Iván Serrano
5 Marzo 2025 03:03 am

Iván Serrano

A mí me van a matar: la desesperación de la hija de la fiscal Yolanda Paternina

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Ketty Paternina está convencida de que correrá con la misma suerte que su madre, la fiscal Yolanda Paternina, quien fue conocida como la fiscal de hierro de la costa y descifró los nexos entre políticos y paramilitares en Sucre. La fiscal Paternina investigó las masacres de Macayepo y Chengue y descubrió cómo los paramilitares y la élite política de Sucre operaban de la mano. Protegió testigos clave, como Jairo Castillo, alias Pitirri, quien vinculó a figuras como Álvaro García Romero, Mario Uribe y Salvador Arana con los crímenes de las AUC. Su trabajo dio pie a las investigaciones de la parapolítica en la Corte Suprema y, antes de morir, les advirtió a sus hijos: "Nunca olviden este nombre: Salvador Arana". El 29 de agosto de 2001, la Fiscalía de Luis Camilo Osorio la dejó sin escoltas y fue asesinada tan solo unas horas después, a sangre fría.

Han pasado 24 años y, durante más de dos décadas, su hija Ketty ha estado en búsqueda de verdad y justicia, lo cual le ha valido atentados, amenazas y persecuciones. Pero justo ahora, cuando su protección se hace más necesaria, analistas de la JEP recomendaron reducir su esquema de seguridad.

Ketty ha sido reconocida como víctima del conflicto armado y ha participado en procesos judiciales tanto en la JEP como en la Fiscalía General de la Nación. Desde 2023, ha sido objeto de múltiples amenazas y atentados fallidos, atribuidos a su activismo y denuncias sobre el asesinato de su madre. Por esta razón, se determinó que enfrentaba un riesgo extraordinario, por lo que le fue asignado un esquema que incluía un vehículo convencional, un chaleco antibalas y la protección de dos escoltas.

El último atentado que Ketty sufrió fue en abril de 2024, cuando un hombre le apuntó a la cabeza, pero, por gracia del destino, el arma se le encasquilló al sicario.

Aunque la situación de riesgo de Ketty no ha disminuido, el Comité de Evaluación de Riesgo de la JEP decidió hacer cambios en sus medidas de protección. A través de una resolución, la JEP le informó a Ketty las nuevas medidas.

Le retiran el vehículo y le reducen la protección de dos escoltas a uno, y solo por tres meses. A cambio, le ofrecen una reubicación y un subsidio de dos salarios mínimos. Pero cambiar de ubicación no le da garantías a Ketty. Ella ha denunciado a sujetos poderosos con posibles tentáculos criminales en buena parte del país; cambiar de casa no frenará a quienes mataron a su madre, los mismos que la han perseguido por años.

Es, por lo menos, ambiguo que se reconozca que Ketty sigue en riesgo extraordinario, pero, en lugar de reforzarse su protección, se le disminuya. Ketty cuenta que, en 2006, Salvatore Mancuso, recluido en ese entonces en una cárcel de Medellín, le dijo que detrás del asesinato de su madre estaban políticos poderosos, entre ellos Salvador Arana Sus.

Arana Sus, exgobernador de Sucre y exembajador de Colombia en Chile, fue condenado en 2009 a 40 años de prisión por su participación en la desaparición forzada y el asesinato de Eudaldo León Díaz, alcalde de El Roble, Sucre, así como por vínculos con grupos paramilitares y delitos de corrupción. En mayo de 2023, la JEP le otorgó la libertad transitoria, condicionada y anticipada, tras considerar que sus aportes a la verdad superaron lo conocido por la justicia ordinaria.

"Mientras al victimario se le fortalece su seguridad con un esquema de protección, a mí me la desmejoran, justo cuando he solicitado la expulsión de Salvador Arana de la JEP. No entiendo cómo lo protegen a él y me desprotegen a mí. Yo esto lo entiendo como un mensaje para silenciarme. Mi vida corre peligro”, le dijo Ketty Paternina a esta columna.

La reciente decisión puede dejar a Ketty a merced de sus enemigos y con una alta posibilidad de que la historia de su madre se repita con ella, 24 años después.

Ketty está aterrada, y tiene razón.
 

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