"No somos cercanos a los Gilinski, no tenemos una relación política": Diana Osorio, gestora social de Medellín
26 Marzo 2023

"No somos cercanos a los Gilinski, no tenemos una relación política": Diana Osorio, gestora social de Medellín

Crédito: Archivo personal

En conversación con CAMBIO, Diana Osorio se pronunció sobre su creciente protagonismo político, las polémicas alrededor de la administración de su esposo, Daniel Quintero, y las razones por las que sus dos primos hicieron parte de la alcaldía.

Por: Juan Pablo Vásquez

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CAMBIO: En el pasado de Medellín, y de las grandes ciudades del país, es difícil encontrar a una pareja del mandatario de turno que tenga el nivel de exposición y protagonismo que tiene usted como esposa del alcalde. Usted se pronuncia seguido sobre asuntos políticos y polémicas nacionales. ¿Fue ese el plan desde que Daniel Quintero ganó las elecciones?

Diana Osorio: Yo creo que el rol de las primeras damas o gestoras sociales ha evolucionado, al igual que el papel de las mujeres en diferentes aspectos sociales. Considero que sí fue claro el papel que yo iba a desempeñar desde campaña, porque en esa época saqué un video presentándome a la gente, presentándome a la ciudad, contándoles quién era yo y qué pensaba hacer si mi esposo llegaba a ser alcalde. Fuera de eso, yo venía con una trayectoria de activismo e incursión en temas políticos, sin pensar nunca en que yo pudiera ejercer un cargo político, eso no lo pienso ni siquiera hoy. Y sí, he sido activa toda mi vida frente a la opinión política. Creo que la opinión política es algo que se debe manejar con diplomacia y, también, al igual que la guerra, tiene límites, los cuales he tratado de respetar.

CAMBIO: ¿Cuándo y cómo conoció usted a su esposo?

D.O.: Tenía 19 años, ahora tengo 37. Mis primos vivían en el barrio Tricentenario, de donde también es Daniel, y yo obviamente los visitaba muy seguido. En una de esas visitas lo conocí, conocí a su grupo de amigos, y no me gustó. Él dice que cuando me conoció sí escuchó como una vocecita, que le dijo “esa es”. Pues yo no escuché la misma vocecita. Escuché la vocecita muchos años después, pero digamos que inició como una amistad y, como al año y medio, sí empezamos a salir. Me acuerdo de que él estaba haciendo su práctica de ingeniería electrónica en EPM y me pareció muy pilo, incluso como con un aspecto nerd. Se veía que iba a tener un futuro brillante.

Fuimos amigos, después sí salimos como seis mesecitos, después volvimos a ser amigos. Durante muchos años, yo tenía a mi novio, le hacía cuarto con amigas mías, que fueron sus novias, y no me imaginaba nunca que iba a terminar con él. Eso también es lindo, porque lo conozco desde otros aspectos y no solo desde el aspecto romántico o de una conquista, sino que lo he conocido desde aspectos más amistosos.

CAMBIO: ¿Usted recibe un salario pagado con recursos públicos por su labor como gestora social de Medellín?

D.O.: No, este es un trabajo ciento por ciento voluntario, que algunas mujeres deciden aceptar. No todas las esposas de los mandatarios tienen que aceptarlo. Cuando un alcalde no tiene pareja, normalmente designa una hermana, una hija o la propia mamá. Ser gestora social, digamos, es un acto voluntario y no cuenta siquiera como experiencia si algún día me quiero presentar a una vacante en una empresa o en el sector público.

CAMBIO: Enfoquémonos en la actualidad política de la ciudad. Según la Real Academia, el nepotismo se define como una desmedida preferencia que algunas personas le otorgan a parientes para ubicarlos en empleos públicos. ¿No es nepotismo el hecho de que sus primos Laura (asesora de la administración municipal) y Juan Carlos Upegui (exsecretario de la No Violencia) hayan formado parte del gobierno de la ciudad?

D.O.: Usted se refiere a una descripción de nepotismo que señala el uso de familiares en la administración solo por el hecho de ser familia. Ese no es el caso con Laura y Juan Carlos. ¿Por qué no aplica en su caso? Como le dije al principio de la entrevista, inclusive yo conocí a Daniel por ellos. Es un equipo político que trabaja en conjunto y que se formó hace casi 15 años. Nosotros no buscamos el árbol genealógico a ver a quién nos traíamos cuando Daniel ganó la alcaldía. Entiendo que esto pueda ser utilizado por los opositores, a pesar de que todos los que nos critican lo hacían de una forma horrible. Muchas veces ubicaban familiares que no estaban capacitados para los cargos.

Laura y Juan Carlos han hecho parte de un equipo desde hace muchos años, inclusive cuando ni siquiera teníamos en mente competir por la Alcaldía de Medellín. No es nepotismo porque hay que mirar su hoja de vida para saber quiénes son, qué han hecho, qué han estudiado y qué han logrado. Laura estuvo en la Organización de Estados Americanos (OEA), entró como pasante y la dejaron trabajando por su gestión. En su paso en la Secretaría de la Violencia, Juan Carlos logra algo que mucha gente del país no sabe y es que en Medellín no haya ningún joven asesinado en el marco de las marchas que ocurrieron en el 2021. Esto no pasó en ninguna gran ciudad. Mientras que en Cali y en Bogotá fueron muchos los jóvenes, en Medellín fue el trabajo de la Secretaría de la No Violencia que logró articular a todas las dependencias institucionales de la alcaldía para que salieran a proteger a estos jóvenes.

CAMBIO: Seguro también hay gente igual o más preparada que ellos. ¿No sería más sencillo nombrar a otras personas para librarse de críticas y comentarios?

D.O.: Es normal y reconozco que haya dudas al respecto. Nosotros, de hecho, muy al principio, buscamos víctimas que pudieran liderar la Secretaría de la No Violencia, pero todas las que miramos, que fueran conocidas y cercanas a nosotros, no cumplían requisitos, porque para ser secretario se necesitan unos requisitos muy especiales. Me acuerdo que pensé en Teresita Gaviria, líder de Madres de La Candelaria, pero una persona mayor de cierta edad no puede ser secretaria. Entonces se necesitaban unos requisitos muy específicos. De hecho, Juan Carlos estaba ocupado en otras cosas. Elegirlo a él no fue algo que tuviéramos pensado, él estaba en proyectos estratégicos y estaba terminando de mirar lo que fue el plan de desarrollo, ya que él lideró el programa de gobierno que se diseñó en la campaña.

No me acuerdo que pasó, que fue algo muy coyuntural, y determinamos que la paz también es simbólica, la paz tiene que tener un contenido filosófico y simbólico muy importante; y precisamente fue Juan Carlos uno de los que idealiza los atentados de paz. En esa ocasión, le pusimos banderitas blancas a una sede del Centro Democrático, en la época del plebiscito, y lo llamamos "los atentados de paz". Juan Carlos estuvo activamente involucrado. Él ha estado muy relacionado con la simbología de lo que ha sido nuestro movimiento. Y llega un momento en que Daniel decide que él es la persona que puede llevar a cabo esto.

CAMBIO: Existe una sensación de que usted se inmiscuye bastante en los asuntos de la administración. ¿Usted ha sugerido el nombre de alguien para que ocupe un lugar en la alcaldía?

D.O: Nosotros somos un equipo que viene desde hace casi 15 años, un equipo conocido en el que todos han contribuido de alguna forma en este plan de desarrollo que se llama Medellín Futuro. Daniel es una persona que siempre escucha, pero él siempre toma sus decisiones. Entonces, claro, nosotros como equipo podemos decir que una u otra persona de pronto puede funcionar, que de pronto sería buena para esto o para lo otro, pero al final él es quien toma las decisiones. Creo que nosotros no conocíamos a más de la mitad de los secretarios del gabinete que están actualmente. Fuimos llegando a ellos por su perfil técnico. Por ejemplo, al secretario de Seguridad no lo conocíamos, él no entregó un volante con nosotros. En muchas secretarías, ni siquiera conocíamos a las personas que hoy están encabezándolas, que han llegado por sus capacidades técnicas y que han logrado seguir avanzando.Lo más importante para nosotros es crear un gobierno con movilidad social, en el que la mayoría de secretarios han sido de universidades públicas.

La alcaldía y los funcionarios que allí trabajan han sido una construcción de equipo, pero al final es Daniel el que toma las decisiones de quién puede ser la mejor persona que puede llegar a desempeñarse en determinado cargo.

CAMBIO: Es decir, sí pudo haber sugerido personas pero él toma la decisión final.

D.O.: Exacto. Pero así como yo sugiero, otros sugieren. Muchas veces las decisiones se toman en el mismo equipo, alguno argumenta que determinada persona puede ser la mejor y otro dice que no, esa persona no, y al final la mayoría puede opinar. Daniel escucha y a veces dice que sí y otras veces dice que no.

CAMBIO: Las elecciones regionales son en octubre. Juan Carlos Upegui, su primo y exsecretario, es el precandidato de Independientes, el movimiento en el que Daniel Quintero impulsó su candidatura en 2019. La favorabilidad del alcalde es una de las más bajas si se le compara con sus antecesores en Medellín. ¿Lo ve con posibilidades de ganar?

D.O.: Fico, por ejemplo, salió con una popularidad altísima de la alcaldía y no logró que se eligiera a un sucesor de su línea. En eso soy muy creyente y creo que lo mejor es que sea lo que Dios quiera. A veces uno se pone a hacer planes y al final es lo que Dios quiere. Dios y la gente, claro. Si la gente quiere reelegir computadores futuros y si la gente quiere reelegir la continuación de Parques del Río Norte, pues está bien. Nosotros estamos preparados para todo y creo que Independientes ha hecho un gran trabajo. Somos la única administración en la historia de Colombia que ha logrado que privados le devuelvan plata a lo público. Ni Reficar, ni Odebrecht, ni el carrusel de la contratación, ninguno de esos grandes escándalos en Colombia logró que algunos de esos privados pagaran. Nosotros ya logramos 4 billones de pesos y ojalá llegue uno de Independientes para que les termine de cobrar lo que todavía están debiéndole a la gente

Mi deseo para la ciudad es que ojalá llegue alguien de Independientes para que siga con unos proyectos que buscan generar mayores oportunidades y mayor igualdad en una ciudad que todavía es profundamente desigual. Toca seguir con mucho trabajo porque en Medellín persisten muchos problemas. Creo que antes no los veíamos porque Medellín ha sido una ciudad muy estética, de lo bonito, de que aquí todo está bien, de que no digamos que está mal, de que los trapitos sucios se lavan en casa. Yo creo que hay que afrontar realidades y parte de lo que nosotros trajimos fue eso, fue un mayor nivel de control social y político, que creo que es absolutamente sano para una democracia.

CAMBIO: Su nivel de injerencia es parecido al de Verónica Alcocer, la primera dama. ¿Cómo es su relación con ella? En la campaña presidencial se les vio juntas y Daniel Quintero, justo en ese periodo de tiempo, fue suspendido por participar en política.

D.O: A Verónica la conozco en campaña. Me parece una mujer muy auténtica, una mujer a la que no le da miedo demostrar quién verdaderamente es y lo que le gusta. Ella te baila en cualquier lado y habla bastante, es una costeña en todo el sentido de la palabra, en todo su esplendor. Nosotras tenemos una buena relación. Cuando ella viene a Medellín nos saludamos, pero hace rato no la veo. Digamos que hay una relación muy armónica con ella, con su equipo y de gran admiración. Yo sí creo que lo que hace falta es que las primeras damas o las gestoras sociales, como se quieran llamar, sean absolutamente auténticas y reflejen lo que son la mayoría de las mujeres en su territorio.

CAMBIO: Esa visibilidad que le dio usted a Verónica Alcocer durante su visita, incluso apareciendo en Telemedellín, ¿no fue una forma de impulsar la campaña de Gustavo Petro?

D.O.: Desde lo institucional siempre se trató de ser muy ecuánime, pues en Telemedellín, si entrevistaban a un candidato, también entrevistaban al otro. Yo también lo dije en una entrevista y es que Verónica fue la que vino. Las otras candidatas a primeras damas, o a gestoras, eran la esposa de Fico, que ya vivía acá y no me iba a pedir cita para que le hiciera un recorrido; y la de Rodolfo Hernández, que nunca me buscó. No sé, de hecho, si ella vino a Medellín. Verónica sí tuvo una participación más activa en la campaña de su esposo, lo que hizo también que nos encontráramos aquí y tuviéramos más exposición. Si hubiera venido la esposa de Rodolfo, obviamente yo lo hubiera atendido como anfitriona de la ciudad.

CAMBIO: ¿Cómo catalogaría el gobierno del presidente Gustavo Petro hasta ahora?

D.O.: Le voy a responder desde mi perspectiva también personal. El cambio siempre es difícil, es turbulento, muchas veces en campaña la gente pide cambio y cuando el gobierno dice “listo, vamos a cambiar”, se arman las que se arman. En el caso de nosotros, tratamos de recuperar 9 billones y cobrárselos a gente que no estaba acostumbrada a pagar porque nunca les habían cobrado. Eso nos generó a nosotros unas tensiones muy grandes y se necesita mucha valentía, mucha persistencia, para seguir luchando ante esos cambios.

Creo que en estos primeros meses de gobierno, el presidente ha cumplido su palabra y ha empezado a implementar cambios en todas sus carteras. Puede ser un poquito turbulento al principio, pero uno espera que en el mediano y largo plazo traiga más beneficios que la turbulencia generada. Ese es el caso de Medellín, que al final logramos 4 billones de pesos para la gente, para que se devuelvan a una empresa pública, y seguimos esperando otra plata. Sin esos 4 billones, EPM estaría en graves aprietos financieros.

Yo le deseo lo mejor al gobierno, le deseo lo mejor al presidente, a todo su equipo, a la primera dama, a todos, para que puedan ejercer el mejor gobierno y que esta transición del cambio traiga muchos frutos, que sean más grandes que esta turbulencia principal.

CAMBIO: Usted insiste en que la alcaldía de Daniel Quintero recuperó 4 billones de pesos. Lo dice por el dinero que las aseguradoras pagaron por lo sucedido en Hidroituango. Pero, precisamente, esos seguros estaban contratados desde que inició la obra y las aseguradoras, tras el siniestro, debían pagar. ¿No era más fácil echar mano de los seguros desde un principio, recibir el dinero y ahorrarse varios años en un pleito fiscal que terminó en el Consejo de Estado?

D.O.: Sí, eso es lo que se dice. Pero, mire, hay varios factores para tener en cuenta. El primer factor es que ningún seguro había pagado antes y eso es lo primero que la gente se debe cuestionar. ¿Por qué en Chirajara, Odebrecht o Reficar ningún seguro pagó? Segundo factor, el pago de esta aseguradora, del que Sura debió pagar un billón de pesos, se da a raíz de un fallo de la Contraloría, que se basa en la demanda que se le hizo a los contratistas de Hidroituango por parte de PEM. Todo surge gracias a la demanda. Esos mismos contratistas construyeron una represa que costó diez veces más en Panamá y cuando se le pregunta a la junta directiva que si debían demandarlos por lo que pasó en Hidroituango, ¿usted sabe qué respondieron? Todo eso está en actas de EPM. La junta respondió que no se debían demandar porque son aliados estratégicos. Y cuando en este gobierno se decide tomar el camino de demandarlos, el mismo círculo de la junta directiva seguía cuestionado por qué se demandaba si se trataba de aliados estratégicos. La pregunta nuestra siempre ha sido ¿aliados estratégicos de quién? No son aliados de la ciudad, que le ha tocado pagar una y otra vez estos sobrecostos. El pago de los seguros se da por el fallo de la Contraloría, que a su vez se basa en la demanda presentada.

CAMBIO: Pero es que para hacer efectivo un seguro que se contrató previamente no hay que presentar una demanda. Entiendo el impacto que puede llegar a tener un fallo fiscal, pero eso es rédito político. Si lo que se perseguía era el cobro de los seguros, no había necesidad de meter una demanda.

D.O.: La negociación de esos seguros se lleva a cabo en España. Si Mapfre no pagaba, quedaba de alguna forma sancionada para operar en Colombia. Eso hacía que fuera más barato pagar. Mapfre debe pagar por la sanción de la Contraloría, ellos no pagaron de queridos. Nosotros sí sacamos pecho por lo que le digo, somos el único gobierno en la historia republicana de Colombia que ha logrado recuperar, después de un siniestro, después de un presunto caso de corrupción, plata para lo público. Esa ha sido parte de nuestra pelea y nos ha costado sudor, lágrimas y sangre.

CAMBIO: Una investigación de CAMBIO, de octubre del año pasado, encontró que en las semanas previas a que el Grupo Gilinski lanzara una oferta pública de adquisición (opa) por alguna de las empresas del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), el gabinete de Daniel Quintero y usted aumentaban la cantidad de tuits en los que criticaban a ese conglomerado económico. ¿Usted y su esposo tienen algún tipo de relación con el Grupo Gilinski?

D.O.: No teníamos ni idea de cuándo se iban a dar esas ofertas. Yo soy financista, aunque no he ejercido, pero sé que uno de los principales requisitos para que una opa funcione es su confidencialidad. Nosotros estamos trinando, me imagino que ocurrió otra coyuntura, distinta a las opa, que tocaría correlacionar con esos trinos. Nosotros en campaña no los conocimos. No somos cercanos a los Gilinski, no tenemos una relación política, ni nos apoyó nunca en campaña. De hecho, si no me equivoco, creo que las opa deben tener un permiso de la Superfinanciera, que para entonces era del gobierno de Duque, con el que no teníamos afinidad ideológica.

Entiendo que la gente pueda hacer conjeturas, pero en evidencia y como fuente primaria, puedo asegurar que nosotros no teníamos absolutamente ni idea de la operación que iba a pasar.

CAMBIO: Buena parte de sus esfuerzos, desde este rol de gestora social, ha sido la reducción del embarazo adolescente en la ciudad. ¿Cómo le ha ido con eso?

D.O.: Normalmente las gestoras sociales tienen un énfasis en la niñez. Por ejemplo, Margarita, la esposa de Fico, a la que respeto mucho, enfocó su trabajo en los temas de prevención de abusos y violencias contra los niños y niñas. Yo creo que, de pronto por mi aspecto más liberal, considero que la prevención del embarazo adolescente es atacar una causa raíz de problemas infantiles, como la desnutrición y los abusos. Son los hijos de madres adolescentes quienes tienen mayores niveles de este tipo de problemas. Inclusive hay estudios que dicen que los hijos de madres adolescentes tienen mayores riesgos de ser privados de la libertad en algún momento de su vida.

Las problemáticas con estrato social son muy dolorosas y esta es una. Mientras que en El Poblado la tasa de embarazo adolescente es del 1,5 por ciento, en Manrique estamos hablando de que es del 45 por ciento. Se veía un ciclo de madres adolescentes y solteras que tienen hijos que terminan siendo reclutados por grupos al margen de la ley en su barrio, en su comuna. Me parece importante solucionar estos problemas para cortar ciclos de guerra, porque al final no hay guerra que no sea alimentada por los jóvenes. Creo que esto repercute directamente en muchas problemáticas que van desde la niñez, que van desde la mujer y que pasan también por la paz.

CAMBIO: ¿Su nombre aparecerá próximamente en un tarjetón electoral?

D.O.: No, por ahora no. Esto es tan duro, en verdad es tan complicado hacer una política honesta, hay que tener mucha valentía y yo, en este momento, creo que ya gasté toda la valentía en este cuatrienio.

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