Historias Inconclusas: un libro que rinde homenaje a los líderes sociales asesinados en Colombia

El programa Somos Defensores, junto con el portal web Verdad Abierta, lanza el libro Historias Inconclusas, una obra que rinde homenaje a los defensores de derechos humanos y líderes sociales asesinados en Colombia. El libro narra las historias de algunas de las 1.154 víctimas a las que les fue arrebatada su vida mientras luchaban por los derechos de sus comunidades.

“Estás viendo un libro sin acabar. Y se encuentra en ese estado no por falta de tiempo o de capacidad de sus autores, sino porque se editó y publicó de esta manera para representar la gran deuda que tiene el aparato de justicia de Colombia con las defensoras y los defensores de derechos humanos: el real esclarecimiento de sus asesinatos y la correspondiente sanción penal a los autores materiales y, sobre todo, a los responsables intelectuales de estos crímenes.”, empieza a narrar el libro. 

De acuerdo con Verdad Abierta, en los últimos años, la Fiscalía ha expuesto “resultados históricos” sobre el esclarecimiento de este tipo de crímenes que, al parecer, ronda el 70 por ciento de efectividad. Sin embargo, el portal aclara que, a través de un derecho de petición a la entidad, halló que apenas el 5,6 por ciento de los casos tiene sentencias condenatorias.

“El asesinato de personas defensoras y liderazgos sociales es una realidad que no debe ser ajena para los colombianos, por este motivo, quisimos materializar estas historias para que viajen por las principales ciudades del país con el objetivo de que la verdad plena y la determinación de los responsables sea conocida por la sociedad y permita garantizar los derechos de las víctimas”, expresa Lourdes Castro, coordinadora del programa Somos Defensores.

Así mismo, Castro anunció que el libro será ubicado en lugares emblemáticos, estará abierto al público y contará con unas hojas en blanco para que las personas firmen y dejen sus mensajes. También, será expuesto en la Feria del Libro de Bogotá a partir del 18 de abril. La campaña  contó con el apoyo de la Real Embajada de Noruega en Colombia, Global Witness y MullenLowe Group.

Podrá acceder a su versión digital haciendo clic aquí. 

Algunos de los casos de asesinato a líderes sociales 

Las historias que se presentarán a continuación son algunas de las que aparecen en el libro Historias Inconclusas, donde se narran hechos transcurridos entre el 1 de enero 2002 y el 31 de marzo de 2022. Sin embargo, a cada historia le hacen falta datos, algo que incita a los lectores a investigar más sobre cada caso. 

Aura Esther García

• Falleció el 30 de marzo de 2021.
• Organización: Autoridad tradicional wayuu
• Tipo de liderazgo: indígena
• Etapa procesal: sin respuesta de Fiscalía.

Aura Esther García fue una lideresa que se desempeñaba como autoridad indígena de la comunidad de Arronshy y un miembro del Movimiento Indígena Nación Wayuu, una organización no gubernamental conformada por indígenas que trabajan por de la región Caribe. También, García había denunciado irregularidades en el Instituto de Bienestar Familiar por la desnutrición que afectaba a niñas y niños indígenas.

15 días antes de que fuera asesinada, la lideresa denunció que había recibido amenazas de muerte a través de llamadas y mensajes de texto, solicitó medidas de protección ante las autoridades, "pero su caso no fue atendido a tiempo”, narra el libro.

 “Los familiares de García declararon a la prensa que, al parecer, habría un grupo de personas que intentan controlar el territorio en donde se van a ubicar los proyectos de energías renovables, como la eólica”, se describe en el libro.

Presuntamente, García interfería con los intereses de ese grupo debido a que el 14 de diciembre de 2020 hizo una denuncia. Puede que la lideresa haya sido asesinada “por intentar proteger a su comunidad y sus tradiciones”.

Mario Jacanamijoy

• Falleció el 25 de noviembre de 2017.
• Organización: Tandachiridu Inganokunaz
• Tipo de liderazgo: derechos humanos
• Etapa procesal: sin respuesta de Fiscalía

Mario Jacanamijoy fue un líder indígena quien se preocupaba por la comunidad del pueblo inga, pertenecientes al Resguardo Yurayaco, del municipio San José del Fragua, departamento de Caquetá. Fue presidente de la Organización Inga del Sur de Colombia y fundador de la Institución Educativa Rural Indigena Yachaiur. Junto a su pueblo pudo conformar el resguardo y logró que se ampliara en hectáreas.

Sin embargo, fue asesinado el 25 de noviembre de 2017. Su cuerpo apareció junto con el de Duber Prieto, un compañero de trabajo. Ambos fueron secuestrados y torturados. Los hechos ocurrieron justo después de la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado y las Farc.

La hermana de Mario le contó a VerdadAbierta.com que, en una reunión del Comité Nacional de Evaluación de Riesgo y Recomendación de Medidas, le dijeron que a Mario lo habían matado porque se oponía a la construcción de la Carretera Marginal de la Selva.

Jairo Antonio Varela

• Falleció el 5 de octubre de 2011.
• Organización: Organización Nacional de Población Desplazada Desarraigada
• Independientes (Opda] y representante legal dela Organización Regional Córdoba y el Urabá (Cordeu)
• Tipo de liderazgo: víctimas
• Etapa procesal: indagación

Jairo Antonio Varela fue un líder ambiental oriundo del corregimiento de Saíza, del municipio de Tierrala, en Córdoba, una de las puertas de entrada al Parque Natural Nacional Nudo de Paramilo, sobre la cordillera Occidental de los Andes.

Varela ingresó a trabajar en Parques Nacionales de Colombia en 1996, cuando se creó el Parque Nacional Natural Nudo de Paramilo. Saiza había logrado sortear las olas de violencia, pero no pudo esquivar la violencia de la guerrilla de las Farc y de los paramilitares.

El 4 de junio de 1999, un comando paramilitar asesinó a 11 hombres y causó el desplazamiento toda la población. A mediados del 2000, Varela organizó ayudas para las personas que estaban retomando el corregimiento a través de una organización de desplazados.

En 2009, las directivas del parque y sus pobladores acordaron actualizar el censo realizado en 1998. Para ello, el parque contrató a un grupo de técnicos y gente del sector, entre ellos, Jairo Antonio Varela, para registrar mapas de los predios con GPS. Sin embargo, en la zona aún había narcotráfico, violencia y guerrillas.

Jairo y otras personas se adentraron en los predios para recolectar información, pero se cruzaron con personas extrañas a la comunidad que, al parecer, habían llegado a Saíza atraídos por los cultivos de coca y el negocio del narcotráfico.

El 5 de octubre, dos hombres armados entraron en la oficina improvisada que tenía Parques Nacionales en Saíza. Preguntaron por Jairo, pero Luis Eduardo, uno de sus compañeros, les dijo que no estaba. Más tarde Varela llegó y los dos hombres le preguntaron por qué estaban recorriendo esa zona y con autorización de quién. Luego de que Jairo les explicara la situación, los hombres se fueron. No obstante, durante la noche, regresaron y dispararon a Jairo, ocasionándole la muerte.