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¿Qué es la sumisión química y cómo prevenirla?
Los casos de hurtos y abusos sexuales donde las víctimas estuvieron en estado de indefensión y bajo los efectos de alguna sustancia, siguen presentándose con mayor frecuencia. Conozca qué es la sumisión química y cómo puede evitarla.
A raíz de la exposición mediática que ha tenido el caso de Gisèle Pélicot, quien fue drogada y abusada sexualmente durante años por su esposo, Dominique Pélicot, y cerca de 72 hombres más, el aumento en el uso de sustancias químicas para cometer otros delitos empezó a ser un punto crucial en la conversación sobre los posibles riesgos a los que muchas personas, principalmente mujeres, están expuestas en el día a día.
Frente a esto, es importante hacer uso del término sumisión química para entender los diferentes tipos de sustancias químicas, la forma en la que pueden ser suministradas y los posibles efectos que puede tener en las víctimas.
Según Échele Cabeza, proyecto que busca generar y difundir información sobre sustancias psicoactivas, aunque resulta complicado monitorear los casos de sumisión química, es posible reconocer los efectos farmacológicos de algunas sustancias para detectar y prevenir este tipo de casos.
¿Qué es la sumisión química?
En términos generales, la sumisión química es el uso de una sustancia psicoactiva con fines delictivos, de forma que se pueda manipular las decisiones de las personas o incluso modificar su comportamiento.
Es decir, cuando la víctima está bajo los efectos de sustancias psicoactivas, es posible que el victimario pueda ejercer otro tipo de delitos sobre la persona con mayor facilidad como agresión sexual, hurto, intimidación, o violencia.
¿Cuáles son los efectos producidos en la sumisión química?
Según Échele Cabeza, existen cinco principales efectos que puede producir la sumisión química en una persona.
- Sedación, que implica la disminución del estado de conciencia, la cual perturba la capacidad de vigilia y atención, y a su vez produce relajación física disminuyendo la respuesta ante una agresión.
- Amnesia anterógrada, es decir la incapacidad de recordar hechos recientes que no se guardan en la memoria a largo plazo.
- Efectos alucinógenos con desorientación temporal y espacial.
- Desinhibición, que implica que la víctima pueda llegar a aceptar situaciones que en condiciones normales hubiera considerado inaceptables.
- Depresión cardiorrespiratoria e incluso muerte.
¿Cuáles son las sustancias psicoactivas que se suelen emplear?
Las sustancias más utilizadas en estos delitos son depresores del sistema nervioso central (SNC), que suelen tener una acción rápida y de corta duración, además de ser sustancias insípidas, incoloras, inodoras y solubles, lo que las hace fácil de suministrar y difícil de detectar por parte de las víctimas.
Entre el listado de las sustancias más reconocidas en casos de sumisión química se encuentran:
- Benzodiacepinas, que corresponde a medicamentos como el alprazolam, midazolam, flunitrazepam, oxazepam, diazepam, lorazepam, clonazepam, entre otros
- Barbitúricos, que suelen ser prescitos para tratamientos del insomnio, convulsiones y epilepsia.
- Hipnóticos sedantes no benzodiacepínicos, que incluyen medicamentos como zopiclona, ezopiclona y zolpidem.
- Antihistamínicos, que suelen utilizarse para el tratamiento de las alergias, entre los que se encuentran la clorfenamina y difenhidramina, usados con frecuencia para la sedación.
- Antidepresivos, que pueden dividirse en diferentes categorías, en algunas de ellas pueden provocar sedación, somnolencia y confusión.
- Anestésicos disociativos, entre los que se encuentra la, comúnmente llamada, ketamina y la fenciclidina.
- Escopolamina, que resulta ser un alucinógeno extraído de las plantas y que suele ser de los más reconocidos en exámenes toxicológicos
- Opioides sintéticos, que no suelen ser tan utilizados en la sumisión química, pero que ya han sido encontrados en el cuerpo de algunas víctimas.
En un estudio de la revista Ciencia Digital de 2019 se reveló que la edad aproximada de las víctimas de sumisión química oscila entre los 14 y los 38 años, principalmente en ambientes donde se consumen alcohol y sustancias psicoactivas con fines recreativos.
Por ello, en muchos casos es difícil separar el consumo voluntario del inducido por quien comete el crimen y la revictimización suele presentarse con frecuencia.
¿Cómo se puede prevenir la sumisión química?
- Tener mesura con el consumo de bebidas alcohólicas, particularmente en lugares concurridos o espacios abiertos.
- No perder de vista el recipiente del cual se está tomando (botella, copa, vaso, etcétera) en especial cuando se está en bares, clubes, discotecas o festivales.
- Evitar recibir bebidas, comidas y cigarrillos de personas desconocidas.
- Evitar salir a bares sin compañía y siempre informar a alguien de confianza la ubicación y sus desplazamientos.
- Si se tiene algunos efectos como mareo, agotamiento físico, pérdida de la visión, enrojecimiento de la piel, aumento en la temperatura corporal, alucinaciones, entre otros, es importante que informe a alguien de confianza sobre el estado en que se encuentra.
- Ante una sospecha de sumisión química se puede desencadenar un ataque de pánico con síntomas como taquicardia, dolor en el pecho, dificultad para respirar y mareos, síntomas que también pueden asociarse a una crisis de ansiedad. Es fundamental mantener la calma para buscar ayuda y alertar sobre la situación.
¿Qué se debe hacer en caso de ser víctima de sumisión química?
Acuda rápidamente a un centro médico. Una de las propiedades de las sustancias utilizadas en la sumisión química es la corta vida media, es decir, la cantidad de tiempo que el cuerpo requiere para metabolizar la mitad de su cantidad inicial suministrada. Cuanto más tarde se realicen los exámenes toxicológicos, más difícil es la detección de estos.
También es fundamental que denuncie el caso a las autoridades competentes para iniciar los procesos de investigación pertinentes y evitar que los victimarios puedan atentar contra la integridad física, psicológica y social de cualquier otra persona.