Entrevista con María Gaitán, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica: “Bajo este mandato de Petro, el edificio físico y virtual del Museo será entregado”

María Gaitán, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica.

Crédito: Pablo David G.

7 Abril 2024 03:04 am

Entrevista con María Gaitán, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica: “Bajo este mandato de Petro, el edificio físico y virtual del Museo será entregado”

CAMBIO habló con María Gaitán, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica, sobre la construcción de memoria en Colombia, los mecanismos que se usan, el Informe Final de la CEV, entre otros temas.

Por: Ana Cristina Restrepo Jiménez

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

En Colombia hay registradas 9’659.204 víctimas de un conflicto armado que no cesa. El Decreto 588 de 2018 determina que la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad (CEV) debe garantizar la difusión de su legado, el cual ha de “permanecer en el tiempo” y “al alcance de todos” en el Museo Nacional de la Memoria de Colombia (MNMC). Sin embargo, hoy, dichas instalaciones parecen más un elefante blanco que un museo vivo.

Como cada 9 de abril, fecha del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, este martes se conmemora el ‘Día nacional de la memoria y la solidaridad con las víctimas’. El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), entidad pública encargada de ese homenaje, cumple un papel crucial: garantizar qué y cómo, nosotros y las generaciones venideras, recordaremos nuestra historia.

¿Qué es la memoria histórica? ¿Por qué el MNMC no está terminado? ¿Por qué la colección ‘Voces para transformar a Colombia’ continúa bajo medidas cautelares de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)? ¿Cómo difiere la visión de la memoria de la actual directora del CNMH, María Gaitán Valencia, de sus predecesores?

Revista CAMBIO conversó con la directora Gaitán desde su oficina, ubicada en un piso treinta, frente a una descollante panorámica de los Cerros Orientales y del otrora fortín gaitanista que fue el barrio La Perseverancia, en Bogotá.

Ana Cristina Restrepo Jiménez: ¿Cómo define la memoria histórica?

María Gaitán Valencia: “Es algo que venimos analizando con el equipo no solamente desde lo teórico, sino en resonancia con lo que el territorio habla al respecto. Lo que hemos entendido hasta este momento es que el recuerdo, que hace parte de la memoria, tiene la particularidad de quedarse en el pasado: uno recuerda un paseo, un evento, pero uno se transporta a ese pasado y ahí se mantiene el recuerdo, mientras que la memoria uno la trae al presente. Eso nos permite desde el CNMH entender las memorias colectivas, la sumatoria de memorias traídas al presente, donde colectivamente se analiza un hecho, se llora, se teje, se canta, se borda, se baila, se narra es lo que conforma la memoria histórica. La memoria histórica es un acto democrático de memoria”. 

A.C.R.J.: La memoria es un territorio en permanente disputa. Desde su visión de la memoria histórica, ¿cuáles son esos hitos y fechas del conflicto armado en Colombia?

M.G.V.: Es una pregunta fundamental, sobre todo que tú la enlazas frente a lo que implica la disputa de la memoria. Yo nací como una tercera generación de lo que considero el conflicto, no lo digo porque sea nieta de Jorge Eliécer Gaitán, sino porque desde que me dediqué en el 97 y 98 a hacer una reconstrucción de la memoria histórica del gaitanismo, qué sucedió en los años 40 y 50, entendí que había un origen, que había que hacerlo visible. Me enfrenté no solamente a las luchas de Gloria Gaitán, mi mamá, frente a este momento de la historia que ha sido tan difícil ponerlo a la vista, porque el país oficial estableció una fecha determinada que es 1958, desconociendo esos años 40 y 50, las violencias estructurales que le dieron pie a la violencia de los 40 y 50. Desde los 40, estamos viviendo la génesis del conflicto. Hablar de esos orígenes es fundamental. En un encuentro sobre la importancia de irnos a las violencias estructurales para entender la entrada del conflicto, un señor, de manera un poco irónica, me decía, ‘Señora, ¿usted se quiere ir hasta la llegada de Cristóbal Colón?’ Y, entonces, pensando en la exposición SaNaciones, le dije, señor, si con los pueblos indígenas allá llegamos, desde allá tenemos que comenzar para entender qué nos pasa hoy. La verdad se siente como un territorio privado e individual de algunos, donde muchos la vienen luchando de manera absolutamente invisibilizada, y hay otras muy admirables, de los avances que han hecho en la memoria, pero que no les dan cabida a las demás memorias, eso es lo que nosotros tenemos que empezar a entender como país: hay que darles paso a todas las memorias. No es fácil. Esto no es solamente sectores de derecha que niegan el conflicto, sino sectores de izquierda que tampoco aceptan la llegada de otros momentos de la historia que también son contemplados dentro del conflicto.

A.C.R.J.: El exdirector Darío Acevedo es un negacionista del conflicto armado, pero ¿cómo contrasta su visión con la del exdirector Gonzalo Sánchez?

M.G.V.: Sesgarse uno a hacer construcción de memoria con una fecha determinada, es que es una necesidad de estar ocultando algo. Ese ocultamiento es el que estamos rompiendo para poder llegar a los orígenes: si hablamos desde 1958, estamos ocultando situaciones y hechos que pueden determinar orígenes que siguen siendo desconocidas por muchos. Ahora que estamos territorializando el CNMH, la gente tiene muy claro que nos tenemos que ir a ese comienzo para entender por qué estamos viviendo lo que estamos viviendo. Es también un discurso oficial. Es como entrar a una pelea en un momento que no sabemos desde cuándo comenzó: muchas veces el victimario es la víctima y la víctima es el victimario. Nosotros, desde la ignorancia del comienzo, estamos juzgando porque a nosotros se nos dificulta la escucha. Quizás en Colombia uno de los actos más revolucionarios en este momento es escuchar al otro, sin juzgar, sin condenar y, sobre todo, sin estigmatizar. Escuchar no solamente es estar abierto al oído, es estar abierto al lenguaje de los signos, sino entregar todos los sentidos a la escucha para poder recibir lo que el otro tiene que comunicar. Estamos escuchando mucho más allá de 1958. La fecha del 9 de abril del 48 la estamos integrando dentro del conflicto, nos estamos yendo inclusive antes del 48. Y, con los 115 pueblos indígenas, nos estamos yendo a donde ellos nos están diciendo que tenemos que llegar. Muchos nos han pedido que nos vayamos antes de Cristóbal Colón, para entender de dónde venimos con estas estructuras que fueron ocupadas a la llegada de Cristóbal Colón. Tenemos que saber cuáles son nuestras raíces. SaNaciones es una exposición muy interesante pero escuchó solamente a 10 pueblos indígenas y somos 115. La apuesta en el CNMH es avanzar en la escucha de los 115 pueblos indígenas, desde el año pasado, en los territorios. Hemos entendido que hay elementos que conjugan un mismo sentir, pero hay diferencias, y las tenemos que entender. Venimos también de esos pueblos, tenemos que entender esas raíces para saber por qué nos tenemos que sentir orgullosos y no apenados de la diversidad. Ya no se escucha tanto, pero en un momento, para insultar a alguien se le decía ‘indio’. Este país tiene que entender que nos tenemos que sentir muy orgullosos de esos orígenes; de la diáspora africana, que nos trae una alegría de la vida que no la teníamos, pero eso no quiere decir que sea bueno o malo. Es distinto, es diverso.

A.C.R.J.: Hay un hilo que atraviesa estas diferencias de la memoria: la política. Eso se evidenció, por ejemplo, en el Informe Final de la CEV, de inmediato salió a colación el “contrainforme”. ¿Cuál es su opinión sobre el Informe Final?

M.G.V.: A mí me parece que todas las comisiones de la verdad que ha habido en el país son muy importantes porque hacen parte de una manera de ver el conflicto de un lugar u otro. Hay que tenerlos en cuenta, pero no son suficientes. Son aportes fundamentales y, específicamente con la CEV, desde el principio yo entré en la discusión de por qué 1958, por qué se estaba fijando una fecha para hablar de esclarecimiento de la verdad, todo lo que sucedió antes fue muy difícil que tuviera voz en los informes. Sin embargo, en mi caso personal, gracias al padre [Francisco] De Roux, nos dieron la bienvenida para poder digitalizar el Archivo Gaitán, que lo custodio yo desde hace un tiempo; eso me permitió, junto a mi mamá y a un compañero de investigación sobre el gaitanismo, aportarle a la CEV 60 páginas, cada párrafo documenta el origen desde nuestra visión del conflicto. Para mí, el resultado de la CEV no puede ser cerrado y conclusivo, pero el hecho mismo de que yo me oponga a que sea cerrado y conclusivo, no quiere decir que yo esté en contra de la CEV, pero sí invito a que ese gran esfuerzo que hicieron no solamente los comisionados, sino el país aquí y nuestro país en exilio, de aportar verdad no se quede en anaqueles, no se quede en una comisión que ya terminó su mandato, sino que siga cabalgando. Lo que estamos avanzando, no le pedí permiso, pero sí le informé de manera amable al padre De Roux, diciéndole: queremos hacer una curaduría de los 1.600 informes que ustedes recibieron para que el país los escuche, que no pudieron integrarlos por la razón que sea. Ahí entra lo que tú dices: la memoria histórica es política. Yo creo que la vida, todo es político: lo que comes, lo que dejas de comer, coger transporte público, no cogerlo. Todo son actos políticos: imagínate si no la memoria histórica y, sobre todo, la verdad. A sabiendas de que esto iba a ser un acto político, esta misión la acepté encantada, al presidente Petro le dije que para mí era un gran honor poder avanzar en lo que siempre había trabajado, la posibilidad de escuchar todas las memorias y hacerlas visibles. Para mí esto no es un cargo, sino una misión: los misioneros no solamente son religiosos, también hay misiones políticas, cuando tú entiendes la vida, toda la vida es un acto político.

A.C.R.J.: Dentro de este relato, ¿qué lugar ocupan los militares?

M.G.V.: Las fuerzas militares para el relato son, si no sustanciales, primordiales. Y eso ha sido uno de los actos políticos exigentes. Cuando llegué en noviembre de 2022, era una entidad que le había entregado el relato a la memoria histórica de las fuerzas públicas como héroes del conflicto y víctimas del conflicto, pero yo llegaba con relatos de la calle distintos: las mujeres familiares de las ejecuciones extrajudiciales, de las madres, hermanas y amigas de los muchachos que habían perdido los ojos durante las marchas de 2019 y 2021; desde generaciones de madres y padres que me hablaban de toda la actitud de la policía chulavita y posterior, frente a los actos macabros que hicieron para aniquilar una fuerza política. Frente a la cotidianidad, en la calle, con un policía, eso lo digo desde mi hija, que cuando ve a un policía le teme y no hay este sentimiento de confianza. Cuando yo llegué, sentí lo mismo: no tenía confianza. Todos en este país, de una u otra manera, hemos sido víctimas o impactados por este conflicto, ellos no son los únicos, pero hay un lugar privilegiado que estaban ocupando. La invitación desde entonces, que ha sido, yo la considero exitosa de parte y parte, construyamos memoria histórica y esclarecimiento de la verdad, no para sacarnos los ojos, no para juzgarnos, condenarnos y vengarnos, sino porque este país necesita verdad. Ellos tienen oficinas de memoria histórica, pero estamos invitando a que les sumen el esclarecimiento de la verdad, cosa que no sucedió en los Acuerdos del 2016 con los firmantes de paz. Al mismo tiempo que se firmaban los Acuerdos, había que preparar al país para darles la bienvenida a los firmantes con aportes de memoria y verdad, pero el país no estuvo preparado y, a veces, debo ser honesta, a mí no me sorprendió el “No”: el país no quería que se entregaran las armas o entregaran a la vida civil a unos criminales como nos los vendieron. Hay que preparar a la sociedad para lo que viene de la paz total, y eso es parte de lo que nosotros estamos haciendo en el CNMH, de la misma manera como en épocas anteriores sí se preparó al país para la desmovilización de los paramilitares, hasta les pusieron tapete rojo en el Congreso. Aquí les cerraron las puertas a integrarse en la sociedad.

A.C.R.J.:  Hablemos sobre el MNMC, ¿existe un cronograma y cifras de costos (que seguro han cambiado)?

M.G.V.: Si bien el deber del CNMH es diseñar, crear y administrar, no le dieron la competencia de construirlo, eso hace que dependamos de un tercero para la construcción física del museo. Desde 2017 hasta 2020, tuvo muchas adecuaciones, muchos cambios, pidieron que fuera más barato, había que eliminarle algunos lugares del proyecto original. Desde 2020, que empezó la construcción, encargada por la Agencia Nacional Inmobiliaria Virgilio Barco (ANIM), el constructor incumplió, hubo algunas multas, hasta que se decidió hacer terminación la ANIM, decidió hacer terminación de ese contrato y eso entró en una disputa de una demanda de la constructora OHLA, por no seguirle otorgando la construcción. Eso no quiere decir que esto no avance. No es un elefante blanco, sino que ha tenido unas dificultades en la construcción. Tenemos un cronograma donde, en este gobierno, el presidente Gustavo Petro inaugura el museo físico, pero en el mundo que estamos viviendo ahora nosotros, las transformaciones también son virtuales y digitales, mientras nosotros estamos construyendo desde el CNMH el plan museológico, el guion museológico, las políticas que tienen que ser instauradas, este año empezamos a hacer todo el trabajo de eco para escuchar el territorio frente a la propuesta de toda la recolección del material que viene desde el 2017. El museo avanza en su interior, en la conceptualización, y al mismo tiempo avanza el museo virtual”.

A.C.R.J.: Pero, entonces, ¿todavía no hay una fecha definida?

M.G.V.: No, las fechas no te las defino porque después todo puede ser utilizado en nuestra contra, por decirlo jocosamente, pero lo que sí es cierto es que bajo este mandato del presidente Gustavo Petro el edificio físico y virtual sí será entregado al país.

A.C.R.J.: Hablemos del guion museológico. ¿Por qué la colección ‘Voces para transformar a Colombia’ todavía está bajo medidas cautelares de la JEP y por qué se le retiraron a la colección SaNaciones?

M.G.V.: Hay dos elementos que han hecho que la JEP no haya levantado las medidas cautelares, hablo en nombre ajeno, ¿no? Uno de ellos es que en el CNMH se ha hecho muy complicado hacer la arqueología de la exposición original, porque la gestión documental como se trabajó fue una gestión documental despelotada. A un grupo de siete personas le costó todo el año pasado recoger la mayoría de la información, inclusive los costos; por otra parte, hay dos elementos fundamentales para el levantamiento: uno, poner de acuerdo a todas las organizaciones, las propuestas de metodología que nosotros hemos puesto a la decisión de las organizaciones han tenido distintos momentos y distintas discrepancias, eso también ha demorado. Ahora tenemos a alguien que acaba de entrar al museo, va a tener una relación directa con las 56 organizaciones, 10 estuvieron en contra de lo que había sucedido bajo la administración del señor [Darío] Acevedo. Como CNMH estamos absolutamente comprometidos a entregar la exposición, tal cual, como fue pensada desde el origen. Estamos buscando también formatos distintos para que no solamente Bogotá y Cali lo escuchen, sino que todo el país lo escuche”.

A.C.R.J.: En noviembre de 2023 supimos de denuncias de acoso laboral y de persecución sindical. ¿En qué van esos procesos y a qué arreglos se han llegado con las personas que interpusieron esas denuncias?

M.G.V.: A la fecha no he recibido ninguna notificación por parte de la Procuraduría acerca de las quejas por presunto acoso laboral. Al respecto, el Ministerio del Trabajo convocó en diciembre a una sesión de diálogo social entre las partes, en la que el procurador delegado instó a realizar unas jornadas de capacitación al interior del CNMH acerca de lo que significan el acoso laboral y las conductas asociadas.

A.C.R.J.: En dos días se conmemora el ‘Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas’. ¿Qué va a pasar?

M.G.V.: El artículo 185 del Decreto 4800 de 2011 determina que el CNMH es la entidad que debe definir de manera concertada con víctimas, organizaciones e interesados los eventos a realizar. Con el lema «La memoria vive y resiste», el Centro Nacional de Memoria Histórica conmemorará el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado. Este 9 de abril se harán visibles las luchas y resistencias de quienes le han apostado al poder de la memoria y a la fuerza de la verdad en la construcción de paz. 
Será en el Parque Santander, carrera 7 con calle 16 (Bogotá) entre las 2:00 p. m. y las 6:00 p. m.

 

 

Programación
 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí