Reforma a la salud: el difícil '5 por ciento' que falta por concertar
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El presidente Gustavo Petro dice que la reforma a la salud está concertada un 95 por ciento, pero el restante 5 por ciento puede resultar un problema insoluble.
Por: Andrés Muñoz
En la mañana del 27 de marzo, el Gobierno les entregó a los partidos tradicionales de la coalición (Liberal, Conservador y la U) el borrador de un nuevo articulado de la reforma a la salud, después de varias semanas de discusión en mesas técnicas con delegados de las fuerzas políticas y el Ministerio de Salud. Ahora, los tres jefes políticos de esas colectividades están citados en la tarde en la Casa de Nariño para una reunión definitiva con el presidente Gustavo Petro.
El 24 de marzo, el mandatario les salió al paso a las versiones que indicaban serias dificultades para llegar a un acuerdo con los partidos sobre la reforma a la salud. Petro dijo en ese momento que la nueva propuesta estaba concertada "en un 95 por ciento". La ministra Carolina Corcho habló de un "90 por ciento".
César Gaviria (director del Partido LIberal), Efraín Cepeda (director del Partido Conservador) y Toro (directora del Partido de la U) se reunieron ese mismo viernes para analizar las negociaciones con el Gobierno y concluyeron que varios aspectos seguían pendientes; que esperarían a conocer el borrador final programado para este lunes. Además, le enviaron una carta al presidente con los cinco puntos que continuaban en desacuerdo para que fueran atendidos antes de presentarles el borrador el proyecto final.
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Según fuentes consultadas por CAMBIO, sobre el mediodía de hoy lunes 27 de marzo los líderes partidistas se encontraron para revisar el texto y concluyeron que los acuerdos no habían sido respetados y que asuntos importantes continúan sin conciliarse. Una de las dudas es sobre el futuro de las EPS. Si bien ya hay acuerdo sobre un sistema mixto de aseguramiento, la preocupación de los partidos es que a las EPS se les pongan condiciones imposibles de cumplir y terminen convertidas en Entidades Gestoras de Salud y Vida. Los partidos quieren, además, que el nuevo papel de las EPS no sea transitorio y que no tiendan a desaparecer en el futuro.
También hay diferencias sobre el manejo de los recursos de la salud y el papel de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres). Lo que quiere el Gobierno es que esta entidad se transforme y asuma varias funciones de las EPS, a través de los denominados Fondos Regionales, que se encargarán de la contratación y auditoria de cuentas de hospitales y clínicas. Los partidos no están de acuerdo con los fondos regionales porque los ven como un riesgo de corrupción y una mezcla peligrosa de política y dineros públicos.
La tercera desavenencia tiene que ver con el trámite del proyecto. Los partidos consideran que la reforma a la salud debe presentarse nuevamente como ley estatutaria en la Comisión Primera del Senado o la Cámara y no continuar su camino como ley ordinaria. Lo anterior busca evitar que la Corte Constitucional tumbe la reforma por vicios de trámite. El Gobierno mantiene su postura de continuar el camino por la Comisión Séptima, donde tiene una mayor favorabilidad.
También hay discrepancias acerca de dónde saldrán los recursos para la construcción y habilitación de los 2.500 centros de atención primaria en salud (caps) que contempla la reforma, así como la propuesta de médicos familiares contratados exclusivamente por el Estado.
De la concertación de la reforma depende lo que suceda con la coalición
De no haber consenso en la reunión de hoy con el presidente Petro, los tres partidos cerrarían el diálogo con el Ministerio de Salud y presentarían su propio proyecto como ley estatutaria. No habría más tiempo para buscar consensos, como lo ha dejado claro el expresidente César Gaviria.
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“Tenemos problemas de tiempo, eso lo están tramitando como si fuera una ley ordinaria y se debió haber hecho como ley estatutaria. La Corte Constitucional ha dicho que es un derecho fundamental. Hay que hacer las cosas bien hechas”, dijo Gaviria.
Pero de la cumbre de esta tarde en la Casa de Nariño no solo depende el futuro de la reforma a la salud, sino de la misma coalición de Gobierno. Si el bloque partidista rebelde no logra un acuerdo con el Gobierno, su distanciamiento se mantendría sobre las reformas laboral y pensional, los otros dos proyectos críticos para el Ejecutivo. El Partido de la U y el Partido Conservador ya tomaron distancia frente a la reforma laboral, y esta semana es probable que hagan lo propio con la pensional.
Incluso, algunas voces dentro del Partido Conservador, como las de los congresistas Mauricio Giraldo, Luis Miguel López, Luis Díaz Mateus y José Alfredo Marín, han venido insistiendo en que esa colectividad cambie su postura oficial y se declare en oposición, tal y como lo permite el Estatuto de la Oposición por una sola vez dentro de los cuatro años de mandato presidencial.
