Gustavo Petro llegó a la Casa de Nariño el 7 de agosto de 2022.
Crédito: Presidencia.
Plan del gobierno del cambio: ¿cuál será la estrategia para el "segundo tiempo"?
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El más reciente informe de Colombia Risk analiza los fenómenos que han generado inestabilidad política en el gobierno de Gustavo Petro. ¿Por qué tantos cambios y qué ha significado eso en el Congreso? ¿Avanzarán las reformas del Gobierno en la tercera legislatura?
Por: Claudia M. Quintero
De cara al tercer periodo de Gustavo Petro, que llegó con la bandera de ser el primer presidente de izquierda en el país, Colombia Risk presenta un informe sobre la inestabilidad política y el malestar social que se ha generado durante su administración, en la que se han impulsado reformas amplias y ambiciosas.
Petro deberá enfrentar la segunda etapa de su gobierno, en la que presentará las propuestas que se quedaron a medio camino, con una aprobación de 31,9 por ciento en junio de 2024, más de 17 modificaciones ministeriales, investigaciones en contra de su hijo Nicolás Petro, una presunta financiación irregular de su campaña presidencial y el escandalo de corrupcion de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
¿Cómo fueron los primeros dos años?
Para cumplir sus promesas de campaña, Petro convocó a un gabinete mesurado y técnico, que dejó tranquilos a los más de 11 millones de votantes que lo apoyaron y a los otros más de 10 millones de colombianos que votaron por Rodolfo Hernández —quien se vendía como el ‘outsider’ anticorrupción y terminó condenado por el delito de interés indebido en la celebración de contratos—.
Entonces llegaron figuras como José Antonio Ocampo a la cartera de Hacienda, Alejandro Gaviria al Ministerio de Educación, Cecilia López a la cartera de Agricultura, entre otros. Sin embargo, la dicha duró poco. El más reciente informe de Colombia Risk detalla que, en los dos años de gobierno, Petro ha hecho 17 cambios de gabinete. ¿Por qué y cómo afecta eso a la estabilidad política?
“De la unidad a la uniformidad”: Colombia Risk
De acuerdo con la consultora de riesgos políticos, el primer año del jefe de Estado fue una apuesta por lograr consensos con partidos de oposición para reunir un gabinete “lo suficientemente fuerte para gobernar”. Por eso, entre los ministros había representantes de partidos de los que, históricamente, Petro se ha distanciado, como el Partido Conservador, el Partido Liberal y el partido de la U.
No obstante, el primer mandatario no quedó conforme con las tareas asignadas y comenzó haciendo cambios en los que “priorizó la lealtad y remplazó a los miembros de la coalición de centro por políticos más afines a sus objetivos”, como señala el informe de Colombia Risk.
Pasó lo que predijo Alejandro Gaviria: “Yo le puedo describir cómo será un gobierno de Petro: el primer año él nombra un buen gabinete de unidad nacional, no lo logra cohesionar, pasan seis u ocho meses y no pasa mucho. Se le desbarata el Gobierno y Petro empieza a tuitear como loco”.
Así, en los primeros 11 meses de administración, salieron voces que hacían crítica desde el interior del Gobierno, como el propio Gaviria —quien se atrevió a mostrar sus posturas en contra de la reforma a la salud—. También quedó por fuera Cecilia López, otra voz crítica de la misma reforma.
Otros ministros salieron, según dijo Petro en su momento, por sus malos manejos de los recursos públicos, como la entonces jefe de la cartera del Deporte, María Isabel Urrutia.
Los nuevos ministros que han llegado son, de acuerdo con el informe, voces más cercanas al presidente. Así, Petro trajo al Ministerio de Hacienda a Ricardo Bonilla, quien fue secretario de Hacienda durante su alcaldía en Bogotá, y al Ministerio de Educación llegó Daniel Rojas, expresidente de la SAE y uno de los escuderos del jefe de Estado. En el último remezón ministerial, Petro cambió al liberal Luis Fernando Velasco —quien le sirvió para lograr apoyos a sus reformas en el Congreso— por Juan Fernando Cristo, que llegó a la cartera del Interior con la misión de lograr “un acuerdo nacional”.
El informe de Colombia Risk detalla que las políticas y la retórica del jefe de Estado “han creado incertidumbre política y sigue desafiando a las instituciones del país”. Expertos señalan que una parte de esa incertidumbre se genera por los cambios ministeriales y la dificultad de ejecutar políticas públicas cuando no hay una continuidad.
El Congreso: disminuyeron los apoyos al Gobierno y crecieron los independientes
Según la consultora, Petro comenzó su administración con unos apoyos sólidos en el Congreso: lo que muchos llamaron la aplanadora de Petro, con lo que logró la aprobación de una de las reformas tributarias más ambiciosas, y se permitió el avance de iniciativas claves, como la reforma rural y el marco jurídico de la paz total.
El primer año fue la luna de miel del Gobierno con el Congreso, pero luego la aplanadora se varó, porque los apoyos del Ejecutivo fueron disminuyendo. Tanto, que iniciativas como la reforma a la salud y a la educación terminaron hundidas.
Colombia Risk detalla que en agosto de 2022 el Gobierno tenía 77 votos en Senado, los independientes sumaban 16 votos, la oposición 13 votos y dos curules quedaron vacías.
En la Cámara, el panorama era similar. El Gobierno tenía 138 apoyos, los independientes 29, la oposición 20 y una curul vacía.
Ahora en el Senado el Gobierno solo tiene 48 votos, mientras que los independientes tienen 34 y la oposición 23. Quedan tres curules vacías. Esto quiere decir que si los independientes y la oposición logran alianzas, las iniciativas gubernamentales pueden quedarse en el Senado. Además, en la tercera legislatura, el que preside esa corporación es el conservador Efraín Cepeda.
Aunque el Gobierno tiene menos apoyos en la Cámara que en 2022, mantiene la mayoría. Además, en los dos años, Gustavo Petro ha tenido de aliado al presidente de esta corporación. Por ejemplo, comenzó siendo David Racero (Pacto Histórico), lo siguió Andrés Calle (del ala del Partido Liberal cercana a Petro) y ahora Jaime Raúl Salamanca (el verde al que apoyó el Gobierno).
Entonces, Colombia Risk detalla que los apoyos están así: 96 al Gobierno, 51 los independientes, 39 la oposición y dos curules vacías.
Pese a que algunas iniciativas gubernamentales no han pasado su prueba en el Legislativo, Colombia Risk señala que “el ‘bloqueo institucional’ al que hace referencia Petro es “una afirmación sin sustento”.
¿Por qué? Porque en la segunda legislatura se aprobaron cinco de las ocho reformas que el Gobierno presentó.
“Esta retórica resulta crucial para que la administración atribuya a la oposición la responsabilidad de sus promesas incumplidas. No obstante, la oposición al Gobierno no ha sido el único chivo expiatorio de la administración de Petro”, detalla el informe.
El ‘bloqueo constitucional’ y el llamado a una constituyente
Si bien las cifras muestran que no existe el ‘bloqueo constitucional’ al que se refiere el primer mandatario, Colombia Risk menciona que “el gobierno de Petro ha dejado un historial de promesas incumplidas, acompañado de una retórica que responsabiliza a la oposición por los fracasos de su gestión. Este contexto ha impulsado la convocatoria de una asamblea constituyente”.
¿Cómo así? Desde el Ejecutivo se ha dicho que hay limitaciones constitucionales que no les han permitido ejecutar muchos proyectos y que para solucionar eso se necesita “convocar al poder constituyente”. Sin embargo, el jefe de Estados ha moderado esa propuesta y ahora habla de un gran “acuerdo nacional”.
La supuesta modificación a la constitución ha generado una serie de críticas, porque —como bien describe el informe de la consultora de riesgo—, “cualquier modificación tiene el potencial de alterar significativamente el panorama político y las normas institucionales del país, planteando debates sobre el equilibrio de poderes”.
Las instituciones del país: el muro de contención de Gustavo Petro
El informe describe que las instituciones han mostrado una seria solidez, que le han hecho frente a iniciativas del primer mandatario.
“El presidente y su gobierno llegaron al poder dispuestos a negociar, pero a medida que el Congreso y los tribunales se oponían a la administración, el presidente fue dejando atrás su espíritu pluralista, optando por desafiar a las instituciones nacionales y copando su gobierno de funcionarios leales y personas ideológicamente afines. A pesar de las preocupaciones iniciales por la salud del sistema y por la solidez de los contrapesos y salvaguardias para impedir los abusos del ejecutivo desde la presidencia, los dos últimos años de la presidencia de Gustavo Petro han puesto de manifiesto una cosa: las instituciones funcionan”, detalla Colombia Risk.
Esto se vio reflejado, por ejemplo, en la decisión de la Corte Constitucional de tumbar el artículo 61 del Plan Nacional de Desarrollo (PND), que permitía agilizar la compra de tierras para la reforma rural. También en las decisiones de Petro de usar decretos de emergencia para eludir al Congreso —como en el caso de La Guajira—, pero que la Corte tumbó.
El informe describe que: “a lo largo del mandato, la supervisión judicial a la administración ha sido constante, alcanzando uno de sus puntos culminantes en una reciente disputa judicial entre los jueces de Colombia y la administración respecto a la reforma pensional propuesta por Petro (…). La exhaustiva revisión constitucional, unida a los numerosos errores de procedimiento durante el proceso legislativo en el Congreso, probablemente reducirá la probabilidad de que las amplias iniciativas de reforma de Petro se conviertan en ley”.
Cayeron cifras de aprobación
Petro comenzó su periodo con una muy buena percepción y, a la mitad de su administración, las cifras han disminuido de forma constante. Según el Índice Agregado de Favorabilidad Presidencial de Colombia Risk Analysis, la aprobación de Petro ha bajado desde septiembre de 2022, cuando estuvo en su punto más alto con 64,1 por ciento, a 31,9 por ciento en junio de 2024.
¿Por qué se ha visto golpeada su imagen? El reporte menciona que los principales factores son las actuales circunstancias económicas del país, los escándalos de corrupción que rodean a su familia (principalmente a su hijo Nicolás Petro), la posibilidad de una supuesta financiación irregular de su campaña presidencial y acciones como levantar las banderas del M-19.
Esto termina dejando dudas "sobre si el presidente podrá realmente cumplir sus promesas electorales", menciona Colombia Risk.
Ante este panorama, la consultora pronostica que en los próximos dos años, el presidente Gustavo Petro va a "exacerbar la inestabilidad política y se rodeará de aliados leales en lugar de diversos expertos que puedan cuestionar sus puntos de vista" y que "impulsará una constituyente que forzará los límites institucionales".
Sin embargo, señala que el panorama para sus reformas en el Congreso parece estar cada vez más difícil, porque la luna de miel ya pasó y los escándalos que rodean a su gobierno y a su familia terminarán por afectar una colaboración con los partidos políticos.