Sumado a algunas medallas pronosticadas por el Comité Olímpico Colombiano, que esperemos se concreten entre hoy y mañana, la noticia deportiva de la semana —y probablemente del año— es la medalla de plata de Ángel Barajas en barra fija de la gimnasia olímpica. La bienvenida en camión de bomberos, el saque de honor en el partido entre el Cúcuta y el Real Cartagena y un puente que ahora tendrá su nombre, son homenajes que se quedarán cortos ante la hazaña que consiguió el gimnasta de 17 años.
Cuentan quienes se dedicaron al deporte profesional que el mayor sacrificio no está en lo que hacen sino en lo que dejan de hacer. Para un futbolista levantarse todas las mañanas a entrenar, si bien no todos los entrenamientos son agradables, es de cierto modo levantarse a hacer lo que lo apasiona. Pero, según cuentan, el verdadero sacrificio está en lo que se privan de hacer. En no poder crecer yendo a los mismos eventos sociales a los que van los amigos, en perderse reuniones familiares por escoger el camino del deporte profesional y, en las alteraciones al momento de tener que ir a estudiar. Sacrificios al fin y al cabo.
Lo que hace más loable este sacrificio y hace aún más grande gestas como la de Ángel es que los triunfos de nuestros deportistas son a pesar de Colombia y no gracias a ella. Próximo a cumplir 18 años, se convirtió en el suramericano más joven en colgarse una medalla olímpica y su historia es la combinación de talento, disciplina, sacrificio y abandono estatal.
Una pieza fundamental del proceso es el profesor Jairo Ruiz, quien lleva casi cuatro décadas en Cúcuta dedicado a formar gimnastas. En un momento Ángel hubiera tenido que retirarse por falta de recursos y el profesor Jairo sólo le pidió que siguiera yendo a entrenar, que lo económico se arreglaba después. Su lugar de trabajo ha sido el coliseo Eustorgio Colmenares, del que las precarias condiciones han sido su mayor distintivo. Cuentan que cuando llueve, llueve más adentro que afuera del coliseo y que cuando hace calor las temperaturas alcanzan los 35 grados. Otro gran homenaje está en que ya se planea la construcción del Coliseo Jairo Ruiz, el que se espera sea óptimo para seguir cosechando medallas. Ojalá sea así.
Angélica Vivas —la mamá de Ángel— cuenta que dos empresas privadas y ayuda puntual del alcalde de Cúcuta y el gobernador de Norte de Santander fueron quienes hicieron posible la llegada de Ángel a los Juego Olímpicos de París. Del Ministerio del Deporte mencionó que, dentro de sus limitaciones, sí hubo cierta ayuda.
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"En la misma semana en que logramos nuestra primera medalla en estos Juegos Olímpicos, se supo que para el 2025 el recorte presupuestal para el Ministerio del Deporte será del 60 por ciento".
Lo decepcionante es que la historia de Ángel Barajas no tuvo el mejor desenlace: en la misma semana en que logramos nuestra primera medalla en estos Juegos Olímpicos, se supo que para 2025 el recorte presupuestal para el Ministerio del Deporte será del 60 por ciento. Una tercera parte de lo que tuvo dicho ministerio este año. En cuanto a la porción destinada a inversión el presupuesto pasó de un billón a 400.000 millones.
Una de las razones del recorte presupuestal es la baja ejecución. A hoy la ejecución está en 12 por ciento, demasiado baja si se tiene en cuenta que este es el año en que se debía cerrar el ciclo olímpico. Sin embargo, es contradictorio que en el Ministerio de la Igualdad, cuya ejecución es tristemente muy inferior a la del Ministerio del Deporte, el recorte presupuestal sea sólo de 3.000 millones de pesos. Recordemos que en 2026 debían de hacerse los Juegos Panamericanos en Barranquilla, los que se perdieron por negligencia a la hora del pago a Panam Sports. El Gobierno había informado que, ante semejante pérdida, ese dinero iba a ser invertido en los Juegos Intercolegiados. Tampoco será.
Se sabe que cuando el presidente Petro posesionó a la actual ministra Luz Cristina López dijo que ese ministerio era “una pérdida de tiempo”; tristemente se está materializando ese pensamiento. Si hazañas como la de Ángel Barajas se hicieron con las uñas, personalmente no sé cómo se harán ahora.
Sin un presupuesto serio y robusto no es posible garantizar que en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 nuestros deportistas lleguen con la preparación que requiere un ciclo olímpico decente. El deporte, la actividad física y la recreación deberían seguir siendo central en las políticas sociales del Gobierno.
Esperemos este letargo en el deporte no nos cueste a futuro, Si lo hablamos en términos olímpicos, en el Gobierno Petro la gestión del deporte da es-grima.