Johana Fuentes
28 Febrero 2023

Johana Fuentes

Por razones de salud

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La primera crisis ministerial de Gustavo Petro dejó por fuera del gabinete a Alejandro Gaviria. Las filtraciones sobre los reparos a la reforma a la salud y el ser uno de los ministros más críticos de ese proyecto, le pasaron factura. Aunque el presidente aseguró estar abierto al diálogo y a la diversidad de opiniones, lo cierto es que cerró filas alrededor de Carolina Corcho y apagó una de las voces liberales más importantes de su gobierno. 

La relación entre Gaviria y el Gobierno empezó a romperse luego de que CAMBIO publicara un documento que resumía la posición del entonces ministro  de Educación frente a la reforma al sistema de salud del país. Uno de los puntos que más controversia generó fue el que tenía que ver con las EPS: “Como si eliminar las EPS fuera una solución a los problemas de insostenibilidad financiera, corrupción y desigualdades territoriales. No es así. Los problemas financieros existen en todos los sistemas de salud. Los sistemas públicos europeos están al borde de la quiebra”. Básicamente, el exministro concluyó que desechar lo construido hasta el momento en cuestión de salud sería un suicidio. 

Aunque en su momento el propio Gaviria dijo que el documento había sido discutido en el consejo de ministros que se realizó esa semana en Villa de Leyva, una fuente de la Casa de Nariño me aseguró que esa filtración no cayó nada bien en palacio. Sin embargo, públicamente Petro terminó culpando a los medios de la situación –como lo ha hecho varias veces– y le restó importancia al tema: “¿Qué tendrá nuestra prensa que busca a como dé lugar sabotear la reforma a la salud que propone el Gobierno? Sacan borradores no oficiales y papeles viejos para tratar de detener reformas aprobadas por el pueblo en elecciones y que serán presentadas al Congreso”. 

El capítulo había sido superado, pero la desconfianza hacia Alejandro Gaviria quedó en el ambiente. La relación se hizo insostenible cuando este fin de semana CAMBIO reveló otro documento escrito por Gaviria y los ministros de Hacienda, Agricultura y el director de Planeación Nacional. Allí advertían sobre el impacto fiscal del proyecto e insistían en la necesidad de conservar un modelo mixto de aseguramiento en salud. El documento había sido entregado a la ministra Carolina Corcho para que se incluyera en el articulado de la reforma, pero según los funcionarios nada de eso fue tenido en cuenta. ¿Dónde quedó el Gobierno abierto al diálogo y a la diversidad de ideas? Ya había dicho Roy Barreras que la ministra de Salud es una persona ideologizada, arrogante y que no escucha. ¡Cuánta razón!

Esa segunda filtración avivó la desconfianza hacia Gaviria, a quien finalmente le avisaron que saldría del gabinete. Con él –y para matizar su salida– se fueron las ministras Patricia Ariza (cultura) y María Isabel Urrutia (deporte). Ambas se quejaron de no haber sido advertidas con anterioridad. Es más, Urrutia fue más allá y en una entrevista en La W Radio dijo que detrás de su retiro del ministerio había un poder muy grande en la casa de Nariño, pero también responsabilizó a la directora del Partido de la U, Dilian Francisca Toro, quien horas antes del anuncio se había reunido con el presidente Petro. Nada de esto pudo ocultar el impacto que generó que Gaviria haya salido del gabinete de esa forma. 

Aunque en la alocución el presidente Gustavo Petro aseguró que seguirá buscando consensos y acuerdos para consolidar las reformas, eso fue lo que menos hubo en este caso. En el Congreso no la tendrá fácil, los liberales, conservadores y La U anunciaron que no acompañan el proyecto tal y como está radicado. Si el Gobierno no está dispuesto a ceder, la reforma podría estar agonizando. 

Después de su salida, Alejandro Gaviria subió una imagen a su Instagram con la nueva ministra de Educación y un pie de foto que dice: “Renuncio al Ministerio de Educación por razones de salud”. Ojalá que por razones de salud no se termine desbaratando el Gobierno, tal y como lo vaticinó el propio Gaviria durante la reciente campaña presidencial. 

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