
Universidad Nacional: así quedará el CSU con la llegada de Daniel Rojas como ministro de Educación
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La salida de Aurora Vergara y el arribo de Rojas Medellín a la cartera de Educación propiciarán un nuevo cambio en la conformación del Consejo Superior. Por primera vez en varios años, los nueve integrantes son estudiantes, profesores o docentes retirados de la Universidad Nacional.
Por: Andrés Mateo Muñoz

Los últimos tres meses han sido de crisis, cambios y tensión en la Universidad Nacional. Durante este periodo, la institución ha tenido dos rectores, un paro estudiantil, otro de trabajadores, además del foco de la opinión pública encima. Sin embargo, la Nacional parece transitar a una nueva normalidad bajo el manejo de nuevas directivas tanto en la rectoría como en el Consejo Superior Universitario (CSU).
El CSU es la máxima autoridad de dirección y gobierno de la Universidad Nacional, a tal punto que se encarga de designar al rector de la institución. Por ello, fue el protagonista de los titulares de prensa en los últimos meses tanto por la polémica elección de Ismael Peña, así como por la posterior designación de Leopoldo Múnera.
Sobre estas actuaciones hay procesos abiertos en la Procuraduría y demandas por resolver en el Consejo de Estado que podrían confirmar a Múnera en el cargo de rector o propiciar un nuevo relevo en la dirección de la universidad más grande del país.
Pero las funciones del CSU van más allá de elegir al rector. Por sus manos deben pasar, para su aprobación, los planes de desarrollo global para la Nacional, la creación o eliminación de programas académicos, el nombramiento de decanos y decanas, los presupuestos anuales y en general toda la reglamentación académica y administrativa para la institución.
Así las cosas, el CSU de la Universidad Nacional es fundamental para el proceso de una constituyente universitaria que está en marcha en ese centro de estudios. Ese organismo tendrá que dar garantías normativas para los espacios de discusión sobre la constituyente universitaria y evaluar varias reformas generales.
Los recientes cambios que ha tenido el CSU en las últimas semanas reorganizaron el mapa de fuerzas en ese espacio. Así quedarán distribuidas las cargas.
El nuevo mapa del Consejo Superior de la Universidad Nacional
El Consejo Superior Universitario está conformado por nueve personas, de las cuales solo ocho tienen voto. El de voz, pero no voto es el rector de turno. En este caso, Leopoldo Múnera.
Antes de Múnera, Dolly Montoya fue la última rectora que participó con normalidad en las sesiones del CSU, siendo la más reciente aquella del 21 de marzo en la que se eligió a Ismael Peña como rector. Luego de eso, Peña no pudo participar en ese organismo durante los casi dos meses en las que ejerció en el cargo. Varios miembros del CSU se opusieron a la presencia de Peña al no haberse aclarado por ese entonces si su designación estaba en firme o no.
Por otro lado, quien preside las sesiones del CSU es el ministro de Educación. Así lo hizo Aurora Vergara antes de declararse impedida para conocer sobre el proceso de designación de Peña. Por este motivo, el presidente Petro nombró a Juan David Correa, ministro de Cultura, como ministro ad hoc de Educación para conocer sobre el proceso de elección de rector.
Sin embargo, en las sesiones del CSU posteriores al impedimento de Vergara, y hasta la designación de Múnera, quien hizo presencia en representación del Ministerio de Educación fue el viceministro para la Educación Superior, Alejandro Álvarez Gallego.
Ahora, con la salida de Aurora Vergara del ministerio y la llegada de Daniel Rojas Medellín, será él quien presida las sesiones del CSU de la Universidad Nacional. Rojas es economista de la Universidad Santo Tomás y estudiante de la Maestría en Ciencias Económicas de la Nacional.
Las otras dos representantes del Gobierno nacional en el CSU son las designadas por el presidente Petro, que no han cambiado respecto a la sesión de marzo la que se eligió rector a Ismael Peña. Se trata de María Alejandra Rojas y Nataly Garzón Polanía. La primera, estudiante de doctorado; la segunda, de maestría. Ambas son de la Universidad Nacional.
En el caso de la representación del Consejo Nacional de Educación Superior (Cesu), un órgano asesor del Ministerio de Educación pasó de estar a cargo de Humberto Rosanía a ser asumida por Víctor Manuel Moncayo en abril pasado. Moncayo fue rector de la Universidad Nacional entre 1997 y 2003.
También hay caras nuevas en la representación estudiantil. Laura Quevedo reemplazó a Sara Jiménez, quien tuvo que renunciar en marzo por los hostigamientos que sufrió cuando se empezaron a conocer los detalles de la votación de la polémica sesión del 21 de ese mes. Quevedo es estudiante de posgrado de la Nacional.
Los otros dos asientos del CSU están ocupados por el representante de los profesores, Diego Torres, quien es docente del departamento de física, y la profesora Verónica Botero, representante de los decanos. El puesto restante será para quien sea elegido como representante de los exrectores debido a la renuncia de Ignacio Mantilla. El matemático argumentó que la designación de Leopoldo Múnera fue violatoria de la ley y del reglamento interno de la Universidad Nacional y por ello presentó su dimisión.
Con esta composición, sin importar quién sea el exrector que reemplace a Mantilla, el CSU actual tiene el AND de la Universidad Nacional. De sus nueve integrantes, cuatro son estudiantes y cinco son docentes activos o retirados de esa institución. Una diferencia marcada respecto a escenarios de años anteriores.
Además, las propuestas de constituyente y reformas profundas en la Nacional gozan del respaldo de la mayoría gracias a los tres votos del Gobierno, el del exrector Moncayo y el de la representación estudiantil. Una cuenta de cinco contra tres que pone como minoría al sector crítico con el Gobierno que está representado por Diego Torres y Verónica Botero.

