
Las últimas semanas del mercado han sido muy locas.
El S&P500, el conjunto de las 500 compañías más importantes de la Bolsa de Estados Unidos, tuvo la peor caída de los últimos 20 años después de los anuncios arancelarios del presidente Donald Trump. Un solo un día después rebotó con fuerza y tuvo la mayor subida en 40 años.
Esta volatilidad del mercado no la veíamos desde pandemia.
Hay que recordar que somos una especie que no está construida biológicamente para ser buenos inversionistas. Estamos construidos para huirle al caos y al peligro. Por eso salimos a vender cada vez que sentimos que estamos en peligro. Apenas cayó el mercado, la gente entró en pánico y vendió. Un día después, cuando Trump anunció que suspendía los aranceles por 90 días, la gente se emocionó y compró. Todo lo que no toca hacer.
Como inversionistas principiantes creemos que tenemos un entendimiento completo del mundo. Creemos poder pronosticar lo que va a pasar en el futuro. Creemos en mitos, falacias, ideas e información factual incorrecta. Creemos que nos podemos separar de la psicología de las masas, y que nosotros sí vamos a poder controlar nuestras emociones.
El gran Charlie Munger decía que para ganar en el mercado no había que ser más inteligente que los demás, sino ser consistentemente menos estúpido. Que frase más sabia. Invertir bien no se trata solamente de inteligencia financiera. Eso es una parte menor. Lo más importante es controlar las emociones, algo que claramente nos queda grande cuando de dinero e inversiones se trata.
¿Cuál es el antídoto contra la incertidumbre?
Tener un plan. El general Isenhower decía, “ninguna guerra se ha ganado de acuerdo al plan, pero tampoco ninguna se ha ganado sin un plan”. Arma el plan antes de que llegue el desastre. En este momento hay que enfocarnos en lo que podemos controlar. Tú no controlas las decisiones de Trump, la economía, las tasas de interés, la Fed, la guerra o la política, pero tu plan financiero sí está bajo tu control.
Gastar menos de lo que ganas e invertir la diferencia. Eso tú lo controlas. La mejor forma de generar riqueza es invertir de manera consistente, ojalá en ETFs (Exchange Traded Funds) o fondos, y no interrumpir la magia de interés compuesto.
No tenemos ni idea para dónde va el mercado en los próximos días o semanas, incluso en el próximo año. Jugar ese juego de tratar de adivinar para dónde van las acciones en el corto plazo es muy peligroso. No te metas ahí. No te dejes llevar por las noticias o la emoción del momento.
Tener un plan e invertir en las mejores compañías del mundo de manera ininterrumpida por largos periodos de tiempo es el antídoto y la fórmula ganadora para construir patrimonio a largo plazo.
Olvídate de lo que diga Trump, y concéntrate en lo que puedes controlar.
¡A seguir aprendiendo!
