Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Los ministerios de Hacienda, Minas y Energía y Comercio, han publicado un comunicado en el que anuncian cosas que ya se habían dicho, pero que ahora encapsulan en un enigmático anuncio.

Según este comunicado, la transición energética “será gradual” y tendrá cinco ejes fundamentales:

  1. Mayores inversiones en energías limpias y descarbonización
  2. Sustitución progresiva de la demanda de combustibles fósiles
  3. Mayor eficiencia energética
  4. Revisión y eventual flexibilización de la regulación para acelerar la generación de energías limpias
  5. Reindustrialización de la economía colombiana

La ejecución de estos cinco ejes fundamentales permitirá, según enigmático anuncio de este comunicado, “continuar con la exploración y explotación de combustibles líquidos y gas, propiciando la autosuficiencia de la matriz energética”.

Es decir: después de seis meses de idas y venidas, de vueltas y revueltas, de estrepitosas declaraciones en Naciones Unidas, en Davos y en diversos foros internacionales, el Gobierno aún no se atreve a decir con todas las letras si se suscribirán o no nuevos contratos de exploración de hidrocarburos. Seguimos gagueando.

El próximo mes de mayo, concluye el comunicado, “se presentará el informe de reservas de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, una fuente clave de información para las decisiones de políticas públicas. Este balance nos dará una visión completa de los contratos de exploración y sus efectos sobre producción y exploración de petróleo y sobre la producción de gas”. Excelente que este informe se presente. De hecho, todos los años lo produce entre abril y mayo la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Solo que muy probablemente nos confirmará la calamitosa situación de bajas reservas en que se encuentra el país en petróleo y en gas; y que en el desafortunado informe al que se refirió la ministra en Davos se inflaron al sumar peras con manzanas, es decir, reservas ciertas con meras expectativas.

Llama la atención en este comunicado que se haga tabla rasa de todos los estudios que con anterioridad a este Gobierno se habían realizado ya sobre transición energética. Da la impresión que el Gobierno de Gustavo Petro quisiera presentar sus ideas como las primeras palabras reveladoras sobre la transición energética.

Tengo en mi poder, por ejemplo, el documento Conpes 4075 de marzo 29 de 2022 que es un completo análisis de 108 páginas sobre todos los pasos que debe ir dando la política pública para avanzar hacia una tranquila transición energética. Y antes de este documento hubo varios otros sobre cuya existencia el actual Gobierno guarda silencio sepulcral.

En realidad, lo que está dicho en estudios anteriores es lo mismo que balbucea ahora el comunicado tripartito de los ministerios: que solamente se debe comenzar a desacelerar la exploración de combustibles fósiles sin firmar nuevos contratos, sino cuando se haya avanzado (no se dice sin embargo, cuándo se entenderá que el avance es satisfactorio) en los cinco lineamientos que hemos transcrito al comienzo de este artículo.

Se ha sabido esta semana que las empresas petroleras le han pedido al Gobierno cancelar 67 contratos vigentes de exploración por problemas de inseguridad y de conflictividad social en sus respectivas regiones. Esto significa que los problemas de orden público están logrando hacer más por apresurar la transición energética que las mismas declaraciones de la ministra Irene Vélez.

Quizás lo que sí debe abonársele a este Gobierno es que haya cogido el toro por los cuernos, cosa que no se atrevió a hacer la administración de Iván Duque, para desalentar la demanda de combustibles fósiles elevando el precio de la gasolina en el surtidor. Lo que constituye el camino más inteligente para avanzar en la transición energética. Con gasolina y diésel protuberantemente subsidiados sería imposible cumplir con los altisonantes anuncios que se han hecho por este Gobierno.

La transición energética inteligente que se está haciendo en todos los países se busca realizarla por el lado de reducir la demanda: no de sofocar bruscamente su oferta.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí

Más Columnas