones para Pedro Rodríguez, exasesor de Olmedo, y 5.342 para Sneyder Pinilla, quien repartió los dineros en varias manos. Saldó su deuda con Pedro Castro y le entregó 4.276 millones de pesos (276 millones de intereses), le dio 724 millones de pesos a Olmedo López, y se quedó con 342.
Parte de la coima que recibió Pinilla de El Pastuso por el contrato de los carrotanques, entonces, fue para pagar el préstamo con sus intereses a Pedro Castro: dineros de la corrupción de la UNGRD quedaron en sus bolsillos.
Se supone el préstamo que Pinilla recibió de manos de Castro fueron los mismos que Sandra Ortiz transportó para pagarle el supuesto soborno de 3.000 millones de pesos al expresidente del Senado, Iván Name, y los 1.000 millones de pesos que Pinilla le habría entregado en Montería al expresidente de la Cámara, Andrés Calle.
Sin embargo, fuentes del ente acusador dijeron a CAMBIO que, aunque Pedro Castro rindió declaración juramentada en la Fiscalía dos días antes de ir a la Corte, las fiscales no consideraron que su actuación pudiera configurar el delito de lavado de activos. Por tal razón, no trasladaron copias a esa unidad. Esto, a pesar de que se trata de los mismos dineros que Sandra Ortiz habría transportado y llevado a Name y, en cuyo caso, sí se configuró el delito.
Incluso también a pesar de que Castro recibió 276 millones de intereses que le pagó Pinilla por el préstamo y que salieron de la coima que pagó el contratista Luis Eduardo López Rosero, conocido como El Pastuso.
Pero la suerte de Castro no es eterna. Las mismas fuentes confirmaron a CAMBIO que la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de la Justicia compulsó copias de su declaración a la Fiscalía, porque considera que sí hay mérito para investigar el origen de los recursos. Eso significa que el ente acusador deberá investigarlo por el presunto lavado de activos en el que pudo haber incurrido con sus actuaciones. Y no solo a él, sino también a la familiar que transportó los dineros de Cali a Bogotá. En esa investigación, sin duda, mirarán con lupa el origen de los recursos.
