No saber inglés no cierra todas las puertas, pero tampoco las abre, limitando tanto el crecimiento profesional como personal. Aprender inglés ya no es solo una necesidad; se ha convertido en una obligación en un mundo laboral que prefiere a quienes dominan ese idioma.
Tuve la fortuna de que mis padres tomaran una decisión por mí que cambiaría mi vida para siempre. A una edad en la que yo mismo no habría sabido elegir, me embarcaron en un avión a Estados Unidos por un año para aprender inglés. No me opuse; confiaba en su juicio y entendía, en teoría, que el inglés podría traerme beneficios de crecimiento personal. Mi padre, en particular, hablaba con insistencia sobre la importancia de aprender inglés como segunda lengua. Sin embargo, nunca imaginé la magnitud del impacto que esta experiencia tendría en mi vida.
Antes de partir, había tomado clases de inglés en el colegio, como muchos de nosotros, pero no me sirvieron. No les encontraba valor, motivo por el cual yo no era capaz de hablar ni una palabra de inglés. Llegué a una casa de familia que acogía periódicamente a estudiantes extranjeros. Eran particularmente amables y abiertos multiculturalmente.
Poco a poco, me enseñaron cómo funcionaba la economía de Estados Unidos, sus instituciones, los aspectos positivos y negativos de su sociedad y eran muy curiosos sobre Colombia, razón por la cual teníamos muchos temas de que hablar. Incluso hoy en día mantengo un contacto constante con esa familia que me acogió calurosamente; su hospitalidad y su apertura fueron determinantes en mi vida, enseñándome no solo un idioma, sino también una nueva forma de ver el mundo. Viajé tan pronto terminé mi bachillerato en Colombia y repetí lo visto como bachiller estudiando seis meses de "High School" en Estados Unidos.
Luego tomé cinco meses de cursos libres en una universidad. Eran otras épocas, cuando era posible tomar cursos universitarios sin necesidad de pagar, porque la universidad entendió que yo iba a estar apenas unos cuantos meses, antes de volver a mi país.
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“Esa experiencia marcó el inicio de mi relación con el inglés, un idioma que fortaleció mi vida profesional de maneras que nunca imaginé”.
Esa experiencia marcó el inicio de mi relación con el inglés, un idioma que fortaleció mi vida profesional de maneras que nunca imaginé. El inglés no solo me abrió puertas a nuevas oportunidades laborales; también me dio una ventaja competitiva que trato de fortalecer semana tras semana. Una década después de aprender inglés, decidí retomar clases particulares porque sentí que había perdido fluidez y pronunciación. Fue, sin duda, la mejor decisión que pude haber tomado. Desde entonces, me he convertido en un ávido estudiante del idioma, tomando notas de palabras nuevas, frases idiomáticas y disfrutando cada oportunidad de usar lo aprendido, ya sea verbalmente o por escrito.
Viajar, por negocios o turismo, es una experiencia completamente distinta cuando uno habla inglés. En países donde ni el español ni el inglés son lenguas nativas, el inglés se convierte en un puente esencial. Poder comunicarse eficazmente hace que la experiencia de viajar sea mucho más sencilla y placentera. Además, hacer negocios con personas que no hablan español, pero sí inglés es indiscutiblemente más fácil cuando uno también lo habla. Las personas con las que he hecho negocios o he interactuado en mis viajes personales valoran enormemente el esfuerzo de quienes hablan inglés como segunda lengua, sabiendo que no son completamente bilingües.
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No es casualidad que Gonzalo Jaramillo, expresidente de Almacenes Éxito, afirmara en una entrevista que "los idiomas son más importantes que un MBA”.
No es casualidad que Gonzalo Jaramillo, expresidente de Almacenes Éxito, afirmara en una entrevista que "los idiomas son más importantes que un MBA". Para él, una persona que busca abrirse camino en un mundo interconectado debería sumergirse en la historia, la geografía y, sobre todo, en los idiomas, porque estos "son una ventanilla para entrar a otra cultura". Aprender inglés, más que un simple logro académico, se convierte en una habilidad transformadora que abre puertas a experiencias, conocimientos y oportunidades que de otro modo permanecerían cerradas.
A mis estudiantes, y a todos aquellos que quieran escucharme, les insisto vehementemente, casi hasta el cansancio, que si no tienen un buen nivel de inglés, aprovechen cada oportunidad para aprenderlo. Ya sea viajando al extranjero, tomando cursos intensivos en Colombia o mediante cualquier otro medio, siempre y cuando lo hagan con determinación y disciplina. Y de ser necesario que pongan una pausa en sus estudios para formase en el aprendizaje del inglés.
Las ventajas tanto a nivel profesional como personal son inmensas. He sido testigo de innumerables oportunidades perdidas por amigos que no tuvieron la facilidad que yo tuve o la disciplina para aprender inglés con determinación desde el colegio. Hoy en día, en Colombia, las oportunidades laborales se multiplican para quienes dominan o hablan bien el inglés como segunda lengua. Y en el mundo, las puertas profesionales y personales se abren de par en par.
Mi mejor consejo para quienes no saben inglés es este: inviertan en aprender inglés. Este aprendizaje no solo debe ser profundo, sino que debe continuar a lo largo de toda la vida. Incluso si uno no sabe inglés y ya tiene un empleo y se siente seguro en su entorno laboral, vale la pena considerar detener momentáneamente la carrera profesional para dedicarse a aprender inglés y luego retomarla. Esa nueva versión de uno mismo, mejorada por el conocimiento del inglés, estará mucho mejor posicionada para aprovechar nuevas oportunidades y crecer de manera exponencial. Hoy existen más oportunidades de financiamiento para viajar y aprender que las que existían hace una o dos décadas. No las desaprovechen.
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Cada paso que demos en la dirección de aprender inglés marcará una diferencia profunda en nuestras vidas.
La importancia de aprender inglés no radica solo en abrir puertas a nivel profesional, sino en enriquecer nuestras vidas de maneras que a menudo no podemos prever. No importa el tamaño de la oportunidad, ya sea un viaje, un curso intensivo, clases virtuales o incluso el uso de plataformas como Duolingo. Cada paso que demos en la dirección de aprender inglés marcará una diferencia profunda en nuestras vidas. Como dice un viejo proverbio chino, "El mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años; el segundo mejor momento es ahora". Así que, ¿por qué no empezar a aprender inglés hoy?
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