Colombia y la COP15: a qué se compromete el país frente al exterminio de la diversidad
20 Diciembre 2022

Colombia y la COP15: a qué se compromete el país frente al exterminio de la diversidad

Crédito: Yamith Mariño Díaz

Durante la conferencia, que acordó proteger al menos el 30 por ciento de los territorios marítimos y terrestres, Colombia lanzó su propio derrotero para convertir al país en "potencia mundial de la biodiversidad".

Por: Maria F. Fitzgerald

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

En la madrugada del 19 de diciembre de 2022, durante la más reciente reunión de la COP15, se cerró uno de los acuerdos más importantes para la conservación de la biodiversidad.

En su edición número 15, la convención global, organizada anualmente por Naciones Unidas en torno a la conservación de la diversidad biológica, los 190 países participantes, entre ellos Colombia, firmaron un tratado que, de acuerdo con los mismos relatores de la conferencia, no tiene precedentes: la protección del 30 por ciento de los territorios marítimos y terrestres para defender la biodiversidad que habita en ellos. 

Qué responsabilidad tiene Colombia 

Como uno de los países firmantes, Colombia también tendrá que acogerse a estas medidas de conservación y cumplir con 23 metas puntuales antes de 2030.  

El acuerdo comprometió a los países con la restauración ecológica de al menos el 30 por ciento de las zonas afectadas globalmente por la degradación ambiental; y estableció la creación de más incentivos económicos para las poblaciones que adelanten procesos de protección a ecosistemas delicados. El Fondo Mundial para el Medio Ambiente administrará un fondo de 200.000 millones de dólares, que repartirá entre países como Colombia, que posee la tercera mayor biodiversidad del mundo. 

El Ministerio de Ambiente publicó en paralelo sus metas particulares para convertir a Colombia en “potencia mundial de la biodiversidad”. Son cinco puntos: transición sostenible a patrones de producción y consumo responsables, que incluyan nuevos modelos, como la bioeconomía, la economía circular y la economía forestal; incrementar el financiamiento para quienes protegen la biodiversidad del país; implementar “soluciones basadas en la naturaleza para abordar desafíos globales desde la biodiversidad”; prioridad a la conservación de los océanos; y aumentar la participación de los actores preocupados por la biodiversidad. 

 

Mauricio Madrigal, director de la Clínica de Medio Ambiente y Salud Pública (MASP), de la Universidad de los Andes, consideró que, más que metas realizables, se trata de los mínimos requeridos para atender la emergencia climática. 

Las cifras por enfrentar no son alentadoras. De acuerdo con las cifras presentadas en 2019 por la Plataforma Científico Política Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), más de un millón de especies en el mundo están en camino de la extinción; el 66 por ciento de los océanos sufre el impacto del hombre; el 85 por ciento de los humedales del mundo se ha perdido; 32 millones de hectáreas de bosque tropical han sido deforestadas y el 50 por ciento de las variedades de cultígenos y animales ha desaparecido.

Madrigal dice que el acceso a la información respecto del uso de los recursos que recibirá el país para cumplir el acuerdo será esencial para atender el proceso, y que un elemento clave para alcanzar las metas planteadas es haber logrado el vínculo entre la protección de los derechos humanos y la protección del medioambiente: "Que se reconozca la interseccionalidad entre el género y la raza y la protección del medioambiente permitirá que estas poblaciones, que son las más vulnerables frente a los escenarios que estamos enfrentando, sean atendidas y se conviertan en las principales aliadas del acuerdo”. 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí