La mutación paisa: el descubrimiento por el que un colombiano ganó el “Nobel del alzhéimer”
16 Abril 2024

La mutación paisa: el descubrimiento por el que un colombiano ganó el “Nobel del alzhéimer”

Crédito: Colprensa-Luisa González

Francisco Lopera, investigador y profesor de la Universidad de Antioquia, recibió el Premio Potamkin de la Academia Americana de Neurología por sus trabajos relacionado con esta enfermedad. Esta es la historia.

Por: Redacción Cambio

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Belmira, Yarumal, Angostura e Ituango son cuatro municipios de Antioquia que tienen una coincidencia extraña. Allí viven ciertas familias con un tipo de alzhéimer hereditario que comienza a edades tempranas.  El caso más enigmático es el de un joven de 36 años. Este fenómeno, bautizado coloquialmente como “mutación paisa” del alzhéimer, ha sido el centro de la investigación de Francisco Lopera, profesor de la Universidad de Antioquia que ganó un premio equivalente a un Nobel en la investigación del alzhéimer.

Lopera lleva 40 años trabajando en el Grupo de Neurociencias de Antioquia (GNA) y es el primer latinoamericano que recibe el Premio Potamkin, que otorga la Academia Americana de Neurología y la Fundación Americana del Cerebro. 

Los tres logros destacados de Lopera en este tema son: descubrir el grupo poblacional más numeroso del mundo que carga una forma genética de alzhéimer, que además es hereditario; hacer un seguimiento al grupo y determinar qué sucede antes de que se manifiesten los síntomas iniciales, y descubrir los genes que pueden retrasar hasta 30 años la aparición de dichos síntomas.

¿Cómo es la mutación paisa?

El alzhéimer tiene tres etapas, como explicó el doctor Lopera en un video publicado por la Universidad de Antioquia hace ocho años: 

  1. El alzhéimer preclínico, que dura entre 10 y 30 años. En este tiempo, la persona no muestra síntomas, pero su cerebro está en silencio, alterándose por efectos de la enfermedad que se manifestará más adelante.
  2. La etapa amnésica, que dura unos cinco años. La persona pierde la memoria, pero sigue siendo independiente y no necesita que alguien la cuide.
  3. La demencia, la última etapa, que suele durar unos doce años. Quien la padece pierde la memoria y otras capacidades, y deja de ser independiente.

Esta enfermedad acumula la proteína tau y el péptido beta amiloide. La llamada mutación paisa es producida por una mutación en el cromosoma 14. “Todas las personas tenemos dos cromosomas 14 y cuando alguien tiene la enfermedad de alzhéimer genética por la mutación paisa, es porque tiene uno de los dos cromosomas afectados. El padre afectado o la madre afectada transmitirá uno de los dos cromosomas 14 a sus hijos, y puede transmitirle el normal o el anormal”, señaló en su momento. 

Lo más esperanzador del hallazgo del GNA y del trabajo de Lopera es que encontraron la manera de tratar a las personas que cargan esta anomalía. En mayo de 2023, la revista Nature Medicine publicó el caso de un hombre que tenía la mutación pero no presentó síntomas sino hasta los 67 años y falleció a los 74. Para hacerse una idea: lo esperable, en promedio, era que mostrara síntomas a los 44 años, tuviera demencia a los 49 y falleciera a los 60 años, como contó en su momento la universidad.

Lo anterior fue posible porque el equipo encontró un gen que “cura o al menos retrasa el inicio de los síntomas del alzhéimer”, dijo Lopera a Blu Radio en mayo de 2023. Los científicos llevaron al hombre del que habla el artículo publicado en Nature Medicine al Hospital General de Massachusetts para hacer estudios con él, pues notaron que era “un ser protegido”.

Después de su muerte, analizaron su cerebro y advirtieron que tenía otra mutación, aparte de la paisa, que lo protegía contra la enfermedad, la cual prevenía de la expansión anormal de la proteína tau.

Para Lopera, el hallazgo fue fundamental porque significa que  las soluciones para el alzhéimer están en la naturaleza. “No vemos razón lógica para no creer que en ella también habitan la enfermedad y la cura para el resto de las enfermedades neurodegenerativas -cita la Universidad de Antioquia-. Se ha abierto una gran puerta para la prevención y tratamiento de enfermedades incurables”.

Antes de este caso, hubo otro en 2019: el de Aliria, una mujer que tenía otra variante del gen protector. Este demoró por casi 30 años los efectos del alzhéimer que, inevitablemente, se desarrollaría en su cerebro: sus primeros síntomas los presentó a los 72 años -32 años después de lo esperado- y murió a los 77 años por cuenta de un melanoma. Entonces, su familia donó su cerebro para que los expertos pudieran estudiarlo.

“Rara vez nos llevamos agradables sorpresas al estudiar los cerebros de la enfermedad de Alzheimer familiar. Este caso mostró un fenotipo protegido sorprendentemente claro. Estoy seguro de que nuestros hallazgos moleculares y patológicos sugerirán, al menos, algunas vías de investigación y suscitarán la esperanza de un tratamiento exitoso contra este trastorno”, declaró a la Universidad de Antioquia Diego Sepúlveda-Falla del Centro Médico Universitario de Hamburg-Eppendorf en Hamburgo, Alemania, quien participó en el estudio.

Todo esto, más su trabajo en la identificación de formas para predecir el deterioro cognitivo en personas con riesgo de demencia, entre otros, son algunas de las labores que ha desempeñado Lopera en su vida para recibir el prestigioso premio científico.

 

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