Gustavo Bolívar tiene el "corazón dividido": puntea en las encuestas, pero no convence al presidente ni al Pacto

Los dos Gustavos: Petro y Bolívar.

4 Mayo 2025 03:05 am

Gustavo Bolívar tiene el "corazón dividido": puntea en las encuestas, pero no convence al presidente ni al Pacto

A pesar de que ni lo confirma ni lo niega, Gustavo Bolívar ya presentó su renuncia para salir del Departamento de Prosperidad Social (DPS), y CAMBIO conoció que se la aceptarán. Quiere ser el candidato de la izquierda en las elecciones de 2026. Sin embargo, fuentes cercanas al presidente Gustavo Petro aseguran que a él no le convence del todo. El panorama es igual entre varios congresistas del Pacto Histórico. ¿Podría uno de los más fieles escuderos de Petro lanzarse sin su aval?

Por: Claudia M. Quintero

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“Amamos este proyecto. Lo amamos a usted, presidente. Yo a usted lo amo”, dijo Gustavo Bolívar en el recordado y caótico consejo de ministros del 4 de febrero. Eran casi las ocho de la noche y el todavía director del Departamento de Prosperidad Social (DPS) elogiaba al jefe de Estado, pero se sumaba a las críticas de la vicepresidenta, Francia Márquez, y de Susana Muhamad, entonces ministra de Ambiente. Ambas cuestionaron en la televisión nacional y en horario prime los papeles de Armado Benedetti y Laura Sarabia en el Gobierno. 

“Vale”, respondió el presidente, con risa nerviosa y siguió defendiendo a los dos funcionarios. Esa misma respuesta seca, fría y distante es, quizás, la que podría volver a recibir del presidente Gustavo Bolívar a su intención de ser el candidato de la izquierda para las elecciones de 2026. No obstante, él no ha confirmado abiertamente sí lo será. ¿Por qué?

Bolívar quiere medirse con otros nombres del Pacto que tampoco han confirmado su aspiración, como María José Pizarro y Carolina Corcho, para luego medir sus fuerzas con toda la izquierda. A pesar de que lidera la intención de voto en las encuestas, no es el favorito en la colectividad y tampoco en la Casa de Nariño, como le confirmaron a CAMBIO cuatro congresistas de la coalición y fuentes cercanas al primer mandatario. 

La carta de renuncia ya está presentada, pero el aval del presidente aún no llega

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Gustavo Bolívar y Gustavo Petro han sido cercanos desde hace más de ocho años. Foto: Instagram de Gustavo Bolívar. 

Es cierto que es el puntero. En la más reciente medición de la encuestadora Guarumo, a finales de abril, Bolívar lidera en intención de voto con 12,6 por ciento, por encima de Vicky Dávila y Sergio Fajardo. Y esos números se mantienen en casi todas las encuestas que se han publicado en 2025. De hecho, CAMBIO hizo un promedio de todas las mediciones de este año y Bolívar tiene una intención de voto del 10,62 por ciento. Sus compañeros de podio, hasta ahora, muestran cifras similares: Vicky Dávila tiene un promedio del 12,26 por ciento y Sergio Fajardo de 11,52 por ciento. Ellos tres son, hasta ahora, los que lideran las preferencias de la opinión. 

Bolívar llevaba meses evaluando una posible aspiración presidencial, pero no daba el paso porque “tenía el corazón dividido,” según le dijo a CAMBIO. Estaba entre seguir apoyando el proyecto político de la izquierda desde el Gobierno o lanzarse a la contienda electoral. A Bolívar lo respaldan las cifras y algunos de sus compañeros más leales a la causa. Sin embargo, irse del DPS en este momento no es la mejor idea si lo que se quiere es que el Gobierno tenga resultados para mostrar en 2026.

Pero parece que los números lo ilusionaron porque el lunes, 28 de abril Bolívar ya estaba escribiendo su carta de renuncia. Dos días después se confirmó que le presentaría esa carta al presidente y se dio casi por sentado que sería precandidato. 

Arrancaba un nuevo sueño. Lo que se sabe hasta el momento es que había planeada una reunión entre Bolívar y el presidente en la Casa de Nariño. Pero ninguno ha confirmado si se produjo. Lo que sí confirmó CAMBIO, no obstante que Bolívar ni lo confirma ni lo niega, es que Bolívar presentó su renuncia y que se la van a aceptar, a pesar de que el presidente no está completamente convencido de que sea un buen candidato de la izquierda la cual, hasta ahora, no presenta otras opciones que atraigan de verdad a la opinión. Falta ver cómo se comportarán las encuestas cuando Roy Barreras, quien parece tener la simpatía de Petro, se lance de lleno a hacer campaña..

Una fuente cercana al jefe de Estado le dijo a CAMBIO que es una realidad que Gustavo Petro no quiere que Bolívar sea candidato. Antes de aceptarle la renuncia, la apuesta era intentar convencerlo de que se quedara en el Gobierno. “Él le dice que sirve mucho más adentro”, dijo esta fuente. Un congresista que también tiene comunicación con Casa de Nariño confirmó la posición del presidente, pero dice que Petro tampoco lo va a obligar a no lanzarse si va bien en las encuestas. 

A todo eso se suma un episodio que bien puede ser una simple coincidencia, pero no deja de ser llamativo. En las marchas del primero de mayo, Día del Trabajo, y cuando el presidente llevó las preguntas de la consulta popular al Congreso, Bolívar no estuvo en Bogotá junto a Petro en la Plaza de Bolívar, como se le veía en las manifestaciones anteriores. Ese “día histórico”, como dicen en el petrismo, lo pasó en Cali, junto a la vicepresidenta Francia Márquez quien, como es sabido, está distanciada del presidente. 

El hecho es significativo porque ellos están en el bloque de la izquierda que se opone a Benedetti y a Laura Sarabia. Casi todos ellos se han quedado fuera del círculo cercano al jefe de Estado y algunos hasta fuera del Gobierno, como Susana Muhamad. Una clara muestra de la distancia de la vicepresidenta es que después del consejo de ministros ella dejó el Ministerio de la Igualdad y ya no se le ve en esos encuentros del gabinete. 

Además, fuentes cercanas a la Casa de Nariño confirman que Benedetti tampoco le tiene mucho aprecio a Bolívar como candidato quien, por otra parte, fue uno de los que se opuso a su regreso al Gobierno. 

Los resultados en Bogotá y los retos que la izquierda le ve a Bolívar

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Gustavo Bolívar aspiró a la Alcaldía de Bogotá en 2023, pero quedó tercero. Foto: Colprensa. 

Además de la postura del presidente, que es la voz clave en el Pacto Histórico y en toda la izquierda, también está la de los congresistas y militantes. Entre ellos hay dos sectores, los que se mueven en la política de “algunas cosas valen” con tal de conseguir votos y ganar elecciones, y los del ala más radical, que privilegia la coherencia. 

“Yo creo que en la izquierda están las dos corrientes. Los radicales, que van a querer un candidato muy puro, y la otra corriente, que va a buscar candidatos mucho más conciliadores que recojan votos del centro”, dijo una congresista que prefirió no ser citada para no generar divisiones. 

Entonces, los que reconocen que “la izquierda sola no gana elecciones”, como dice el mismo presidente, no ven con buenos ojos una candidatura de Gustavo Bolívar. Así lo confirmaron cuatro congresistas que no suenan como candidatos. 

En el análisis hay que tener en cuenta varios factores. Primero, que a Bolívar le fue mal cuando se lanzó a la Alcaldía de Bogotá, una plaza en la que la izquierda había ganado espacio. “En la última elección de la Alcaldía, Bolívar quedó de tercero, aun teniendo presidente y un partido fuerte en el Congreso. Además, tuvo un resultado muy malo. Entonces la gente dice que es un candidato que viene de perder y que hay que apostarle a uno que sea ganador”, comentó un parlamentario que también prefirió no ser citado. 

Lo que menciona el congresista es una realidad. Bolívar solo sacó el 18 por ciento de la votación (571.590 votos) y quedó de tercero, incluso por debajo de Juan Daniel Oviedo, quien no tenía una estructura política tan fuerte como la del Pacto Histórico que llevó a Gustavo Petro a la Casa de Nariño. 

Para bien y para mal, la presidencia de Gustavo Petro tuvo efectos sobre la votación de Bolívar en Bogotá. Pero más allá de eso, políticos cercanos a Bolívar dicen que uno de los “mayores errores” de esa campaña fue no hacer alianzas alianzas. Afirman que eso, de entrada, les cerró la puerta a muchos votantes. 

Justo ese es el otro temor en el Pacto: que Bolívar, una persona “digna”, “sin tacha”, “coherente” y “extraordinaria” –como muchos lo describen–, no se atreva a unirse con otros partidos que son necesarios para ganar. La llegada de Petro en 2022 es una muestra de eso y limitar esas alianzas es un riesgo al que no se quieren someter. 

“Gustavo Bolívar me parece una persona maravillosa, porque es coherente en política y tiene el mayor reconocimiento en los sectores de la izquierda. Pero yo creo que hay que construir un perfil que pueda conversar con otros sectores que son necesarios para ganar. Por eso hoy suenan perfiles dialogantes como Camilo Romero, Luis Gilberto Murillo, entre otros”, dijo una senadora. 

Esta es una "situación" que enfrentan quienes ponen la dignidad y la coherencia por encima. Un caso parecido es el de Sergio Fajardo, el profesor que también ha liderado las encuestas pero que no tienen buenos resultados en las elecciones. Él, por ejemplo, no ha logrado consolidar una presidencia por no hacer alizandas con sectores más tradicionales. 

Sobre la mesa hay otra teoría. Algunas voces en el Pacto dicen que Bolívar va bien en las encuestas porque las firmas quieren “hacerlo crecer” para que la izquierda lo elija y sea la opción más fácil de derrotar para los candidatos cercanos “al establecimiento”. Sin embargo, las encuestadoras han dicho en varias oportunidades que no se están aliando con ninguna empresa para hacer ese tipo de jugadas.

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Ilustración: Kim Vega. 

La defensa de Bolívar: ‘Son lecturas infantilizadas de la política’

En diálogo con CAMBIO, Bolívar reconoció que en el Pacto están las dos vertientes. Es decir, los que lo apoyan y los que prefieren una opción que atraiga más al centro y a los tradicionales. Pero también es cierto que tiene esperanza de ser el precandidato y de que su candidatura se defina como la opción final del Pacto en una consulta de marzo.

“Hay muchas personas que me acogen y me impulsan. Ellos me ofrecen su colaboración. Pero hay otros que tienen otros candidatos. De eso se trata, de que el movimiento pueda unificarse a través de una consulta en la que el ganador recoge todas las tendencias y los perdedores, si yo estuviera ahí, pues nos vamos a apoyar al ganador”, dijo el entonces director de DPS días antes de tener lista su carta de renuncia. 

En cuanto a sus resultados en la Alcaldía de Bogotá, Bolívar dijo que sustentar que no tiene opciones presidenciales en eso es hacer “una lectura infantil de la política”. Primero, porque sostuvo que una cosa es “tener al presidente subiendo la gasolina y otra muy diferente es que esté entregando resultados”. En efecto, mientras Bolívar estaba compitiendo por la Alcaldía, el Gobierno incrementó el valor de la gasolina para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepec). Además, como él le contó a CAMBIO en septiembre de 2024, esa campaña coincidió con la investigación en contra de Nicolás Petro, uno de los hijos del presidente. Eso también terminó por afectarlo negativamente. 

“Además, esos resultados no son una pérdida. Si usted mira las encuestas, en todas yo doblo al segundo en votación en Bogotá. Las candidaturas son unos acumulados de coherencia, reputación, reconocimiento y trabajo. La Alcaldía, al contrario, es un acumulado para llegar a más reconocimiento: mostré coherencia porque no dejé subir a ningún corrupto a ninguna tarima. Antes, todavía debo el crédito que hice en una cooperativa”, aseguró Bolívar en diálogo con CAMBIO. 

Sobre las alianzas, el posible candidato reconoció que es cierto que se necesitan, pero aseguró que primero se debe revisar con quiénes, “porque solo por ganar uno no va a meterse con el diablo. Se pueden hacer alianzas con sectores tradicionales, pero que no estén comprometidos con la corrupción”. Es decir, si al final sí va a la contienda, no estaría cerrado a hacer las tan mencionadas uniones.   

Sin embargo, en la entevista con CAMBIO de septiembre de 2024, Bolívar aseguró que él no tiene las agallas para hacer alianzas con secotres cuestionados. "Hay que hacer alianzas con sectores de la política. Yo no tengo agallas para hacer eso. Entonces, honestamente y sin ninguna vanidad, creería que podría tener la fuerza para ganar una consulta dentro de la izquierda, pero de ahí a enfrentarme a todos esos poderes, con todo ese capital y con todos esos apoyos de sectores corruptos de la política, no creo. Pero por ahora no tengo esa preocupación. Estoy muy contento acá, haciendo cosas muy chéveres", aseguró en su momento. Así que habrá que ver si este posible nuevo episodio de contienda política lo anima. 

Mientras esa candidatura se termina de decantar, Bolívar sigue marcando fuerte en las encuestas y sus cercanos afirman que el presidente no tendría que dudarlo. “Si usted me pregunta a mí, yo le diría que hoy el candidato es Bolívar. Primero, por su resultado en las encuestas, pero también por su coherencia, que es una virtud que debe mantenerse. Lo que nosotros hemos dicho es que el todo vale no existe. Porque no podemos entregarles el país a otros”, dijo un exfuncionario de este Gobierno y nombre fuerte en esa izquierda radical. 

Los caminos para Bolívar y la izquierda  

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El Pacto está en el camino de unificación de cara a 2026. Foto: Colprensa. 


Ya con la renuncia aceptada, ahora Bolívar tendrá que definir si finalmente sí va a hacer campaña presidencial sin el visto bueno del presidente, o si deja pasar un tiempo y sigue midiendo sus resultados en las encuestas. 

Si decide irse con el Pacto, debe pensar en que la colectividad tiene planeado hacer una asamblea el 10 de mayo y allí se definirá todo el tema de su consolidación como partido único. La apuesta es que a mitad de año ya tengan todo el tema de estatutos resuelto, para en octubre hacer la consulta interna. Todo esto con el fin de que, en marzo del otro año, puedan hacer la consulta del Frente Amplio, en la que suenan nombres como el de Roy Barreras, que es otro competidor fuerte en ese sector. Eso sí, en la Colombia Humana hay voces que tampoco quieren mucho a Barreras, principalmente por su amplio recorrido en distintos partidos. Incluso, se menciona la opción de Carlos Amaya, actual gobernador de Boyacá, y quien no descarta aspirar. Pero él también genera resistencia en esos sectores más radicales. 

El camino es largo y la política es dinámica. En cuanto a Bolívar, hay que esperar a ver si este nuevo intento de “yo lo amo a usted presidente”, que lo llevó a abandonar sus proyectos personales y lucrativos como libretista de telenovelas, tendrá futuro. O si, por el contrario, tendrá como respuesta el mismo “vale” de aquel consejo de ministros. 

¿Será atreverá Bolívar a ser candidato presidencial de la izquierda sin el aval expreso del presidente, el hombre al que dijo que "amaba"? 

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