
Los periodistas, jugadores, hinchas y dirigentes que tuvieron el privilegio de ver jugar a Willington Ortiz coinciden en que es el mejor de la historia nacional o, cuanto menos, el más talentoso. Lo he oído de la boca de Iván Mejía, Hernán Peláez y Carlos Antonio Vélez, lo que engrandece aún más el mito del “Viejo Willy”, porque quienes no lo vimos jugar sabemos que igual es una hazaña en sí misma lograr que estas tres biblias del fútbol opinen para el mismo lado.
Nació en San Andrés de Tumaco en marzo de 1952, deslumbró desde joven en la Selección Nariño juvenil y trató de llegar a América y Pereira, en donde le dieron la espalda. Volvió a ‘la perla del Pacífico’ a jugar, otra vez, descalzo y sin balón, sino con algún objeto hechizo medianamente redondo que simulara serlo. Tiempo después, y gracias al ojo de Jaime Arroyave, Willington llegó a Millonarios, equipo en el cual brilló al punto en que en 1980 pasó al Cali siendo la transferencia más cara hasta entonces y finalmente terminó su carrera descollando en el América. Es ídolo de los dos equipos de Cali, algo casi comparable con lograr hacer coincidir a Mejía, Peláez y Vélez.
Si bien el de Willington Ortiz es el caso más relevante, casos similares hay varios: Carlos “La Gambeta” Estrada, Víctor Bonilla, Léider Preciado, Pablo Armero, Jairo “El Tigre” Castillo, Harold Preciado y Carlos Darwin Quintero son más ejemplos de cómo la tierra tumaqueña es fértil en leyendas del deporte. Ahora, lo triste del caso es que esta fertilidad no es gracias a Colombia, sino a pesar de ella.
Tumaco es un municipio de un poco más de 220,000 habitantes en donde la presencia estatal brilla por su ausencia. Los índices de homicidios, secuestros y reclutamientos forzados han estado históricamente por el techo.
Su ubicación geográfica ha sido estratégica por su proximidad a Ecuador, pero en especial por su salida al Pacífico. Esto es una maldición, Tumaco es Tierra de nadie. Tiene presencia de más de 10 grupos al margen de la ley, entre ellos el Clan del Golfo, Gente de orden, ELN, disidencias de las FARC, Los negritos, carteles mexicanos y varios GAO. Es un sitio importante para el contrabando de los insumos necesarios para transformar la hoja de coca en cocaína y es ideal para que los cargamentos de droga salgan hacia Centroamérica, Estados Unidos y Europa.
A esta tierra nadie, o de pocos, hay que sumarle que la ayuda estatal es ínfima. La cobertura de acueducto es del 26% y el 5% tiene redes de alcantarillado. En educación la cobertura es similar, sólo el 26% de sus habitantes logra siquiera ingresar a la educación secundaria. En fútbol, como es de esperarse, las pocas canchas que hay son en tierra o arena y es excepcional ver que un balón ruede sin dar botes, dado lo irregular del terreno. Si en semejantes condiciones Tumaco ha logrado traer a varias de las grandes glorias del deporte, imagínense lo que puede pasar con una planeación social y deportiva adecuada.
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"Si en semejantes condiciones Tumaco ha logrado traer a varias de las grandes glorias del deporte, imagínense lo que puede pasar con una planeación social y deportiva adecuada"
Lo anterior debe ser un llamado de atención para nosotros como país. Por todos esos factores negativos nos podemos estar privando de grandes talentos. Un caso reciente es el de Byron Castillo, un jugador que nació en Tumaco y que tuvo que migrar cuando niño a Ecuador. Castillo despegó en Emelec y Barcelona de Guayaquil. Esto lo llevó a jugar para la Selección Ecuatoriana, pese a que lo hizo con un pasaporte falso, lo que casi les cuesta la ida al Mundial de Qatar 2022 y les acarreó una sanción de -3 puntos en las eliminatorias vigentes. Entretanto, la Selección Colombia ha necesitado de laterales…
No todo es malo. Casos como el de la Fundación Fútbol Pazífico llevan felicidad a esta región olvidada. Usar el deporte como vehículo para incentivar el estudio y las buenas prácticas siempre será algo loable. Más aún en una ciudad en donde los niños poco pueden elegir su futuro.
Dicen que Willington Ortiz fue un crack que nació cuando no era, que si fuera un jugador de hoy estaría en los equipos más grandes de Europa; esperemos que los futuros cracks, si bien nacerán en una buena época, nazcan en una ciudad que les dé buenas condiciones. Tumaco debería estar a la izquierda del cero.
PS: Tarea difícil para la nueva ministra del Deporte, Luz Cristina López Trejos, ahora que el deporte pasa por uno de sus peores momentos. Hay escándalos en el fútbol por amaño de partidos, las denuncias de corrupción al comisionado de la División Profesional de Baloncesto, John Mario Tejada, no cesan, y los casos de dopaje en múltiples disciplinas aumentan exponencialmente. Solucionar esto requiere de mano dura, en especial con quienes mandan en el fútbol y el baloncesto.
Claro está, en lo reputacional la tarea es fácil. Hacer una gestión mejor que la de su antecesora, Astrid Bibiana Rodríguez, debería ser algo elemental. Ojalá logre aprovechar su experiencia en el deporte.
