Más líos en Ecopetrol: así confabularon sus funcionarios con directivos de Sonoma para evadir investigaciones
Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño
CAMBIO conoció nuevos audios y correos electrónicos en los que el personal de ambas empresas se pone de acuerdo para maquillar irregularidades que cometieron en la ejecución de un millonario contrato.
Por: Juan Pablo Vásquez
Ecopetrol atraviesa un momento difícil. Faltando solo dos días para que Felipe Bayón abandonara la presidencia tras cinco años y medio en el cargo, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ordenó inspeccionar la sede de la petrolera estatal en Bogotá. Durante la diligencia se decomisaron los computadores y celulares de los directivos de la compañía, incluyendo los del propio Bayón, con el objetivo de poner la lupa en presuntas irregularidades, entre las que se encuentra la red de direccionamiento de licitaciones que conformaron trabajadores de Ecopetrol y Sonoma, una de sus empresas contratistas.
El pasado 14 de marzo, CAMBIO publicó una investigación en la que revelaba cómo el personal de ambas compañías confabuló para amarrar millonarios contratos y obtener beneficios económicos. Con pantallazos de chats de WhatsApp, correos electrónicos, facturas, tiquetes de avión y conversaciones telefónicas se evidenciaba el extraño nivel de cercanía que existía entre Carlos Hernando Becerra, quien funge como coordinador de producción del Bloque CPO-09, ubicado en el Meta, y Martha Isabel Rincón, entonces vicepresidenta de Ventas y Operación de Sonoma y quien renunció después de que se publicara la investigación.
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Pero estas no son las únicas anomalías en las que están involucrados trabajadores de Sonoma y Ecopetrol. CAMBIO conoció que actualmente existe una situación que tiene en aprietos a ambas compañías.
La entrega anticipada
Para octubre de 2019, Sonoma tenía vigente un acuerdo de bases económicas (ABE) con Ecopetrol para el suministro de tratamiento químico en fondo de pozo. Las cláusulas del acuerdo sentaban los parámetros para la adquisición de materiales por parte de la petrolera, siempre y cuando esta los necesitara y pidiera a través de órdenes de compra. Sin embargo, hay registro de correos electrónicos que demuestran que Sonoma prestó estos servicios en pozos sin que Ecopetrol expidiera un documento que los autorizara y justificara. Ambas partes confiaban en que, producto de la estrecha relación que existía entre Becerra y Rincón, la compra podría legalizarse después y evitar inconvenientes, ya que estas entregas anticipadas están prohibidas por diferentes normativas internas de Ecopetrol.
Un intercambio de correos entre William Aya, encargado del área de Desarrollo de Nuevos Negocios de Sonoma, y Liliana Garzón, ingeniera de producción de Ecopetrol, demuestra cómo se pactó el envío y entrega de materiales a un pozo en Acacías, Meta, pese a que no se tramitó una orden de compra. En el primer correo, enviado el 4 de octubre de 2019, Aya ofreció un tratamiento químico para el pozo y adjunta diseños, así como una propuesta técnica y económica. Garzón le respondió el 29 de ese mes, solicitándole su “colaboración para tener el material disponible en sitio”. Solo minutos más tarde contestó Aya agradeciéndole la confirmación, explicándole que la entrega de los materiales se realizaba en virtud del ABE vigente, y agregó una cotización. Todos los correos fueron enviados con copia a la entonces vicepresidenta Martha Rincón, jefa de William Aya en Sonoma, quien vigilaba cualquier interacción de sus subordinados con Ecopetrol.
Un documento interno de Sonoma revela que el material llegó al pozo en Acacías el 1 de noviembre. Justo abajo del ítem “orden de compra” aparecen las siglas POC. Correos de la empresa, en los que participaron Martha Rincón y otros directivos, señalan que estas letras significan “pendiente orden de compra”. Es decir, Ecopetrol no realizó el pago de los materiales de inmediato, como ocurriría si hubiera tramitado la respectiva orden, y por eso se dejó constancia en el momento de su entrega.
Para finales de 2022, la entrega anticipada fue denunciada de manera anónima ante la oficina de control interno de Ecopetrol. Se cumplían tres años de la entrega de los materiales en el pozo y todavía no había rastro de ninguna orden de compra. La respuesta de control interno llegó el 28 febrero de 2023 y venía firmada por Carolina Muñoz, funcionaria de la petrolera y encargada de administrar el ABE con Sonoma. A pesar de la contundencia de los hechos denunciados —la denuncia contenía los correos previamente mencionados y otros anexos—, Muñoz desestimó las acusaciones y aseguró que “se concluye que no existió, en relación con la entrega informada, anormalidad alguna”. Según la funcionaria, los materiales fueron entregados por Sonoma “sin costo alguno” y, para probar su punto, adjuntó el documento interno de la compañía contratista que demostraba que la entrega de los materiales se llevó a cabo. Pero no era exactamente el mismo documento. El de Muñoz estaba alterado, ya que las siglas POC fueron removidas; además, su conclusión iba en contravía de los correos electrónicos que William Aya envió a Liliana Garzón, en los que se adjuntaban cotizaciones y precios de los materiales.
Pruebas conocidas por CAMBIO demuestran cómo a raíz de la denuncia ante control interno se fraguó un plan para desviar la investigación en el que presuntamente estuvieron involucrados Carlos Becerra, Martha Rincón, William Aya, Liliana Garzón y Carolina Muñoz.
“Se pusieron de acuerdo en lo que iban a hacer para no joder a Carlos”
CAMBIO tiene en su poder dos audios de conversaciones en las que participa Martha Rincón y otros trabajadores de Sonoma. Por su contenido, se presume que tuvieron lugar en los días posteriores a que se presentara la denuncia por la entrega anticipada ante la oficina de control interno de Ecopetrol.
En uno de ellos se escucha a Rincón exponiéndole a otras personas cuál sería la versión oficial de Sonoma si eran contactados por Ecopetrol para pedir explicaciones por lo ocurrido. La entonces vicepresidenta de la compañía contratista asegura que se aferrarán al argumento —como lo hizo Carolina Muñoz— de que los materiales fueron suministrados sin costo y que, por lo tanto, no se trató de una entrega anticipada. Finalizando la grabación, se le escucha advertir que ha ejercido presión sobre la propia Muñoz.
Rincón también menciona que existe un pasquín —en referencia a quienes hicieron la denuncia anónima— que envió a control interno los correos que intercambiaron William Aya y Liliana Garzón, por lo que enfatiza en la necesidad de que los testimonios de ambos coincidan en caso de ser llamados a declarar. Igualmente afirma que ha sostenido comunicación reciente con Carlos Becerra, coordinador de producción de Ecopetrol, jefe de Liliana Garzón y con quien lideraba una red de direccionamiento de contratos; y que el jefe de departamento de la petrolera estatal que conoció de la denuncia está apoyando a Sonoma. “Está de nuestro lado”, aseveró.
El segundo audio consiste en una conversación entre Rincón y un hombre sin identificar. De entrada, hablan sobre la investigación y la entonces vicepresidenta cuenta que Carolina Muñoz, en su condición de administradora del ABE entre Sonoma y Ecopetrol, solicitó una declaración a William Aya sobre los materiales entregados en noviembre de 2019 en el pozo de Acacias. Más adelante, admite que Aya se reunió con Liliana Garzón para unificar sus versiones con el fin de no afectar a Carlos Becerra, quien, según dice Rincón, estaba al tanto de la entrega anticipada e incluso dio el visto bueno para que se diera. “Se pusieron de acuerdo en lo que iban a hacer para no joder a Carlos”, comenta.
La grabación permite concluir que Rincón tenía contactos y un alto nivel de influencia sobre todos los involucrados en la investigación de control interno, incluyendo a los propios funcionarios de la petrolera (Carolina Muñoz y Carlos Becerra).
¿Qué dicen Ecopetrol y Sonoma?
CAMBIO contactó a las dos compañías involucradas. Ecopetrol señaló que los hechos ya están en conocimiento de la Fiscalía, que se encuentra en disposición de colaborar y que suspendió los contratos que tenía vigentes con Sonoma. Por su parte, al momento de publicar este artículo, la oficina que maneja las comunicaciones de Sonoma no había emitido respuesta.
