Juan Camilo Restrepo
25 Julio 2024 04:07 pm

Juan Camilo Restrepo

El trabalenguas constitucional francés y colombiano

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Escribo esta nota desde Francia. No es posible escapar a la tentación de comparar el terremoto político que ha sucedido en el país Galo con lo que acontece entre nosotros.

Son dos países completamente distintos, sin embargo y, por lo tanto, las comparaciones tienen que hacerse con cautela. Pero hay similitudes. 

Tanto Macron como Petro parecen creer que sus programas deben llevarse a la práctica cueste lo que cueste, y solo de la manera como a ellos se les ocurre. Ambos hablan con acento iluminado que no se compadece con el precario poder político con que cuentan. 

El primero, el presidente francés, ya metió a su país en un impasse político sin precedentes disolviendo la asamblea nacional y convocando a unas elecciones parlamentarias anticipadas que no  le han reflejado la mayoría que creía tener ,y han dejado al país sumido en un impasse político monumental con la gobernabilidad en añicos.

Guardadas las diferencia, a Petro le viene sucediendo lo mismo: sin querer reconocer que ni él ni su grupo cuentan con mayorías en el congreso, ha planteado todo tipo de fórmulas confusas  y recovecos legales (asamblea constituyente, poder constituyente, y ahora fast track) que no buscan otra cosa que evadir las mayorías parlamentarias donde los incondicionales de nuestro presidente no son más del 25 por ciento pero pretende que el 75 por ciento restante apruebe a pie juntillas todo lo que proponga.

Macron también hizo aprobar una reforma pensional saltándose las mayorías de la asamblea (apoyándose en una norma constitucional de excepción) que le permitía evadir las mayorías. Esta ligereza se la han cobrado los electores en los últimos certámenes electorales.
Ambos mandatarios han caído en la trampa de haber sido elegidos en una democracia parlamentaria pero donde parecen estar incomodos y pretenden evadir sus reglas de juego. La principal de ellas: la de que son las mayorías o las coaliciones las que permiten gobernar y no los caprichos presidenciales.

Pero las cosas parecen estar cambiando en los últimos días la muerte del trabalenguas constitucional de Petro parece que, ahora sí, y por fin, va en serio. Es una buena noticia que ojalá se confirme con hechos políticos concretos en los próximos días.

A una conclusión similar de realismo político han llegado los franceses en vísperas de la inauguración de los Juegos Olímpicos.

El presidente Macron reconoció  con humildad y realismo político  que- dados los resultados electorales franceses luego de la disolución de la Asamblea Nacional -que no le dio una mayoría absoluta a ninguno de los tres grupos preeminentes(macronismo, derecha y frente unitario de izquierda), la única manera de asegurar la gobernabilidad en Francia son los acuerdos políticos, construidos ley por ley,  a medida que los proyectos vayan llegando a consideración de la Asamblea.

Mirar lo que están concluyendo en Francia resulta una buena reflexión para Colombia, pues existen similitudes políticas entre los dos países. Y tanto más después de que el ministro Cristo anunciara que el gobierno Petro abandona la idea del fast track o de una asamblea constituyente.

Parece estar abandonándose pues el desafortunado trabalenguas constitucional en que nos estaba metiendo el gobierno: ¡no habrá fast track ni asamblea constituyente por fuera de los marcos de la carta política!

Vamos a jugar a jugar según el ministro Cristo el juego de la democracia parlamentaria, como debe ser es igual a lo que han concluido los franceses en los últimos días después de que la disolución de la Asamblea decretada Inesperadamente por Macron que terminó por no darle la mayoría absoluta a ningún grupo

El desgastante fantasma del trabalenguas constitucional con el que estaba dando improvisadas y desgastantes vueltas el presidente Petro para evadir los procesos parlamentarios, parece también estar llegando a su fin. 

¡Ojalá no vaya a resucitar!
 

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