La revista Forbes acaba de publicar su lista anual del club de 'billonarios', que son aquellas personas que tienen una fortuna superior a mil millones de dólares (un billón en la terminología gringa, o un millardo para nosotros), y tiene información muy interesante sobre los superricos del mundo.
El ranking el club tiene una alta volatilidad pues está basado, en un alto porcentaje, en el precio de las acciones en la principales bolsas del mundo, acciones que constituyen una parte sustancial de las fortunas de esos billonarios. La lista de este año se construyó con los precios de las acciones registrados el 7 de marzo de 2025, y con el desplome que han tenido las acciones en la última semana se deben haber producido algunos cambios.
Los billonarios en 2025
Con esos precios de las acciones, 3.023 personas clasificaron para este exclusivo club y su riqueza total alcanzó el valor récord de US$16.100 millardos. Para dimensionar que significa esta cifra con tantos ceros, puede decirse que equivale a 50 veces el PIB de Colombia, y todo en manos de solo 3.000 personas, que poseen más de toda la riqueza que tiene el 60 por ciento de la población.
Las columnas del gráfico muestran el impresionante crecimiento de las fortunas de los billonarios. El último año fue del 14 por ciento, mientras que, en solo tres años, entre 2019 y 2024, se duplicó al pasar de US$ 8.000 millardos a 16.100.
Tan rápido crecimiento conlleva un aumento todavía más impresionante en la concentración de la riqueza. El banco Credit Suisse estimaba que en 2019 el total de la riqueza mundial ascendía a US$360.000 millardos, y que en 2024 había aumentado a US$450.000 millardos.
Esto significa que en 2019 los billonarios poseían el 2,22 por ciento de este total, mientras que cinco años más tarde habían aumentado su participación al 3,58 por ciento.
El top del ranking del club lo componen tres personas que tenían más de US$200 millardos. Son los propietarios de tres empresas tecnológicas cuyas acciones habían tenido una gran valorización después de la elección de Trump: Elon Musk, de Tesla (342 millardos), Mark Zuckerberg, de Facebook (216 millardos) y Jeff Bezos, de Amazon (215 millardos). De nuevo para comparar, la riqueza de Musk era similar al PIB de Colombia.
A estos tres personajes se les reconoce que empezaron desde cero sus empresas, y por lo tanto sus fortunas. Pero esta no es la regla general. Según la información del banco UBS, de 137 personas que ingresaron al club el último año, y cuya riqueza es de US$229 millardos, 53 entraron al club porque recibieron herencias por valor de US$151 millardos. Se destruye el mito de la meritocracia y el esfuerzo personal para amasar fortunas.
En este mismo sentido, según los datos de la ONG OXFAM, el 60 por ciento de las mayores fortunas del mundo provienen de herencias (36 por ciento), de monopolios (18 por ciento), o de conexiones políticas y corrupción (6 por ciento). El impacto de las conexiones políticas para el crecimiento de la riqueza de unos cuantos es mucho mayor del estimado de OXFAM. La fortuna de Donald Trump, por ejemplo, creció 121 por ciento en el último año, pasando de US$2,3 a 5,1 millardos. La frase de Balzac “detrás de cada gran fortuna hay un delito” es una generalización exagerada, pero algo tiene de cierto.
En América Latina, el más rico es el magnate de las telecomunicaciones Carlos Slim, con una fortuna estimada de 82.500 millones de dólares. Por Colombia, seis personas clasificaron para el club: Jaime Gilinski (Nutresa) y David Vélez (Banco NU), empatados en el puesto 236, con US$10,7 millardos cada uno. Los sigue en el puesto 369 Luis Carlos Sarmiento, con US$8,1 millardos, y más lejos la viuda y los dos hijos de Julio Mario Santodomingo, con fortunas de US$ 4,4, 3,3 y 1,8 millardos, respectivamente.
Interesante notar que, para Forbes, la única de estas seis fortunas que aparece domiciliada en Colombia es la de Sarmiento; a los dos primeros los ubica la revista en Panamá y Brasil, respectivamente, mientras que a la viuda en Bermuda y a los dos hijos en Estados Unidos.
Lo que sube como palma
… cae como coco, dice el refrán popular, y nunca es más apropiado que para las fluctuaciones que han tenido algunas de las fortunas de los billonarios con la presidencia de Trump. Hace un año, Forbes estimaba la riqueza de Elon Musk en US$195 millardos; con su cercanía al candidato en la campaña y los anuncios del entonces presidente electo del papel que jugaría Musk en su gobierno, su fortuna creció 149 por ciento, llegando a un máximo de US$486 millardos en diciembre de 2024. Excelente rentabilidad para los US$250 millones invertidos en la campaña de Trump.
Después de esa luna de miel, el coco empezó a caer y vino la resaca: con el impacto de las controvertidas intervenciones del DOGE para desmantelar el aparato del Estado y de a caótica política económica de Trump, la riqueza de Musk cayó a US$342 millardos en la lista de Forbes del 7 de marzo, y un mes después a menos de US$300 millardos con la guerra mundial de aranceles que hizo colapsar los precios de las acciones en Wall Street.
La evolución del precio de la acción de Tesla parece una montaña rusa, como se ve en el gráfico siguiente.
El día antes de la elección de Trump se cotizaba a 242 dólares y en un mes y medio casi se duplicó llegando a un máximo 480 dólares. Con algunas fluctuaciones se mantuvo hasta el día de la posesión de Trump, cuando se cotizó a 424 dólares. Después se vino en picada llegando a perder casi la mitad de su valor tres días después de la medición de Forbes. Solo la última semana su precio cayo 16 por ciento, lo que es una de las caídas más grandes en Wall Street en un periodo tan corto.
Para el banco JPMorgan, la explicación lo que ha pasado es que la acción de Tesla sufrió un "daño de marca sin precedentes" por el rol gubernamental de Musk, a pesar de lo cual todavía se mantiene en los primeros puestos del club de los billonarios.
