Un funcionario clave en el robo de los multimillonarios recursos del escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, posteriormente escampó en la Gobernación de Nariño. Sin que nada le pase y, peor aún, ejerciendo como el flamante director administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres. Qué riesgo y qué desastre. Eso sí, mucha gestión.
El señor se llama Pedro Andrés Rodríguez Melo. Se trata de un abogado de profesión que fungió como asesor de la Dirección General de la UNGRD y que fue nombrado en el cargo por el exdirector Olmedo López el 23 de junio de 2023, y ratificado mediante resolución 1244 del 5 de diciembre del mismo año.
Según explicó Sneyder Pinilla ante la Fiscalía General de la Nación, el exfuncionario fue una pieza importante dentro de uno de los entramados de corrupción. Esto porque se le acusa de ser el responsable de llevar a la Unidad al empresario Luis Eduardo López Rosero, conocido como “el pastuso”, persona que terminó siendo el contratista de la entidad para la compra de 40 carrotanques con los que supuestamente se abastecería de agua a La Guajira.
El pastuso, que es el representante legal de Impoamericana Roger SAS, fue quien adquirió los carrotanques con sobrecostos de más de 20.000 millones de pesos. Este señor ya le dijo a la Fiscalía que Rodríguez Melo le pidió 700 millones de pesos en efectivo como cuota para poder ganar el contrato. De esos, 300 se entregaron directamente en Bogotá y los otros 400 millones presuntamente se hicieron a través de una transferencia a la pareja de Rodríguez.
Según fuentes consultadas por Sigue La W, Rodríguez Melo habría sido el cerebro que diseñó la estrategia de corrupción que hoy enloda no solo a la UNGRD, sino también a ministros, exfuncionarios del gobierno de Gustavo Petro y a miembros del Congreso de la República. Tan es así, que Olmedo López, como director de la Unidad, antes de que estallara el escándalo, presentó una denuncia penal ante la Fiscalía contra su asesor, Rodríguez Melo, y otros colaboradores, a quienes acusó de ocultar información y cometer actos de corrupción. Hágame el favor.
Por eso vamos al contexto. Según la página de la UNGRD, Rodríguez Melo es abogado de la Universidad Cooperativa de Colombia y especialista en Contratación Estatal de la Universidad Externado de Colombia. Todo parece indicar que esa especialización la tomó por el lado que no era, ya que no era para robarse la contratación.
Sigamos con su perfil. Tiene estudios en Derecho Administrativo, Derecho Laboral y Seguridad Social de la Universidad del Rosario. Además, es magíster en Cultura, Justicia y Cultura Jurídica. Más preparado que un yogurt, pero los hechos plantean que de pronto no asistió tan juiciosamente a las clases de ética jurídica o cultura de la integridad administrativa.
Todo iba muy bien hasta que salió muy mal. Antes de llegar a la UNGRD y ahora hacer parte de la matriz de colaboración de Pinilla en la Fiscalía, Rodríguez Melo fue muy cercano al partido político Alianza Verde, y se desempeñó como el jefe de la oficina asesora jurídica de la Gobernación de Nariño cuando el hoy embajador de Colombia en Argentina, Camilo Ernesto Romero Galeano, fungía como gobernador.
El pasado 16 de mayo, Sigue La W publicó que Rodríguez Melo, junto a otros, terminaron en la UNGRD por recomendación directa de Camilo Romero a Olmedo López. Ese medio consultó al embajador de Argentina y exgobernador de Nariño, quien aseguró que él nunca había recomendado a nadie en la UNGRD y agregó tajantemente: “yo soy transparente, no es mi forma de actuar, no soy un burócrata”.
Pero pegó en el palo su tajante aseveración. Esto porque el pasado 25 de julio se conoció nueva evidencia que contradice al hoy embajador en Argentina. En el informe de investigador de campo enviado a la fiscal novena delegada ante la Corte Suprema de Justicia, se anexaron los detalles entregados en el interrogatorio que rindió el 24 de junio Olmedo López en la Fiscalía. En dicha diligencia judicial, el exdirector de la UNGRD entregó chats, números telefónicos y otras evidencias. Cuerpo digital del delito.
En uno de esos chats, publicado por la revista Semana, se prueba una conversación entre Olmedo López y el embajador Camilo Romero fechada el 3 de mayo de 2023. En esa Romero le envió cuatro hojas de vida de personas que trabajaron con él en la Gobernación para que trabajaran en la UNGRD. Los nombres en las hojas de vida que mandó Camilo Romero eran: Carolina Rodríguez, Enrique Rosero, Yesid Salamanca y el abogado Pedro Rodríguez, involucrado en el escándalo de corrupción. No terminó tan transparente el señor embajador.
Ahora bien, no es la primera vez que Camilo Romero y Pedro Rodríguez Melo están involucrados en escándalos juntos. Recordemos que la Procuraduría General de la Nación sancionó al embajador de Colombia en Argentina con una multa, por la falta de vigilancia y control sobre el proceso de negociación y comercialización de licores en el departamento, en agosto de 2016.
Sobre esos hechos, el Ministerio Público verificó que se aprobaron las solicitudes de venta a crédito de 80.000 cajas del licor en los términos del acta No. 003 por 18.901.200.000 pesos a la Organización de Licores de Nariño SAS. La investigación contra Romero se cerró en la Procuraduría con esa multa, pero todavía se adelanta un proceso en la Corte Suprema de Justicia en el que, justamente, también está mencionado Pedro Andrés Rodríguez Melo, por su papel como jefe de la oficina jurídica.
Por otra parte, también se les menciona en un escándalo que ocurrió en la misma época, pero en el Hospital Universitario Departamental de Nariño. Esto porque la gobernación no siguió las directrices en el sentido de negarse a nombrar en el cargo de gerente de esa entidad a quien ganó el concurso de méritos, de acuerdo con lo planteado en la convocatoria inicial manejada por la Universidad de Medellín.
El ente educativo determinó que los ganadores por méritos en su orden eran: la señora Gladys Miriam Sierra en el primer lugar, Ana Belén Arteaga en el segundo y en tercer lugar Jaime Arteaga, quien fungía como gerente encargado.
Sin el menor recato administrativo, la junta directiva, por orientación del gobernador a través de su delegado Pedro Andrés Rodríguez Melo, y quien presidía la máxima instancia de dirección del hospital, desconocieron el veredicto de la Universidad de Medellín y generaron una nueva reclasificación para los participantes, con el fin de poner al que había quedado en tercer lugar, quien era una ficha política aliada de Romero. Todo con la mano instrumental y el pulso de cirujano de Rodríguez Melo.
Misma persona que terminó, por recomendación de Camilo Romero a Olmedo López, trabajando en la UNGRD y posteriormente, metido en el ojo del huracán del escándalo de los carrotanques con acusaciones de recibir una coima de 700 millones de pesos. Como si eso no fuera suficiente, como dijimos al inicio de esta columna, esa misma persona volvió a la Gobernación de Nariño por la puerta grande gracias al actual gobernador Luis Alfonso Escobar. Como quien dice: se cayó para arriba Rodríguez Melo, todo con el fin de escampar de este reciente problemita.
El contrato GN1055-2024 muestra que el señor Pedro Rodríguez Melo ejerció hasta el pasado 14 de julio como el jefe político de la Dirección Administrativa de Gestión del Riesgo de Desastres de la Gobernación, trabajando por la módica suma de 92 millones de devaluados pesitos. Cargo en el que, entre otras, autorizó y dio visto bueno de los contratistas que van a trabajar en esa dependencia. Parece un chiste de pastusos, pero desafortunadamente no lo es.
De pronto, por eso, dentro de los contratistas aparece su hermano, el señor Jairo Alberto Rodríguez Melo, con el contrato No. GN1328-2024 por más de 15 millones de pesos y su sobrina Sarah Valentina Rodríguez con el contrato GN1360-2024 por más de 32 millones de pesos. Según fuentes confidenciales al interior de la entidad que hablaron con esta columna, estos contratos fueron la manera de legalizar recursos adicionales destinados, todos, al señor Pedro Rodríguez Melo.
Por estas razones, extraña, por decir lo menos, que la actual Gobernación de Nariño, luego de toda la información de las acciones realizadas por el señor Pedro Andrés Rodríguez Melo en el escándalo de la UNGRD, ha guardado silencio absoluto y mantuvo hasta el final el contrato de su flamante director administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres. Por el contrario, la única acción que ha tomado departamentalmente fue asegurarse de repartir contratos que llegan hasta la familia del acusado funcionario.
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