Luis Alberto Arango
26 Julio 2024 04:07 pm

Luis Alberto Arango

La lealtad del Gobierno con Benedetti

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El comportamiento de Armando Benedetti en un vuelo a Madrid fue el preludio de un escándalo mayor. La posterior inacción del gobierno de Gustavo Petro, que parece ser indiferente ante los escándalos que protagoniza su personal diplomático, cuestionan seriamente los valores que proclama defender.


La noche del pasado 29 de junio, en un vuelo de Iberia que partía de Bogotá con destino a Madrid, Armando Benedetti protagonizó un desafortunado incidente que fue el preludio de un escándalo aún mayor. El exembajador en Venezuela, ahora designado embajador ante la FAO en Roma, fue advertido por la tripulación de que lo harían bajar del avión si no cesaba un conflicto verbal con otro pasajero durante el proceso de abordaje.

Inicialmente, la advertencia fue para ambos pasajeros en la clase ejecutiva del avión, pero ante el reclamo infantil de Benedetti, quien insistía en que el otro había iniciado la disputa, la tripulación le advirtió tajantemente que lo bajarían a él, ya que habían observado que era quien había escalado la discusión. Ante la posibilidad de ser dejado en tierra, Benedetti optó por calmarse y seguir las instrucciones de la tripulación. Este episodio es solo un eslabón más en una cadena de comportamientos reprochables que cuestionan seriamente su idoneidad y capacidad para representar dignamente a nuestro país en el extranjero.

La calma no duró mucho. Según diversos medios, unas horas después, en la noche del 30 de junio, en un apartamento en Madrid, se desató un altercado entre Benedetti y su esposa. Alrededor de las 22:20 horas, agentes de policía recibieron una llamada alertando sobre una violenta discusión. Al llegar, encontraron a Adelina Guerrero Covo, visiblemente alterada, quien denunció que Benedetti había tomado un cuchillo y, en un arrebato de ira, la había amenazado y cortado su ropa. La intervención de otras personas presentes evitó que el enfrentamiento escalara a una agresión física mayor. Sin embargo, la policía no pudo proceder con la detención de Benedetti debido a su inmunidad diplomática y la falta de flagrancia del delito en el momento de su llegada.

"La indignación también se hizo visible en algunos miembros del partido de gobierno".

La denuncia fue trasladada al juzgado de guardia de Plaza de Castilla, en la capital española, mientras Benedetti negaba las acusaciones en redes sociales, argumentando que el incidente formaba parte de su proceso de divorcio y, por lo tanto, era privado. No obstante, la filtración del suceso a los medios ha desencadenado una ola de indignación en Colombia, amplificada por la falta de una reacción contundente por parte del gobierno de Petro. Esto no solo pone en tela de juicio la idoneidad de Benedetti, como representante del país ante organismos multilaterales como la FAO, sino también los valores del gobierno que lo respalda.

La indignación también se hizo visible en algunos miembros del partido de gobierno. Por ejemplo, la senadora María José Pizarro, del Pacto Histórico, declaró que “en el hecho de comprobarse que esto sería cierto, mi rechazo contundente, porque las violencias basadas en género en el Pacto Histórico no tienen cabida, ni tampoco en el Gobierno del cambio”.

Armando Benedetti, un político que ha navegado por múltiples espectros ideológicos en Colombia, desde el uribismo hasta el santismo y finalmente el petrismo, parece ser una figura inamovible en el entramado del poder. Después de desempeñar un rol clave en la campaña presidencial de Petro, su designación como embajador en Venezuela primero, y luego en la FAO, parece más un intento de mantenerlo alejado pero contento, que un reconocimiento a su competencia o idoneidad para estos cargos.

La creación de una embajada ante la FAO, que Colombia no había necesitado en 25 años, refleja un ejemplo más de despilfarro de recursos públicos -que se está volviendo costumbre en este gobierno- en un puesto que le costará al país alrededor de 1,500 millones de pesos anuales. Este gasto, innecesario y cuestionable, surge en un contexto donde la representación de Colombia debería estar en manos de diplomáticos con verdadera experiencia y un historial intachable, no de figuras envueltas en continuos escándalos y sin ninguna experiencia en nada relacionado con esa agencia de las Naciones Unidas.

El llamativo respaldo, y ahora silencio, del presidente Petro con respecto a Benedetti no solo es cuestionable por su costo económico, sino también por los valores que refleja. Petro, quien ha defendido causas altruistas, ambientalistas, feministas y de justicia y equidad, olvida sus postulados cuando se trata de proteger a Benedetti. La Cancillería colombiana ha intentado distanciarse del escándalo, aunque lo ha llamado a descargos a Bogotá y debe presentarse en el término de la distancia. 

"Este escándalo no solo empaña la imagen de Benedetti, sino que también erosiona más la credibilidad del gobierno de Petro".

Es evidente que Benedetti, a pesar de sus declaraciones de inocencia, tiene un historial de comportamiento misógino y agresivo, tanto en su vida personal como profesional. Las filtraciones de audio, de mediados del año pasado, donde se le escucha insultando a Laura Sarabia, la mano derecha de Petro, reflejan un patrón de conducta reprobable que no debe ser tolerado en ningún representante del gobierno colombiano.

Los audios no solo revelan la compleja y explosiva personalidad de Benedetti, sino también dejan entrever un entramado de poder y secretos que los colombianos aún no comprendemos por completo. Las filtraciones y las peleas entre Benedetti y Sarabia llevaron a su expulsión del gobierno por orden del presidente Petro, una acción clara y certera que, sin embargo, tuvo corta duración. Poco después, Petro los reincorporó: Benedetti fue designado embajador ante la FAO, mientras que Sarabia asumió la Dirección del Departamento de Seguridad Social, y luego fue promovida al Dapre, la poderosa dirección de la Presidencia. En otras palabras, después de castigarlos, los premió a ambos.

"Dudo mucho que Gustavo Petro vaya a pedir la renuncia de Benedetti después de este episodio en Madrid".

Este escándalo no solo empaña la imagen de Benedetti, sino que también erosiona más la credibilidad del gobierno de Petro. Un gobierno que se presenta como el adalid del cambio y de la justicia, pero que en la práctica parece más interesado en proteger a sus leales, sin importar sus faltas, que en aplicar los valores que predica.

Dudo mucho que el presidente Gustavo Petro vaya a pedir la renuncia de Benedetti después de este episodio en Madrid. Si, habiendo tenido la oportunidad de mantenerlo fuera, lo reincorporó al gobierno con una embajada, es porque existen intereses ocultos que solo ellos dos conocen, para mantenerlo dentro del Gobierno. Al normalizar lo inaceptable para un representante diplomático y hacerse el ciego y el sordo ante lo que está sucediendo, el Gobierno redefine los valores de respeto y dignidad humana que tan emotiva y simbólicamente proclama.

Mientras tanto, para que cada lector lo interprete a su manera, Adelina Guerrero Covo, esposa de Benedetti, publicó tres mensajes muy reveladores en su cuenta de X: uno del 21 de julio, con una imagen que presenta el siguiente texto: “¿Qué es un sociópata? Un sociópata se define como una persona que presenta un trastorno de personalidad antisocial, caracterizado por patrones persistentes de comportamiento manipulador, falta de empatía y desprecio hacia las normas sociales y legales. Estas personas suelen mostrar una incapacidad para sentir remordimientos por sus acciones, incluso cuando dichas acciones causan daño a sí mismos o a otros…”. El texto continúa explicando que lo mencionado se enmarca en una enfermedad mental.

El otro mensaje, publicado el 6 de julio, apenas seis días después del incidente en Madrid, dice: “Para decir ‘ni una menos’ hay que dejar de preguntar cómo iba vestida cuando la violaron o por qué ‘ella’ se lo buscó.”. 

Y el tercero, que no oculta su relación con lo que pasó en Madrid, fue uno que según los medios publicó el 16 de julio, y luego borró, con el siguiente comentario “Entre más poder más responsabilidad y ejemplo. Tener una credencial o alto cargo no te da el derecho de humillar y utilizar la violencia. Esta es la generación de los poderosos de cristal, del usted no sabe quien (sic) soy yo. Si representas a un país hazlo con decoro y dignidad.”.

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Mensaje en X del 21 de julio 2024 en la cuenta de Adelina Guerrero Covo @Adeguerreroco:
https://x.com/Adeguerreroco/status/1815012277105439113
Mensaje en X del 6 de Julio de 2024 en la cuenta de Adelina Guerrero Covo @Adeguerreroco 
https://x.com/Adeguerreroco/status/1809672387924799623

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