Johana Fuentes
15 Febrero 2023

Johana Fuentes

Los riesgos de la calle

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Sin duda, la calle fue la protagonista de esta semana. El progresismo salió a marchar para respaldar las reformas que se avecinan, mientras que la oposición hizo lo propio con una movilización en contra del gobierno. En el olvido quedó el discurso conciliador que prometía unir a las dos Colombias. Hoy, la polarización está en uno de sus puntos más altos. 

Con una popularidad a la baja –47 por ciento de imagen desfavorable, frente a un 44 por ciento favorable, según la última encuesta de Datexco–, el presidente Gustavo Petro hizo uso de una de sus herramientas más efectivas: El discurso en la plaza pública. Desde el balcón de la Casa de Nariño, desempolvó el tono de campaña que lo llevó a la Presidencia para decirle a sus simpatizantes que deben seguir movilizándose por las reformas: “Aquí llegó el momento de levantarse. El presidente de la república invita a su pueblo a levantarse, a no arrodillarse, a convertirse en una multitud consciente de que tiene en sus manos el futuro, el presente y de que puede tener en sus manos el poder”. 

¿Cómo se puede defender algo que se desconoce? La reforma a la salud fue radicada el día anterior a las movilizaciones y los textos de las reformas laboral y pensional ni siquiera han sido elaborados. “Estoy acá porque a este país se lo robaron los liberales, conservadores, la UP, Cambio Radical, Uribe se robó todo esto, entonces toca trabajar por la gente pobre”, decía uno de los manifestantes. Otro argumentó estar marchando “por un cambio y por Petro, para apoyar a Petro”, y aseguró estar en contra de todos los uribistas. 

Pese al desconocimiento y a que las marchas no fueron multitudinarias, Petro empezó a abonar el terreno para lo que se viene, sobre todo en lo concerniente a la reforma a la salud, objeto de críticas hasta dentro de su propio gabinete. Sin embargo, esa agitación de la gente puede ser contraproducente. Hasta el momento, el gobierno ha tenido las mayorías en el Congreso, pero no es tan seguro que el panorama sea el mismo con el paquete de reformas que el gobierno pretende aprobar. 

La oposición –que en el gobierno de Iván Duque estigmatizó la protesta– también salió a marchar, y celebro que existan las garantías para ello. Lo hizo un día después de las movilizaciones petristas. Aunque no se identifica en este momento un líder visible de la derecha, varios congresistas estuvieron al frente de la convocatoria. El senador Miguel Uribe hizo un llamado a “despertar y proteger a nuestras familias”, así como a “rechazar las mentiras para aprobar las reformas”. Acá también vale la pena preguntarse: ¿Cómo se puede rechazar algo que aún se desconoce?

Las calles son un escenario válido e importante para manifestarse, sin embargo, en este caso, es en el Congreso donde se deben dar estas discusiones. Presionar a los legisladores para aprobar las reformas podría tener un efecto adverso y envía un pésimo mensaje sobre el respeto a la división de poderes. En este momento existen todas las garantías para dar los debates, decir lo contrario es seguir avivando la polarización y la división que ya reinan en el país. 
 

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