Mauricio Rodríguez Múnera
3 Septiembre 2024 05:09 am

Mauricio Rodríguez Múnera

El futuro de la Administración

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En estos días el CESA (Colegio de Estudios Superiores de Administración) está celebrando sus primeros 50 años de existencia. Fue fundado por un visionario grupo de personalidades (Carlos Lleras Restrepo, Hernán Echavarría Olózaga, José Vicente Vargas, Francisco Mejía, Gilberto Arango, entre otros) con la misión de formar empresarios y líderes en otros campos para impulsar el progreso de Colombia. Hoy en día es una de las escuelas de negocios más prestigiosas del país, con once mil egresados de sus programas de pregrado y posgrado. 

Durante este pasado medio siglo, el CESA ha sido muy importante para mí porque pertenezco a su segunda promoción, fui su profesor de diversas materias durante muchos años, integrante de su Consejo Directivo y rector. En la actualidad soy parte de su Cuerpo de Electores y docente de Liderazgo en sus programas de Educación Corporativa. Además, desde hace 40 años he sido docente también en otras excelentes facultades de Administración -del Externado y Los Andes. Toda esta experiencia me sirve para hacer algunas reflexiones sobre el futuro de esa carrera profesional. 

En primer lugar, creo que la buena administración (no solo de empresas sino también de entidades públicas, fundaciones, universidades, y otras organizaciones de naturaleza diversa) es una tarea crucial para el avance de la sociedad. Porque tenemos recursos escasos y muchas necesidades, porque enfrentamos enormes desafíos que exigen soluciones muy bien diseñadas y ejecutadas, y porque hay mucha corrupción, despilfarro e ineficiencia en los gobiernos a nivel nacional, departamental y local. 

Como bien la caracterizó el padre de la Administración, Peter Drucker, esta profesión es una mezcla de arte y ciencia. Usa herramientas técnicas exactas pero también recurre a instrumentos de las ciencias sociales. Esa combinación de capacidades y habilidades es la que ponen en práctica los mejores administradores. ¿Cuál será entonces el cambio en los años venideros en la enseñanza y aplicación de los conceptos de esta disciplina? 
       
Lo que será distinto es que la Administración dejará de ser tan solo una carrera de ocho o diez semestres en pregrado, con uno o dos años adicionales de posgrado. Será un proceso de aprendizaje continuo a lo largo de toda la vida. Proceso en el que cada quien irá armando su propio pensum -según sus intereses y necesidades, de manera híbrida (con formación presencial y virtual), en cursos de universidades locales y extranjeras, y de centros de estudio muy especializados en diferentes materias (por ejemplo Liderazgo, Inteligencia Artificial, Creatividad, Negociación, Comunicación Eficaz, Trabajo en Equipo, Innovación, etcétera).

Un pensamiento final: elevar la calidad de la formación de los administradores públicos y privados debe ser una prioridad. La ESAP (Escuela Superior de Administración Pública) tiene que mejorar el nivel de sus programas y evolucionar hacia el modelo de enseñanza descrita en el párrafo anterior. Tiene que ser una institución muy importante, como sucede por ejemplo en Francia, donde ser egresado de esa escuela (la ENA) no solo da gran prestigio sino que es casi un requisito para desarrollar una vida laboral de alto impacto en el sector público. Y en cuanto a la formación orientada el mundo empresarial, urge mejorar todo lo relativo a la productividad - porque el nivel colombiano actual es el más bajo de todos los países de la OECD.  

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