
Tres postales:
Turbo, Antioquia. 28 de febrero de 2025. Avanzaba la programación del segundo día de nuestra fiesta de la lectura y la escritura del Chocó, y estaba concluyendo la primera conversación de la noche, cuando llegó un bus llenito de estudiantes, profesores y algunos padres de familia. Venían desde Apartadó y llegaron justo a tiempo para la conversación en la que escucharían a Pilar Lozano conversando con Raeioul. Un par de semanas antes habían leído en las redes sociales que la escritora sería una de las invitadas a Flecho Turbo, y enviaron un mensaje para decir que estaban emocionados porque venían leyendo a Pilar hace un tiempo: nos pareció un lindo gesto. Lo que no sabíamos era que habían programado viaje para verla. Llegaron con carteleras hermosas, tenían muchas preguntas para la autora, varios lloramos de la emoción. Para los estudiantes, los padres y los maestros era increíble tener a la autora ahí cerquita: les parecía un milagro que hubiera bastado ir al municipio vecino para conocerla. A nosotros, los organizadores de la fiesta y a Pilar, nos parecía increíble que ellos hubieran programado toda esa logística para ir a conocer a su escritora.
Los Chenchos, Istmina, Chocó. 12 de marzo de 2025. El equipo llegó a la comunidad Los Chenchos, a orillas del río San Juan, con la Champa de Libros: una estrategia de animación a la lectura que ya cumple cinco años. Cuando nos sorprendió la pandemia del covid-19, decidimos ir a las comunidades ribereñas del Atrato a llevar los libros de la serie Leer es mi cuento, que cada año nos envía la Biblioteca Nacional de Colombia y el área de Literatura del Ministerio de las Artes, las Culturas y los Saberes. Resultó ser tan bien acogida y exitosa la estrategia, que la hicimos parte de nuestra programación anual. Por eso, este año, por tercera vez consecutiva, llegamos a Los Chenchos. La escuela tiene unos 25 estudiantes y, como la maestra Edithza Moreno es la misma del año pasado, resultó que nos estaban esperando con versos y brazos abiertos. En un tablero de acrílico, con letra clara y perfecta ortografía, se leía:
Gracias FLECHO, por la vida
por el canto, por la unión
en tu letra florecida,
late el alma de una nación.
FLECHO canta, FLECHO brilla,
como un río en su fluir
cada historia es semilla
que nos vuelve a reunir.
Leyeron juntos, recibieron sus libros, uno para cada estudiante, y compartieron un refrigerio en el patio de la escuela, que es un quiosco a orillas del río. Sabemos que nos volveremos a encontrar dentro de un año.
Bogotá, Cundinamarca. 12 de marzo de 2025. Betty Garcés, Yamile Cortés, Marbel Cortés, Jessica Paola Anchico, el Cuarteto 4Tissimo de la OFJC-FBD, Daniela Pérez, Juan David Beltrán, Marcela Rico y Juan Pablo Díaz, Laura Navarrete, Rodrigo Pardo y Alejandro Roca, en el escenario de la sala de conciertos de la biblioteca Luís Ángel Arango, estaban en el escenario. Interpretaban las canciones de Diez lunas para una espera, un concierto pensado y compuesto por Eliana Echeverry para el que eligió las letras de mi libro homónimo. Eliana y yo hacíamos parte del público. La extraordinaria acústica de la sala permitía que los asistentes nos sintiéramos abrazados por esa novedosa mezcla de música lírica, arrullos del Pacífico colombiano y jazz. La voz de la soprano se combinada perfectamente con las de las cantoras de Guapi, y ambas, a su vez, se entrelazaban en armonía placentera con el piano, las cuerdas y el clarinete. Hubo lágrimas, muchas sonrisas y muchísimos aplausos. Las boletas se habían agotado y la sala estaba llena para disfrutar tanta belleza. En una misma sala se juntaron la literatura y la música, lo lírico y lo tradicional. Era la cita de varios mundos que trascurren separados, encontrándose gracias a la obstinación de una mujer: Eliana Echeverry. Una compositora joven, de la que seguramente escucharemos mucho más en los años siguientes.
Transcurren tiempos difíciles, convulsos. Lo que vemos en las pantallas tiende a llenarnos de angustia. En estos tiempos también es un gesto político la elección del lugar donde se pone la mirada. Hoy elegí ponerla en la belleza.
