Martín Jaramillo Ortega
30 Agosto 2024 05:08 am

Martín Jaramillo Ortega

Juan Izquierdo

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El mundo del fútbol está de luto. Juan Izquierdo, futbolista de Nacional de Uruguay, se desplomó al minuto 84’ en un partido de Copa Libertadores en donde su equipo enfrentaba como visitante al Sao Paulo de Brasil. Luego de desvanecerse, Izquierdo fue llevado de urgencia en una ambulancia y atendido en el Hospital Albert Einstein de Sao Paulo. Murió cinco días después, a los 27 años el 27 de agosto, tras un “paro cardiorrespiratorio asociado a su arritmia cardíaca”, según contó el hospital. 

Izquierdo había sido padre por segunda vez ocho días antes del partido frente a Sao Paulo y, según contaba él, no tuvo una infancia fácil. En un momento, luego de quedar relegado a la reserva en las divisiones juveniles de Liverpool de Uruguay, Izquierdo decidió dedicarse a trabajar con su padre y ser peón de albañil. Tiempo después retomó su carrera futbolística, pasó por Cerro, Peñarol, Montevideo Wanderers, San Luis de México y logró finalmente afianzarse como titular en Nacional de Montevideo, dirigido por Martín Lasarte.

En cuanto a la triste noticia de su muerte, las arritmias cardiacas son alteraciones en el ritmo cardíaco —más rápido o más lento— y tienen que ver con el estímulo de los latidos del corazón. Esta condición, en algunos pocos casos, no presenta sintomatología alguna, lo que puede dificultar el cálculo de personas que tienen esta patología. Es común padecer arritmias como consecuencia de alcoholismo, tabaquismo, presión arterial alta y obesidad, no por deporte. De hecho, quienes practican deporte con regularidad tienden a disminuir riesgos de padecer episodios de estas características. 

El fútbol ha padecido varios tristes casos en que las condiciones cardiacas acaban la carrera de los jugadores. En 2003, durante un partido de la Copa Confederaciones en Francia, entre Colombia y Camerún, Marc-Vivien Foé cayó desplomado al minuto 78’. El volante colombiano Jairo Patiño fue el primero en ayudar y luego el cuerpo médico de ambos países hizo todo lo posible para reanimar el futbolista. Foé fue trasladado a un hospital cercano y horas después se declaró su muerte debido a una miocardiopatía hipertrófica. 

Desde ese fatal partido en Lyon, la FIFA creó un protocolo médico para contrarrestar este tipo de situaciones. Se parte de la base de que cualquier persona y en cualquier momento y lugar puede sufrir una parada cardiorrespiratoria súbita (PCS). Este protocolo fue aplicado con éxito durante la Eurocopa de 2021 cuando en un partido entre Dinamarca y Finlandia el jugador Christian Eriksen se desvaneció por una afección cardiaca mientras tenía el balón en sus pies. Luego de varios exámenes y entrenamientos personalizados, 259 días después Eriksen volvió al fútbol y actualmente continúa siendo un referente de la selección danesa. 

Caso similar pasó con Sergio el Kun Agüero, quien jugando con el Barcelona tuvo que pedir el cambio por fuertes dolores en el pecho. Semanas después los médicos del equipo le dijeron que no podía seguir jugando fútbol profesional porque su corazón no iba a resistir. 

Una historia que tristemente no tuvo el mismo desenlace fue la del colombiano Andrés Balanta. El jugador de 22 años que había salido campeón con el Deportivo Cali en 2021 murió durante un entrenamiento con Atlético Tucumán de Argentina y, aunque siguen sin saberse con exactitud las causas reales de su muerte, todo apunta a que Balanta se desplomó en el campo por cuestiones cardiacas. Hoy, casi dos años después, seguimos esperando el parte médico para saber cuál fue la causa real de la muerte de un jugador con un inmenso futuro por delante. 

Lo que no es entendible es por qué existen prohibiciones en el dopaje a los medicamentos que ayudan a prevenir los problemas cardiovasculares. En 2010 el jugador Cristian Marrugo dio positivo por Hidroclorotiazida y fue sancionado. Tiempo después se pudo probar que esa sustancia prohibida en el dopaje estaba presente en el organismo de Marrugo por un medicamento llamado Micardis Plus que justamente le ayudaba para problemas del corazón dado que el entonces jugador del Deportes Tolima ya había tenido algunas alteraciones. 

El fútbol profesional debe tomar en serio las alteraciones cardiacas.  Si bien el protocolo para PCS funciona bien, solo es usado en competencias FIFA; debería aplicarse en todas las competiciones profesionales e incluso entrenamientos. Además, prohibir por dopaje el consumo de medicamentos que buscan atacar estas condiciones cardiacas es un exabrupto. Prevenir muertes como las de Juan Izquierdo, Marc-Vivien Foé y Andrés Balanta debería ser una prioridad. 

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