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El papel crucial de las Fuerzas Armadas en el futuro de Venezuela
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La permanencia o salida del régimen de Nicolás Maduro depende en gran medida del papel que jueguen los uniformados, quienes enfrentan la incertidumbre de apoyar a su actual comandante o a la oposición, que proclamó su triunfo en las elecciones del pasado 28 de julio.
Por: Javier Patiño C.
Durante la primera semana de 2025, el territorio venezolano ha sido escenario de constantes movimientos de tropas desde diferentes bases militares. Estos despliegues buscan reforzar la frontera con Colombia y, especialmente, controlar las posibles manifestaciones previstas para el viernes 10 de enero en Caracas, cuando se espera que Nicolás Maduro tome posesión tras las cuestionadas elecciones de julio de 2024.
Al mismo tiempo, hay expectativa por las declaraciones que hizo Edmundo González, reconocido como presidente electo por varios países, de que tomaría posesión en territorio venezolano. Cabe recordar que González está en el exilio desde septiembre y tiene orden de captura.
En un acto realizado en el Palacio de Miraflores, se entregaron rifles Kalashnikov de fabricación rusa con el principal objetivo de contrarrestar las manifestaciones convocadas por María Corina Machado para exigir el reconocimiento del triunfo de Edmundo González Urrutia en las elecciones. Maduro, respaldado por las Fuerzas Militares, está convencido de que prestará juramento para un tercer mandato de seis años.
Asimismo, cuenta con el apoyo de los denominados colectivos chavistas, que han intensificado los patrullajes en las principales ciudades del país. Estas operaciones están dirigidas por el propio Cabello, quien ha reiterado la necesidad de actuar con mano dura contra quienes se rebelen contra el régimen.
Problemas internos
Para el analista Ernesto Borda, las Fuerzas Militares en Venezuela son el fiel de la balanza cuyo comportamiento marcará el futuro del país y el respeto por la institucionalidad, que ha quedado en entredicho en los últimos 20 años.
“Las Fuerzas Militares venezolanas pueden dar fin al régimen ilegítimo o abrir la puerta a la llegada de la oposición al poder, lo cual sería lo ideal tanto para su propio bien como para el de sus familias. Deben caer en cuenta de que ya no cuentan con respaldo popular y que su deber es cumplir con la Constitución”, afirma Borda.
Por su parte, Vicente Torrijos, profesor y analista internacional, considera que las Fuerzas Armadas venezolanas tienen el control absoluto, independientemente del apoyo de Estados Unidos a la oposición o del respaldo de Rusia a Maduro.
“Los militares seguirán ejecutando cabalmente cada orden del régimen, ya que su poder se basa en privilegios inconmensurables a los que no están dispuestos a renunciar”, señala Torrijos.
El general retirado Eduardo Zapateiro, excomandante del Ejército colombiano, recuerda que los militares, tanto en Venezuela como en cualquier otro país, juran cumplir con su deber misional, institucional y constitucional.
“Su deber es proteger al pueblo. Si lo hacen o no, la historia los juzgará, ya sea sancionándolos por excesos o por omisión”, afirma Zapateiro.
Además, el general retirado destaca que un buen militar debe regirse por principios y valores, así como por lo que establece la Constitución. “Debe analizar si su actuación está sumando a los derechos fundamentales de sus pueblos o si, por el contrario, está siendo negligente ante sus responsabilidades como garante del bienestar y la protección de sus ciudadanos”, concluye.
Un excomandante de las Fuerzas Militares que habló con CAMBIO expresa que dentro de las Fuerzas Armadas venezolanas opera una policía política cubana encargada de velar por la lealtad al régimen. “Actúan de forma discreta, pero con brutalidad, lo que genera un clima de miedo para garantizar la permanencia en el poder”, asegura.
Posibles escenarios
Para el analista Borda, los integrantes de las Fuerzas Militares deben ser conscientes de que ellos y sus familias también enfrentan situaciones precarias que exigen un cambio. “En las propias guarniciones se reporta una gran escasez de elementos necesarios para subsistir. Esto hace evidente la necesidad de cambiar el rumbo del país”, sostiene.
Agrega que podrían haberse realizado encuentros secretos con miembros de las Fuerzas Militares dispuestos a alinearse con la democracia venezolana, posiblemente para negociar un acuerdo con la oposición.
No obstante, Torrijos recuerda que intentos previos, como la proclamación de Juan Guaidó como presidente legítimo en 2019, resultaron en fracasos rotundos. “La estrategia diplomática del Grupo de Lima fue un absoluto desastre, desapareciendo sin pena ni gloria”, puntualiza.
El panorama actual está marcado por altos niveles de corrupción en las Fuerzas Militares, donde muchos altos mandos tienen órdenes de captura por narcotráfico. “Mantener el régimen es, para ellos, un beneficio personal. Su patriotismo es falso y camuflado”, le explica a CAMBIO el mencionado excomandante colombiano.
Así mismo, Zapateiro enfatiza que la comunidad internacional no puede ser indiferente. “No podemos ignorar lo que ocurre en Venezuela. Los organismos nacionales e internacionales tienen la obligación de actuar en defensa de los derechos fundamentales de un pueblo que hoy es víctima de una dictadura”, concluye.
Las milicias fieles a Maduro
Por su parte, Torrijos denuncia que Maduro está armando al pueblo para fortalecer su permanencia en el poder. “Es una defensa casa por casa, calle por calle, similar al modelo cubano, donde la seguridad ya no está en manos exclusivas de los militares”, explica.
A su vez, el excomandante de las Fuerzas Militares colombianas asegura que los colectivos funcionan como organizaciones criminales. “Con un liderazgo que recibe recursos legales e ilegales, y una base dispuesta a desplegar violencia, incluso contra los mismos uniformados si es necesario”, denuncia.
Borda coincide con él, afirmando que el régimen ha creado una fuerza paramilitar al servicio de Maduro, con orientación de guerrillas como el ELN y las disidencias. “Estos grupos operan con intimidación, rostros cubiertos y una capacidad ilimitada de desplegar violencia”, advierte.
Según los analistas y militares, si Maduro asume de nuevo el poder convocará a países aliados a nuevas rondas de diálogo con la oposición, una estrategia que –según aseguran– no cambiará el panorama y le garantizará seis años más en el poder.