
“Los 12 millones de moteros del país podemos definir un presidente”: Julián Forero
Edson Julián Forero, concejal de Bogotá y líder del gremio de los moteros, quien estudia la opción de lanzarse al Congreso en las próximas elecciones de 2026.
Crédito: Crédito Redes Sociales Julián Forero
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El concejal de Bogotá y líder de los motociclistas en Bogotá habló con CAMBIO sobre su posible candidatura al Congreso, de los problemas del sector y de los políticos que, dice, ya empezaron a pescar votos en su gremio.
Por: Rainiero Patiño M.

Una bolsa de 12 millones de potenciales votantes es una cifra que pondría a soñar a cualquier político. Sobre todo, cuando se trata de un grupo unido por una sola y fuerte causa común. No es una ecuación simple, pero con esas cuentas globales, los moteros se suman a la carrera para las elecciones de Congreso y Presidencia de la República del próximo año que ya arrancó.
Lo ocurrido en las pasadas elecciones locales con la llegada de Julián Forero al Concejo de Bogotá para el periodo 2024-2027, con una votación récord e histórica para la ciudad de 70.030 votos, fue el primer campanazo sobre el poder de los motociclistas.
Forero, a quien en la calle y en las redes sociales conocen solo como Fuchi, es uno de los líderes políticos que hoy muchos quisieran como aliado. Aunque hizo parte del movimiento Liderazgo Amplio de Renovación Avanzada (Lara) por el cual obtuvo la curul y el partido que lo avaló fue Colombia Renaciente, el concejal Forero hoy amasa un capital político que le serviría para entrar por la puerta grande a cualquier partido y hablar de tú a tú con sus caciques.
Los estudios del sector respaldan el optimismo de Forero. Las motos no solo son el parque automotor más grande del país, sino que todos los meses crecen ventas y registros.
Para hacerse una idea de cómo ha ido evolucionando el impacto de las motos en el país, en el año 2000 fueron registradas 57.528 unidades y en 2023 la cifra fue de 678.660. El crecimiento de la presencia de una moto en cada hogar colombiano fue de 1,079 por ciento entre 2000 y 2023. Así se convirtió en el medio de transporte preferido en Colombia.
CAMBIO habló con Forero sobre una posible candidatura suya al Congreso. Este insistió en que la suya es la primera representación real del gremio y que no es solo la voz de los motociclistas sino de todos los conductores “porque en las administraciones anteriores poco se hablaba de movilidad y de temas como multas, parqueaderos o cámaras, que nadie los tenía en la mirada”.
CAMBIO: ¿Qué tan importante es políticamente lo que pasó con su elección en Bogotá para el gremio de los moteros?
Julián Forero: Esa representación llegó con mucha fuerza y se va a extender. Lo primero que me parece importante resaltar es que por primera vez en la historia del país existe un político motero de verdad. Y para nosotros es de gran orgullo llegar a esas escenas donde tenemos voz y voto. Así que, obviamente, queremos empezar a crear una estructura de nuestro movimiento a nivel nacional.
Y al ser la primera vez en el mundo político, y más con la votación que tuvimos, se ha despertado el interés nacional y el interés de grandes funcionarios y políticos del país que quieren involucrarse con el mundo de las motos.
CAMBIO: ¿Los moteros se están organizando en una red nacional para las próximas elecciones de Congreso y Presidencia?
J.F.: Claramente tenemos una red nacional. Los moteros somos muy unidos. El simple hecho de tener una moto genera una empatía: pensamos igual, conocemos nuestros dolores y nuestras causas. Y cuando eso pasa, uno las transmite con facilidad.

CAMBIO: ¿Pero después de lo que pasó con usted, es posible que otros políticos vengan a pescar votos al gremio?
J.F.: La gente sabe cuándo es natural o cuándo uno está buscando solo con la intención de voto y política. Lo mío es natural porque soy motero y tengo comunidad motera en Bogotá y otros lugares del país. Tengo amigos influenciadores del gremio, redes de apoyo y amigos en la industria.
CAMBIO: ¿Cuál es el potencial que ustedes le ven a una posible elección, no es lo mismo aspirar al Concejo que al Congreso?
J.F.: Conozco muy bien mi sector y algo interesante es que en el país somos más de 12 millones, quienes tenemos moto. Y esa causa la logramos enmarcar y unirla. Fácilmente, podemos ayudar a poner un presidente. En este momento los moteros entendimos que las decisiones que nos tocan son políticas, desde cuánto vale un servicio de transporte hasta lo que se paga en impuestos.
Entonces creemos que llegó la hora de que los moteros tengan una estructura política de orden nacional, que incluya desde ediles, pasando por concejales, representantes y hasta senadores. Y así hacer proyectos que nos beneficien a nosotros.
CAMBIO: ¿En qué punto está el avance de un movimiento nacional?, ¿cómo van las conversaciones?
J.F.: Yo ya me he reunido con varios líderes a nivel nacional que tienen aspiraciones en cada una de sus regiones. Algunos con intenciones de llegar también a la Cámara de Representantes y al Senado.
CAMBIO: ¿Entonces usted estaría en esa lista de candidatos?, ¿va a renunciar al Concejo de Bogotá?
J.F.: Personalmente, he venido pensando en hacer un ejercicio al Senado. Mucha gente en las redes nos ha hecho la propuesta y sentimos el apoyo. Creo que hay una intención que puede funcionar si trabajamos desde el plano nacional, pero la idea es seguir construyendo la estructura política.
Por ahora, lo importante para nosotros es fortalecer el gremio y los liderazgos. Eso no se da con discurso, sino con gestión, con resultados y con el control político. Que la gente siga confiando en nosotros y que pasemos de ser 70.000 a 500.000 o un millón de personas que sigan por la línea que abrimos. Para eso debo esperar que empiecen a sonar voces de nuestros posibles candidatos. En mi caso, repito, no lo descarto.
CAMBIO: En su elección al Concejo les ganó a los partidos y a los candidatos con más experiencia y capital político. ¿Cree que la misma fórmula de campaña le servirá para llegar al Senado?
J.F.: Cuando entré en esto intenté buscar padrino político, y hablar con varios de los candidatos que no son motociclistas para encontrar a alguien que entendiera la causa y que nos defendiera. Ninguno me prestó atención. Me ignoraron. Por eso tuve que tomar la decisión de asumir la bandera yo mismo, a pesar de que la gente no confiaba en los motociclistas y hasta pensaban que no votaban.
No entienden que la moto, en su gran mayoría, es el bien de una familia y es con la que se lleva el sustento a la casa. La moto se convirtió en una fuente de trabajo y un medio de transporte más ágil, que ahorra tiempo que se traduce en calidad de vida. Eso no tiene precio. Entonces, detrás de un motero hay un hogar. Y cuando uno impacta ese motero, fácilmente la familia apoyará la decisión política que se tome.

CAMBIO: Siendo sincero, ¿le sorprendieron sus resultados?
J.F.: Ningún concejal en la historia de Colombia había tenido los 70.030 votos que obtuvimos. Ni siquiera el actual alcalde de Bogotá cuando fue concejal, y estamos hablando de alguien que ha sido político toda la vida: gente que se gasta 3.000 o 4.000 millones en una campaña. Lo de nosotros fue puro corazón y demostramos que cuando hay causas claras la gente responde.
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CAMBIO: ¿Entonces tendría que aspirar al Senado por el mismo partido con que llegó al Concejo?
J.F.: En ese momento, me aceptó la coalición liderada por (Rodrigo) Lara. Yo soy del Partido Colombia Renaciente, que me dio el aval. Lo único que pedí fue un número en la lista: el número siete, por un tema personal. Así salí a batallar, a hablar con mi gente de la causa y decirles que no necesitábamos depender de nadie. Yo llevo en el mundo de las motos casi 14 años. La campaña solo duró dos meses. Nunca me preparé, no soy de familia política, pero al ver que no había un líder natural me atreví.
Lo que quiero decir es que debo esperar que los directivos definan los pasos a seguir y esperar que tomen las decisiones correspondientes. Creo que ahí debo ser prudente y respetar también la línea de mi partido.
CAMBIO: ¿Cuál es su estructura base?
J.F.: Llevo nueve años con un club propio que se llama Los Street Brothers y está en todo el país. Actualmente, en Bogotá, hay 2.000 asociados y a nivel nacional estamos en 24 ciudades de Colombia, con grupos de entre 100 y 200 personas. Lo importante aquí es que los dolores de los moteros de Medellín son los mismos de los de Cali y de Cartagena, por ejemplo, porque el sector movilidad tiene siempre una misma línea desde el Ministerio de Transporte. Esos dolores concentran nuestra causa política y es de donde nacemos.
CAMBIO: Pero entrar al Legislativo nacional es hablar otro idioma, y tener la capacidad de proponer o modificar leyes. ¿Cuáles serían sus banderas en ese escenario?
J.F.: Claro, ahí ya tenemos posibilidad de trabajar con el Ministerio de Transportes o con la Superintendencia. Pero mis banderas serían las mismas. Lo primero es una actualización del Código Nacional de Tránsito, que es obsoleto y se presta para interpretaciones que siempre van dadas a favor de la de la administración y en contra de los conductores.
