Prevenga la miopía de sus niños

Por Natalia Romero Rosanìa

La miopía es considerada la pandemia silenciosa del siglo 21 y se proyecta que para el año 2050, la mitad de la población mundial será miope, como consecuencia del uso continuo de pantallas de visión cercana, como son los celulares y las tabletas. Por lo tanto, es fundamental enfocar la atención en la prevención de la miopía en los niños.  

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Está comprobado, a través de estudios estadísticamente significativos, que el uso excesivo de las pantallas aumenta el crecimiento del globo ocular y, por lo tanto, la miopía, sobre todo cuando se trata de dispositivos de visión cercana tales como los celulares y las tabletas. Así lo ratifica el último informe publicado por la Sociedad Mundial de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo. 

Así se previene la miopía

“Mi recomendación a los padres de familia es que limiten lo más que puedan la exposición de sus niños a las pantallas y que procuren proyectar los contenidos que consumen en sus celulares y tabletas en un televisor”, explica la oftalmóloga pediatra, Marcela Ibáñez. “A los niños les encantan los videos y los juegos. Esto no tiene nada de malo si los ven o los juegan en sus televisores, siempre y cuando la pantalla esté a una distancia de más de 30 centímetros. Adicionalmente, debe haber buena luz en la habitación. Es decir, pueden ver televisión, a cierta distancia, y con la luz prendida ”. 

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Hay que tener especial cuidado con los niños cuyos padres son miopes, pues está comprobado que si uno de los padres es miope, la probabilidad de que el niño desarrolle miopía es del 60 por ciento y que si ambos padres son miopes, las probabilidades aumentan a un 80 por ciento. 

Hábitos saludables: luz y distancia

Otra recomendación para disminuir las posibilidades de la aparición de la miopía en niños sanos es la exposición a la luz solar durante, mínimo, dos horas al día. 

“Para reducir la inducción a la miopía, a la hora de estudiar, es preferible que lo hagan en sus computadores, a una distancia intermedia, y no en tabletas o celulares, en los que sí o sí la distancia es cercana”, añade la especialista en oftalmología pediatra. 

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En general, la clave para tener una buena salud visual es promover los buenos hábitos hasta convertirlos en costumbre. “A mis pacientes siempre les digo que no se rasquen los ojos y que cuando estén estudiando o leyendo, hagan una pausa 20/20/20, es decir, cada 20 minutos una pausa de 20 segundos para observar algo a una distancia de 20 pies (6 metros). Esto les permite relajar los músculos oculares y así reducen el cansancio. También les recomiendo echarse gotas o lágrimas en los ojos para evitar la resequedad, y mucha actividad al aire libre, de visión lejana”.

También es clave que los padres, desde que los niños nacen, estén pendientes de revisarles los ojos y de llevarlos a chequeos médicos para así detectar a tiempo cualquier enfermedad. “A mí, personalmente, me gusta verlos cada seis meses, o mínimo cada año para hacerles su control, sobre todo durante los primeros cinco años”, puntualiza la doctora Ibáñez.

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