Innovación y evolución hacia una democracia sin prejuicios: dos perspectivas desde #PensarConOtros

Crédito: Colprensa

17 Marzo 2024

Innovación y evolución hacia una democracia sin prejuicios: dos perspectivas desde #PensarConOtros

Germán Franco, asesor de la convocatoria #PensarConOtros, y Ricardo Ramírez, jurado en varias ediciones de esta, reflexionan sobre la evolución de las propuestas recibidas entre 2021 y 2022. Se centran especialmente en el abordaje desde los territorios y la creatividad al servicio de la democracia.

Por: Natalia Romero Rosanía

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

La primera convocatoria de #PensarConOtros se abrió en 2021 y en ella participaron 25 jurados quienes revisaron 784 proyectos en cuatro modalidades y asignaron recursos para su ejecución, en 2022, a siete de ellos: dos de la modalidad de ‘Debate electoral’, tres de la modalidad de ‘Narrativas y expresiones’, uno en la modalidad de ‘Formación’, y uno en la de ‘Investigación’. 

Para la segunda convocatoria, que se realizó en 2022, se establecieron sólo dos modalidades: ‘Formación en cultura ciudadana’ y ‘Apropiación de la verdad’. También se seleccionaron siete proyectos, que fueron ejecutados en 2023. 

Sobre la evolución de estas dos invitaciones, Germán Franco –realizador de cine de la Universidad Nacional con maestría en Historia de la Universidad Javeriana y director del Centro Ático de esta misma institución– y Ricardo Ramírez –realizador de cine y televisión–, reflexionan desde su experiencia en estos años. Franco ha asesorado a Grupo Sura desde el inicio de #PensarConOtros, mientras que Ramírez ha sido jurado en ambas convocatorias.

Según ellos, los cambios en las modalidades obedecen a las necesidades del contexto. Por ejemplo, en la primera convocatoria se incluyó la modalidad de ‘Debate electoral’ para que coincidiera con el momento de campaña presidencial. “Para la segunda convocatoria, los jurados decidimos abrir la modalidad de ‘Formación en cultura ciudadana’ porque vimos la necesidad de enfatizar en esta instrucción tras leer las recomendaciones que los jurados les hicimos a los proyectos que se presentaron en la modalidad de ‘Formación’ durante la primera convocatoria. Con ello buscamos que los proponentes asumieran el reto de innovar y presentar formatos más impactantes para la formación ciudadana”, explica Franco, quien además lidera el grupo de jurados. 
 
Con base en la diversidad de propuestas que tuvo la oportunidad de estudiar durante las primeras dos convocatorias de #PensarConOtros, ¿cómo ve la innovación en la formación de la cultura ciudadana en Colombia?

Germán Franco: He tenido el privilegio de participar del proceso en distintos momentos y desde distintos roles. Como asesor de Grupo Sura participé en el diseño de la convocatoria #PensarConOtros y, adicionalmente, hago parte activa del proceso de revisión y selección de los proyectos recibidos, así que he tenido la fortuna de leerlos todos, y de acompañar a los jurados en la fase de deliberación. 

He visto un cambio importante entre los proyectos que se presentaron en la primera y en la segunda convocatoria. En la primera vimos mucho menos creatividad que en la segunda, pues una cantidad importante de los proyectos que recibimos se basaban el esquema tradicional de cursos, talleres y refrigerios. Esto no está mal y, en algunos casos, este esquema funciona muy bien, pero sentimos que nuestro mayor reto como colombianos, si queremos vivir en paz, es aprender a ser ciudadanos de manera distinta. Por esto, para la segunda convocatoria buscamos estimular más la innovación, los nuevos formatos y los nuevos públicos y, como consecuencia, llegaron proyectos con temas y formatos bastante novedosos. 

Germán Franco
Germán Franco, director del Centro Ático de la Universidad Javeriana. 
Foto: Universidad Javeriana.

Lo más importante aquí es que aparece un mensaje que es clave: no se trata de enseñarle a otro a ser ciudadano sino de construir con él algo distinto, partiendo de la aceptación de que no sabemos convivir como ciudadanos no violentos. Así, en la segunda convocatoria recibimos proyectos basados en la posibilidad de construir juntos unas nuevas reglas del juego, en lugar de propuestas en las que una élite le habla y le enseña a una comunidad pobre y tradicionalmente excluida. Esto parte de la aceptación de que no nos la sabemos todas y que debemos repensar los procesos de formación para construir nuevos acuerdos que nos permitan vivir juntos y en paz. 

También es importante destacar que como los jurados hacemos comentarios y proponemos modificaciones y ajustes, se genera una conversación entre nosotros y los proponentes, lo cual contribuye a mejorar los proyectos. Esta es una conversación sobre cómo hacemos para vivir mejor, todos en paz, con más inclusión, equidad y justicia. También es una conversación sobre la construcción de ciudadanía, teniendo en cuenta que un buen ciudadano es una persona que se hace cargo de su destino. 

Ricardo Ramírez: De cara a lo visto hace tres años y en el último año, se observa una curva evolutiva teniendo en cuenta ciertos procesos participativos y pedagógicos que en Bogotá no serían considerados como innovadores, más sí en los territorios. En ciertas zonas difíciles sí lo son, por la situación de orden público en la que viven. 

En esta curva evolutiva se han venido ajustando temas, lo cual ha permitido que se presenten proyectos de todo tipo. En el 80 por ciento de los proyectos recibidos hay algunos indicadores de innovación, como son la vinculación de tecnologías, el aprovechamiento del tema de la virtualidad y el hecho de trabajar con el contrario, algo que en nuestro país es tan difícil y, también, innovador. 

¿Cómo han visto la evolución en la forma de abordar la formación de la cultura ciudadana desde los territorios en los proyectos recibidos en las dos primeras convocatorias de #PensarConOtros? 

Germán Franco: En ambas convocatorias se evidencia una conversación entre las diferentes regiones y eso en Colombia es importante, porque tenemos diversidad territorial y cultural. Cabe anotar que somos muy centralistas y que entendemos por territorio todo lo que está fuera de Bogotá. 

Lo cierto es que contamos con una cantidad de comunidades organizadas, que están a las afueras de esa capital, que han sido excluidas históricamente y que se quieren expresar porque tienen esperanza y desarrollan propuestas e iniciativas. Son ciudadanos que confían en que es posible, que creen que hay un futuro, que asumen su responsabilidad y resuelven, y no le delegan la tarea al gobernante. 

Esta misma dinámica centralista se ve también en las regiones, ya que tradicionalmente hemos usado ese territorio como herramienta de exclusión. Hay que romper con estas posturas centralistas para que las ‘regionalidades’ estén más mezcladas. Esto lo vimos más en la segunda convocatoria, en la que se presentaron más proyectos de este tipo, entendiendo que nuestra diversidad territorial debe ser valorada como riqueza y no como un problema.

Ricardo Ramírez: Cada territorio tiene sus tiempos, sus lógicas y sus problemáticas. En los proyectos territoriales se ha visto una adaptación a los contextos, pues se ha procurado vincular a las comunidades a proyectos participativos, tanto de los que salen de la misma comunidad, como los que proponen algunas entidades. En estos siempre hay un nivel de vinculación de la participación ciudadana, no sólo como beneficiario de un proceso de formación sino como parte de la estructura de la construcción de ese proceso. 

Ricardo Ramírez
Ricardo Ramírez, realizador de cine y televisión.
Foto: Daniela Ramírez. 

Para mí esa es una línea valiosa y es que los proyectos están vinculando, desde el comienzo, a la gente. No se trata de proyectos en los que se organiza un taller y las personas asisten y reciben una información o una formación. Lo que estamos viendo es que se trata de construir con otros, y eso me parece que ha evolucionado bastante bien, entre una convocatoria y la otra. 

¿De qué forma cree que la creatividad le aporta a la democracia?

Germán Franco: La creatividad le ha sumado mucho a la democracia. Hay un gran compromiso de nuestros artistas no desde la militancia política tradicional, sino desde la certeza de que, a través del arte, la creatividad, la riqueza estética y lo intangible, podemos encontrar caminos para construir una sociedad mejor. 

Eso se ve mucho en las iniciativas con jóvenes, pues en casi todos los trabajos de formación en ciudadanía con éstos se involucran temas artísticos no sólo en la formación en habilidades, sino en el hecho permitir y potenciar la expresión del otro. En este sentido, el tema de la democracia deja de ser un discurso político y se convierte en una manifestación simbólica poderosa. 

Las iniciativas de #PensarConOtros se caracterizan por esto y también por presentar diferentes concepciones sobre el arte. Hay, por ejemplo, unos proyectos que tienen una construcción más instrumental, con un fin pedagógico, y otros en los que se asume el arte como posibilidad de expresión no para enseñar nada sino para permitirle al otro que se exprese y que potencie su capacidad expresiva. También, hay otra dimensión del arte que se relaciona con el contenido. Esta dimensión es poderosísima, pues en ella se mezclan cultura y ciudadanía como una sola cosa, y se concibe al ciudadano como creador de belleza. Esto se ve mucho en los movimientos de los grafiteros, en el arte urbano, en el hip hop, en el arte de los raperos, en lo que los chicos llaman la lírica y en muchas de las propuestas de las comunidades étnicas.

Eso me parece muy bello. Me hace pensar que para las comunidades no es suficiente con ser incluidos en la sociedad con su discurso, sino también con todas sus formas de expresión, a través de sus relatos, sus narrativas y su música. Lo veo mucho también las propuestas de las comunidades LGBTI. Es como si los excluidos nos pidieran ser incluidos, en su totalidad, a través de su manera de ver las cosas. 

Obviamente hay muchas posiciones, pero es que las sociedades en las que se hace arte tienen más posibilidades de ser una comunidad con ciudadanos no violentos. Una ciudadanía democrática es aquella en la que se potencian las expresiones poderosas de los ciudadanos. 

Ricardo Ramírez: Desde la cultura, en términos generales, desde las artes, desde las expresiones regionales populares, se construye democracia en la medida en que la gente se expresa a partir de la identidad propia. Cuando tú puedes contar como eres a través de una animación, de una película, de un libro, de un escrito, de la construcción de un relato colectivo, siempre que estás hablando de tu territorio y de tu identidad, vas a sentir que haces parte de algo. Esto es valiosísimo en la construcción de la democracia, y lo hemos visto en las propuestas y en los resultados de estos últimos dos años, en los proyectos que se han presentado y desarrollado. 

Diversidad
Foto: Freepik.

Dos convocatorias: múltiples aprendizajes

De acuerdo con Germán Franco, los colombianos tenemos el reto de aprender a valorar la riqueza de estas iniciativas que han presentado los ciudadanos a través de la convocatoria #PensarConOtros, pues ayudan a construir una nación diferente y en paz a través del ejercicio de la comunicación con el otro, del respeto, de la no violencia, de la inclusión y del reconocimiento que hay unos que han sido tradicionalmente excluidos.

“Personalmente, he aprendido mucho sobre nuevas maneras de ser ciudadano, y sobre los nuevos retos de la ciudadanía. Tengo muchas ganas de que sean muchos los que tengan la oportunidad de conocer la riqueza que hay en esos proyectos”, dice.

Franco también destaca el hecho de que #PensarConOtros evidencia que la comunicación no son los medios, sino que ésta se determina “por la capacidad que tengamos de disponernos a escuchar sincera y genuinamente al otro, entendiendo que ese otro es distinto a mí, que no es la imagen que yo tengo de él, y que cuando se exprese no va a confirmar la imagen que tengo de él. Tumbar los juicios previos sobre el otro, los prejuicios, es clave en la comunicación”.

Diversidad
Foto: Freepik

Su participación en esta convocatoria también le ha permitido entender que todos los discursos fundamentalistas son antidemocráticos. “Cuando un discurso, incluso el de la no violencia, se convierte en una verdad absoluta, en una receta de la felicidad, ya niega la posibilidad de la pregunta, de la crítica y del cuestionamiento. Una verdad absoluta desbarata la democracia porque lo que debemos hacer es construir todos los días, entre todos, el camino”, agrega.

Franco coincide con su colega, Ricardo Ramírez, en que son muchos los aprendizajes que han obtenido como fruto de la revisión y análisis de los proyectos participantes en las convocatorias de #PensarConOtros. “Para mí, el mayor aprendizaje, es que cada convocatoria presenta un universo diferente que responde a las necesidades de una realidad, de una fotografía de un momento en los territorios, y que los procesos más fuertes y con mayor validez son los que se dan desde las mismas comunidades”, señala Ramírez. 

Proyectos de alto impacto

Germán Franco, en su rol asesor y líder del grupo de jurados, ha tenido la oportunidad de leer absolutamente todos los proyectos presentados a las convocatorias de #PensarConOtros. “Y todos me han marcado mucho –confiesa–. Es que hay una fuerza impresionante en las comunidades, en las organizaciones, en las universidades, en los medios de comunicación y, sobre todo, en la gente que quiere contribuir a que todos aprendamos a vivir en armonía y en paz, y este es un capital maravilloso que tenemos como sociedad, que debemos canalizar, aprovechar y potencializar, inclusive si los proyectos no fueron seleccionados y no se les asignaron recursos”.

Por su parte, Ricardo Ramírez destaca los alcances del proyecto ‘Del monte a la democracia’, que se desarrolló en el Meta en uno de los territorios para la paz, y que significó un proceso construido por las personas que firmaron el Acuerdo de Paz junto con la comunidad y actores de la región para reconstruir el tejido social. “Lo destaco porque es un diálogo a partir de la diferencia, en búsqueda de un bien común en un territorio específico, y con la participación de toda la sociedad”.

“Lo que ha hecho Sura con estas convocatorias es fortalecer los procesos de comunicación y convivencia en los territorios, lo que suma a los esfuerzos del Estado colombiano y de los gobiernos locales y nacionales, que por lo general resultan insuficientes no sólo en términos económicos, sino también en cuanto a alianzas para poder construir y ejercer el rol de mediador en los procesos. El país tiene mucho que contar, y se cuenta desde las regiones y desde los territorios”, concluye Ramírez. 

Así mismo, Franco resalta que detrás de cada proyecto hay una historia de vida y una propuesta clara de que vivamos mejor, en armonía, en paz, con normas claras, con equidad y justicia. “Somos un país que habla, que se narra y se quiere contar, desde todos sus ámbitos y sectores, y me parece muy importante que todos escuchemos estas propuestas y estas ideas para que tumbemos los prejuicios que tenemos sobre los otros”, concluye.

Esta nota hace parte de la serie periodística “Pensar con otros” realizada en alianza por CAMBIO y Grupo SURA. Creemos que entre todos podemos aportar a la construcción y fortalecimiento de la ciudadanía y la democracia en Colombia.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí