Iván Serrano
3 Julio 2024 03:07 pm

Iván Serrano

El nuevo revés jurídico del senador Jota Pe Hernández

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Un juez acaba de declarar improcedente una acción de tutela interpuesta por Jonathan Ferney Pulido Hernández, más conocido como Jota Pe, en contra de Analtraseg, uno de los sindicatos de la UNP. En lo que puede interpretarse como un jalón de orejas, el togado instó al legislador santandereano a darle un mejor uso al mecanismo de amparo.

El pasado 10 de abril les conté sobre la amarga controversia surgida entre el senador Jota Pe y Dagoberto Moreno, hombre de protección asignado por la UNP a su esquema de seguridad. El escolta fue retirado por solicitud de Hernández, asunto que no es ilegal, pero que para el afectado y el sindicato que lo defiende resultó, por lo menos, arbitrario.

Según el escolta, las desavenencias con su protegido surgieron a raíz de unos días de descanso a los que el trabajador tenía derecho. Mientras el senador creía que Moreno se los había tomado por la derecha, el escolta tenía documentos que demostraban que dichos días habían sido reconocidos por la empresa de seguridad que lo empleaba, y que incluso, asignaron a un reemplazo durante su ausencia que no superaba una semana.

En una declaración juramentada, que Moreno rindió ante sus empleadores, dio detalles de las largas jornadas a las que era sometido y del trato que recibía por parte del legislador, el mismo que había conquistado parte de su electorado haciendo eco del estallido social durante el gobierno Duque.

Pues bien, según lo dicho por el escolta, hubo algo que sacó de quicio al célebre Jota Pe. Se trató de un trino desde la cuenta de Analtraseg en el que se le increpaba al senador por haber solicitado la salida de Moreno de su esquema.

La airada reacción del senador no se hizo esperar. Según Moreno, Hernández le dijo lo siguiente: “Mire Dagoberto, subieron un tuit de un sindicato, y dice que eso va a Caracol y RCN, a todos lados, me van a dañar mi presidencia, porque me voy a lanzar a presidente de Colombia. Si me van a encochinar, yo lo voy a encochinar a usted, y voy a decir que usted descansó 57 días. A mí no me van a dañar mi presidencia por un día de descanso; si toca llevármelo por los cachos, me lo llevo”.

El 23 de marzo, Hernández envió a las directivas de Analtraseg una solicitud de retractación del tuit. Solicitud que fue rechazada por los sindicalistas a través de un oficio firmado por Giovanni Gallo, presidente de la organización sindical, y el abogado de la misma, Juan Manuel Castellanos.

Hernández consideró que el tuit era injurioso y que afectaba su derecho al buen nombre. Los sindicalistas consideraron otra cosa, y así se lo hicieron saber en una respuesta enviada el pasado 4 de abril.

El senador insistió e instauró una acción de tutela con la intención de proteger su derecho al buen nombre. El pasado 28 de junio, el juez que conoció el caso declaró improcedente la tutela. La razón es que dicho mecanismo es de uso excepcional y, para que el mismo proceda, el accionante debe haber agotado otros medios judiciales de defensa disponibles, a menos que exista un riesgo de perjuicio irremediable.

En su análisis, el juzgado señaló que las afirmaciones de Analtraseg no configuraban un daño irreparable ni vulneraban los derechos fundamentales del senador Hernández. Además, determinó que el caso podía ser resuelto por otras vías judiciales, como la jurisdicción penal.

Esta decisión es un claro ejemplo del abuso de la tutela. Lo llamativo del asunto es que haya sido justamente un legislador, encargado de redactar las leyes que los jueces aplican, quien incurrió en dicha práctica, que desvirtúa la esencia del mecanismo y cuyo abuso termina por congestionar los despachos judiciales.

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