Los precios de las acciones que se transan en la Bolsa de Valores están muy baratos. Así lo muestra el desempeño del Colcap (índice de la variación de precios de las acciones más líquidas- las que más se negocian) que está en su nivel más bajo desde cuando se inició, hace 15 años. Tan solo este año, la caída de ese índice es cercana al 17 por ciento.
La Q de Tobin (nombre del economista que trabajó el concepto) mide la relación entre el valor de una acción en el mercado y su valor patrimonial (el capital invertido, con valorizaciones y utilidades retenidas). Si esa relación es superior a 1, la acción está bien valorada; si es inferior es porque el mercado no la considera atractiva. En el caso colombiano la gran mayoría de las acciones están infravaloradas en este momento, algunas en niveles increíblemente bajos, considerando la calidad de las empresas. Veamos algunos ejemplos de la Q de Tobin: Bancolombia en 0.71, Banco de Bogotá en 0.63, Éxito en 0.52, Celsia en 0.47, Terpel en 0.44, Grupo Argos en 0.36, Corficolombiana en 0.36, Grupo Bolívar en 0.33. (Fuente: Bolsa de Valores de Colombia, en Portafolio – sept de 2023).
¿Por qué están tan desvalorizadas las acciones en nuestro país? Una combinación de factores explica esta situación: desconfianza de los potenciales inversionistas sobre el futuro de Colombia, crecimiento económico mínimo, alta inflación, elevado costo del dinero, incertidumbre sobre la evolución de la tasa de cambio, impuestos excesivos, baja gobernabilidad del presidente Petro, polarización política, tensiones sociales, violencia desatada en no pocas regiones, inseguridad física y jurídica, alto riesgo de impactos negativos del cambio climático en nuestro país.
En adición a dichos vientos en contra, hay otro elemento negativo: los inversionistas extranjeros tienen muchas alternativas atractivas de inversión en acciones a buenos precios en naciones con menores riesgos. Debemos siempre tener en cuenta que para todo tipo de inversiones foráneas en Colombia competimos en el mercado internacional con otros países que ofrecen buenas condiciones económicas, sociales y políticas.
Después de haber leído lo anterior seguramente muchos de ustedes no querrán comprar acciones, y los que ya las tienen desearán venderlas. Pero lo que les voy a recomendar es exactamente lo contrario: adquieran y mantengan acciones de buenas empresas colombianas. ¿Por qué?
En primer lugar, volviendo a la Q de Tobin, las acciones están a precio de “huevo”. En los casos citados el comprador tiene un descuento frente al valor patrimonial de las acciones que varía entre 30 y 70 por ciento. Añado un dato que permite comparar el grado de castigo de las acciones nacionales: en el mercado bursátil de los Estados Unidos la Q de Tobin es actualmente de 1.43, mientras que acá casi todas las acciones están bastante por debajo de 1.
Sin embargo, que estén baratas las acciones no es suficiente atractivo si no se despejan los densos nubarrones enunciados anteriormente. Soy razonablemente optimista sobre el mediano y largo plazo de Colombia (nunca se deben comprar acciones con una óptica cortoplacista, eso solo lo hacen -con alto riesgo- los especuladores expertos). La inflación y el costo del dinero seguirán su tendencia descendente, lo cual impulsará el crecimiento económico y la estabilidad cambiaria. Las nocivas reformas impulsadas por el Gobierno seguramente serán corregidas en buena parte, para lograr su aprobación. En las elecciones de 2026 lo más probable es que el ganador, al contrario del presidente Petro, sea amigo de la inversión privada (nacional y extranjera). La seguridad tardará tiempo en mejorar pero ya hemos visto que una buena combinación de “garrote y zanahoria” la puede incrementar. Los demás problemas no desaparecerán de la noche a la mañana, pero el panorama general de Colombia a mediano y largo plazo, a mi juicio, será favorable.
Warren Buffett, el mejor inversionista del mundo, afirma que el mejor momento para comprar es cuando los demás están asustados. Hay mucho temor en nuestro país pero recordemos que hemos superado momentos muy dificiles y que las instituciones de Colombia han demostrado su fortaleza.