Velia Vidal
25 Febrero 2023

Velia Vidal

Linda

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Me pasé horas pensando el tema de esta columna, ocupada quizá en sacudirme de la mente los comentarios de toda clase, que recibí como respuesta al más reciente video que publiqué con la revista CAMBIO. Hablamos del complejo de salvador blanco en el manejo de la imagen de la primera dama Verónica Alcocer y, tal como esperábamos, se desataron los mensajes en todas las direcciones, unos francamente ofensivos y otros que dan cuenta de la baja disposición de muchos a cuestionar el racismo en todas sus formas. También hubo, por supuesto, quienes estuvieron de acuerdo con los planteamientos e hicieron preguntas en tono respetuoso, que responderemos muy pronto en un nuevo video, fieles a lo que prometimos, la apertura de una conversación.

Lidiaba con estas reflexiones cuando, por suerte, el mensaje inesperado de una amiga me recordó que estaba pasando por alto un hecho histórico: Linda Caicedo firmó esta semana con el Real Madrid, y ahora es la primera jugadora colombiana en llegar a este importante club. 

A veces fijamos más la mirada en lo que falta y nos ocupamos de sumar para que ciertas cosas mejoren, y dejamos de ver los avances que logramos como sociedad en otros campos. 

Esta llegada de Linda al fútbol profesional europeo es, sin duda, un logro de las mujeres, en especial de las deportistas colombianas en esta disciplina y quienes las han apoyado, y una inspiración para las niñas de nuestro país que, desde hace un rato, y gracias a figuras como Linda, Tatiana Ariza o Nicole Regnier, espantaron el miedo a soñarse futbolistas. 

Linda ha tenido una carrera destacada en dos clubes deportivos nacionales y una brillante participación en la Copa América, el mundial sub 20 en Costa Rica y en el pasado mundial sub17, en el que las seleccionadas pusieron a vibrar a las mayorías del país, en este torneo que se realizó en India, la deportista vallecaucana recibió el Balón de Plata como la segunda mejor jugadora del torneo y la Bota de Bronce como la tercera goleadora con cuatro anotaciones. Pero más allá de esto, ella es un símbolo de una conquista más profunda: mientras la mezquindad y la misoginia de los dirigentes deportivos del fútbol colombiano se lucía en todas sus formas y matices, las jugadoras no solo conquistaban premios sino corazones y audiencias. Movilizaron las familias alrededor de su talento, al punto de que hoy sea tan noticioso el fichaje de Linda, como el de cualquier otro futbolista de nuestro país.

Hay pendientes, por supuesto, la brecha salarial que en general es grande entre hombres y mujeres, parece ser mucho más profunda en el fútbol. También se asoman otros miedos. Linda llevará el mismo número de nuestro Freddy Rincón, quien fuera el primer jugador hombre en llegar al mismo club. 

Él fue víctima de un racismo fuerte e inolvidable que a veces pareciera no haber cedido en las canchas españolas. Deseamos que no sea esta la misma experiencia de Linda, que su paso por este equipo esté marcado por crecimiento profesional, buenas jugadas y goles. 

El rostro de Linda se ilumina con su sonrisa, y a una no le queda más camino que sonreír también, suspirar con la idea de que vale la pena sobreponerse a los comentarios hirientes y desalentadores que aparecen a veces en estas carreras que, en ningún caso, deben atender falsas razones para detenerse.

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