Mauricio Cabrera
12 Mayo 2025 03:05 am

Mauricio Cabrera

MAGA hace la desigualdad más grande

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Bill Gates acusó a Elon Musk, el hombre más rico del mundo, de ser responsable de “matar a los niños más pobres del mundo” con los recortes que ha hecho su equipo de DOGE a la ayuda humanitaria de Estados Unidos (EUA). Lo dijo en una entrevista al Financial Times, y es una de las críticas más fuertes y directas a las políticas de Trump de “hacer más grande a América otra vez” (MAGA).

La realidad es que las políticas de MAGA están teniendo, y tendrán, consecuencias sociales muy negativas en el resto del mundo, pero también en los mismos EUA, de manera que ese país no solo no será más grande, sino que va a ser más desigual, porque va a ampliar las diferencias de ingresos y de riqueza entre los grupos sociales. Es lo que dice Chat GPT.

Políticas conservadoras y neoliberales   

La orientación ideológica de las políticas de MAGA esta plasmada en el documento denominado Proyecto 2025, elaborado por la ultraconservadora Heritage Foundation. Es todo un programa neoliberal que propende por una profunda reforma al Estado, recortando sus funciones en la protección social, la regulación ambiental e industrial, y la provisión de bienes públicos como la educación y la salud. Su premisa básica es que el libre mercado se encargará de generar prosperidad para toda la población sin ninguna interferencia del Estado.

Tratando de recopilar información y análisis sobre estas políticas, un amigo, más experto que yo en el uso de la Inteligencia Artificial, preguntó al Chat GPT sobre cuáles eran las propuestas de la administración Trump que tendrían mayores consecuencias sociales. La herramienta consultó análisis de expertos económicos y documentos de think tanks como Brookings, Cato, AEI, EPI y Heritage Foundation, y medios como The Economist e identificó cinco áreas de política que van a afectar la vida de todos los norteamericanos, pero no de manera igual para todos, sino que favorecen a los pocos privilegiados de siempre y perjudican a la mayoría de la población.

La primera es la propuesta de extender y ampliar la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos (TCJA) de 2017, que benefició principalmente a los ricos y las grandes corporaciones, así como reducir la tarifa de impuestos corporativos. En segundo lugar, el intento de derogar o por lo menos modificar la ley del Obamacare, odiado por los republicanos, y los recortes en los programas federales de atención y seguro médico (Medicaid), que son requeridos para compensar el hueco fiscal de los menores impuestos.

Tercero, la disminución del presupuesto federal para otros programas sociales, como la protección alimentaria y los subsidios a vivienda. Cuarto, el recorte de los fondos federales para la educación y la eliminación de programas para garantizar el acceso a poblaciones vulnerables.

Finalmente, algo en apariencia técnico, como son las confusas medidas de aranceles a las importaciones, tiene incidencia en las condiciones de vida de la población tanto por la destrucción de empleos como por su impacto en la inflación, que disminuye la capacidad adquisitiva de la gente.

El impacto redistributivo de MAGA 

Todos estos cambios –unos ya ordenados por decretos ejecutivos y otros pendientes de aprobación por el Congreso–, van a incidir en la situación económica de todos los norteamericanos, pero de manera diferencial según sea el nivel de ingresos de las personas. De nuevo, nuestro analista experto, Chat GPT, resumió así el impacto para los ciudadanos de altos ingresos, clase media y de bajos ingresos.

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Los ricos serían los grandes beneficiados de los cambios es impuestos. Según un análisis del Tesoro de Estados Unidos, hacer permanentes esos recortes otorgaría un recorte fiscal promedio de 314.000 dólares al 0,1 por ciento más rico, mientras que los hogares que ganan más de 450.000 dólares obtendrían más del 45 por ciento de los beneficios. Este grupo no se vería afectado por los recortes a la protección social, a la educación o al acceso a salud, pero la guerra de aranceles si les tocaría un poco más el bolsillo en (2.000 dólares al año), pero es un impacto muy pequeño en relación a sus ingresos; por eso se dice que son poco vulnerables a la inflación.

Las clases medias también recibirían beneficios por los recortes de impuestos, pero mucho más pequeños, mientras que el impacto en reducción de crédito de los aranceles sería solo un poco más bajo que el del grupo de altos ingresos (unos 1.700 dólares de sobrecosto al año), pero con una inflación más alta y el aumento de la deuda pública se mantendrían altas las tasas de interés, afectando sobre todo a los créditos hipotecarios. 

Los efectos más negativos para este grupo se darían en el acceso a salud y educación: las modificaciones a la ley ACA podrían incrementar las primas de los seguros médicos hasta en un 79 por cienrto, mientras que la menor financiación federal a la educación pública disminuiría su calidad, y la eliminación de las ayudas a los créditos estudiantiles encarecería los estudios universitarios.

El grupo de ingresos bajos no tendría ningún beneficio por los cambios en impuestos, pero si serían muy perjudicados por los recortes en la red de protección social que implicarían la pérdida en cobertura médica (por la reducción de Medicaid) y atención alimentaria (cupones de alimentos). Estos hogares, ya desfavorecidos en sus condiciones iniciales, perderían la posibilidad de acceso preferencial a la educación y otros servicios.

La conclusión de Chat GPT es contundente: “se espera que la segunda administración Trump favorezca a los estadounidenses ricos con recortes de impuestos e incentivos empresariales, mientras ofrece a la clase media solo mejoras marginales y la expone a costos más altos en atención médica y bienes. Los estadounidenses de bajos ingresos enfrentarían los desafíos más graves, ya que los recortes a la red de seguridad, las pérdidas de cobertura médica y los aumentos en el costo de vida podrían combinarse para ampliar la brecha de desigualdad”. 

Los ideólogos de estas políticas argumentan que los recortes de impuestos y la desregulación ‘gotean’ al estimular el crecimiento, la creación de empleos y precios más bajos. Sin duda, podrían darse algunos brotes de crecimiento económico —por ejemplo, si las empresas invierten más o repatriaran operaciones—. Sin embargo, la mayoría de los economistas y think tanks advierten que los efectos a largo plazo podrían ser “dolorosos” para las familias trabajadoras, debido a la reducción del apoyo público y una futura carga de deuda más pesada. A nivel regional y social, el país podría experimentar mayores disparidades, con estados y clases de ingresos divergiendo en sus realidades. Los bolsillos ricos de Estados Unidos podrían prosperar con su nueva riqueza fiscal, mientras que las comunidades pobres lucharían con menos recursos: un retrato de ‘dos Américas’ que, según los expertos en políticas, “podría ser el legado duradero de un segundo mandato de Trump”.

La respuesta es significativa pues se trata de una síntesis objetiva, no partidista, de múltiples estudios y análisis que circulan en internet y que coinciden en señalar las consecuencias negativas de los conservadores republicanos y su MAGA.

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