
En un hilo de X dividido en tres, el presidente Gustavo Petro, el pasado 26 de febrero, explicó las motivos de la salida, en octubre de 2024, del superintendente de Salud Luis Carlos Leal. Comentaba el presidente la denuncia de la W Radio titulada El laberinto donde se pierden los recursos de la salud de los colombianos, una investigación que mostraba cómo recursos de la salud terminaban en manos de estructuras societarias opacas. El conglomerado mencionado, compuesto por clínicas, centros de análisis médicos, farmacias y otros operadores, tiene como matriz una empresa de papel con domicilio en España, Venum Investments 2020 SL. En la otra cara de la misma moneda, aparecen las Instituciones Prestadoras de Salud, IPS, que integran ese grupo de afortunados beneficiarios de pagos de EPS intervenidas por el Gobierno.
Decía entonces el presidente Petro: “al superintendente Leal no le pedí renuncia por informe alguno de nadie, sino porque los interventores que puso al frente de las EPS no cambiaron el modelo ni los tipos de contratación respecto a la actividad que ellas desarrollaban antes de la intervención. De nada sirve la investigación sino cambia la realidad”.
Esos interventores que el presidente menciona, seguramente son los de las EPS Emssanar, César Augusto Sánchez; Asmetsalud, Javier Ignacio Cormane Fandiño; Nueva EPS, Julio Rincón; EPS Sanitas, Duver Dixon Vargas; y la EPS Famisanar, Sandra Jaramillo. El último es el de Servicio Occidental de Salud (SOS), Carlos Marino Escobar Vásquez. Todos ellos, salvo Jaramillo, ya fueron removidos por el actual superintendente Giovanny Rubiano.
La canciller Laura Sarabia, que ha aparecido mencionada en este entramado sin más pruebas que su relación personal con Daniela Andrade y su novio, Jaime Ramírez Cobo, ambos exfuncionarios públicos, ella en la Fiduprevisora, él en el Dapre, explicó en Caracol Radio que a finales de octubre, por la misma época de la salida del doctor Leal de la superintendencia, se reunieron en la oficina del presidente Petro tres personas: el propio Leal, Jaime Ramírez Cobo y Guillermo Alfonso Jaramillo. Un tema era fundamental: entender quién había entregado las hojas de vida de los interventores nombrados por Leal. El corre ve y dile, está claro, fue Ramírez Cobo, enlace de la Casa de Nariño en el Congreso, pero la clave no está ahí, sino en la pregunta que Leal no ha querido responder: ¿quién le dio esas hojas de vida a Ramírez Cobo?
¿Fue acaso el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo? Si así fue, ¿el entonces superintendente Leal no conocía a los interventores? ¿O los conoció cuando vio sus hojas de vida? ¿Revisó como se debe revisar a quien tendrá semejante responsabilidad? ¿Le preguntó al más interesado en la suerte de esas intervenciones, el ministro Jaramillo, la procedencia de esos interventores, sus cercanías con partidos políticos y sus habilidades financieras y administrativas? ¿O sirvió Leal, que ahora posa de víctima, como simple notario para nombrar a unos interventores que no conocía? ¿Hizo la debida diligencia, o no la hizo? El propio Leal, en la W, recuerda que Ramírez Cobo le dio las hojas de vida, pero ¿quién se las dio a él? Hoy, no sobra recordarlo, Leal ha vuelto al gobierno, esta vez como asesor del ministro Jaramillo, cuya compañera Beatriz Gómez Consuegra trabaja, ay, en la superintendencia de Salud.
Todas estas cosas las tiene que aclarar Leal, que según dice el presidente Petro en su trino no hizo su trabajo porque “los interventores que puso el frente de las intervenidas EPS” siguieron haciendo lo mismo que antes de la intervención. Cuál es, entonces, la responsabilidad de Leal y del ministro Jaramillo en todas estas denuncias. El señor Ramírez Cobo, que tendrá otros interrogatorios en la Fiscalía, también tiene algunas de estas respuestas: ¿quién, cómo y dónde le entregaron las hojas de vida de los interventores?
El renacido doctor Leal, que saca pecho diciendo que él denunció el entramado de corrupción, y que tiene que caer todo el que esté involucrado, tiene la palabra.
