Expresidente de Metrocali cayó en operativo contra el narco alias Maracuyá
El expresidente de Metro Cali, Luis Fernando Lian Arana.
Crédito: Foto: Linked In
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CAMBIO conoció que uno de los capturados en la redada es Luis Fernando Lian, quien en el pasado fue presidente de la empresa y que fue detenido como uno de los testaferros en la organización que lavó activos del narcotráfico.
Por: Sylvia Charry
Javier García Rojas, alias Maracuyá, era una suerte de “narcotraficante invisible”. Bajo la fachada de un próspero empresario, logró frenar muchas investigaciones en su contra, a punta de corromper funcionarios judiciales y policiales. Después de 18 años de lavar dineros del narcotráfico, sin embargo, su buena suerte llegó a su fin. El pasado 25 de julio las autoridades lo capturaron junto con su red de testaferros, dentro de la cual figura su hermana, la abogada Ruth García, así como Luis Fernando Lian Arana, un empresario de Cali que fue gerente de Metro Cali, la empresa que maneja el transporte masivo en esa ciudad.
El nombre de alias Maracuyá no es nuevo en los medios de comunicación. Sus primeros reportes en prensa lo relacionaban como socio del narco José Bayron Piedrahíta, alias el árabe, capturado en 2017 con fines de extradición. Maracuyá ingresó a la Lista Clinton en 2018 junto a su hermana Ruth García porque, según las autoridades norteamericanas, tenían pruebas de que el Árabe y Maracuyá tuvieron un consorcio y exportaron 9 toneladas de cocaína entre 1999 y el 2003. Justamente ese es el origen del delito, pues según la Fiscalía, desde el 2006 a la fecha se dedicaron a lavar los dineros que les dejó el tráfico de estupefacientes. Ese lavado supera los 50.000 millones de pesos.
CAMBIO conoció la audiencia de imputación de cargos contra alias Maracuyá y su red de testaferros, que se llevó a cabo de manera reservada. Allí, la fiscal del caso aseguró que el nombre del narco invisible comenzó a investigarse luego de las declaraciones que dieron en Justicia y Paz los paramilitares Juan Carlos Sierra, alias el Tuso Sierra; Jesús Alfonso Berrío, alias Poncho Berrío, y Hernando Gómez Bustamante, alias Rasguño.
En las diligencias, la fiscal dijo que uno de sus testaferros, Luis Fernando Lian Arana, ingresó a la organización de lavado en el 2009 y que, a través de su empresa SCP Ingeniería S.A.S. le lavó dineros al narco. La investigación reveló que, en total, siete empresas harían parte del entramado criminal.
Junto con alias Maracuyá, su hermana Ruth García y Luis Fernando Lian Arana, también fueron capturados el abogado Humberto José Vidal Mayorga, Fernando Balcázar Campo y el contador Melquisedec Alegría Arroyo. Todos, como presuntos testaferros. A ellos les imputaron cargos por los delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir agravado. Ninguno aceptó los cargos.
El ente acusador asegura que la organización de alias Maracuyá compró a funcionarios judiciales para que su actuar delictivo permaneciera en la impunidad. Un ejemplo de ello es que, en 2016, dijo la fiscal del caso, le dieron 500 millones de pesos al funcionario del CTI de la Fiscalía Henry Castiblanco para que no investigaran la organización narcotraficante del socio de Maracuyá: alias el Árabe. No fue el único que compraron. Aunque la fiscal no dio más nombres, sí dijo que compraron a otros funcionarios en Cali.
Más procesos contra el expresidente de Metro Cali
No es el único proceso que cursa contra Luis Fernando Lian Arana, el expresidente de Metrocali. En el 2021 el ente acusador le imputó cargos por la presunta celebración indebida de un contrato con la empresa Israelí Hafira Ve Hatziva, por 22.750 millones de pesos, para la construcción de la Terminal del barrio Calima, en el norte de Cali. En las verificaciones, la Fiscalía constató que esta firma extranjera fue escogida sin la experiencia para este tipo de proyectos, y que su recorrido estaba acreditado en demoliciones e instalación de redes hídricas. En marzo de 2009 se firmó el acta de inicio del proyecto y Metrocali desembolsó un anticipo de 30 por ciento, algo más de 6.800 millones de pesos. Sin embargo, el contrato fue liquidado porque la obra no fue ejecutada.